MALEC En la Escuela

ALEC

La mañana transcurrió extremadamente lenta; Alec se encontraba sumido en sus pensamientos y Jace en los suyos, por lo que apenas se habían dirigido la palabra. A la hora del almuerzo fueron al comedor y se sentaron juntos en la mesa de siempre. Alec pensó que era un poco extraño que ninguno de los amigos de Jace se sentaron con ellos, casi nunca comían los dos solos. Estaba a punto de preguntarle la razón a su hermano cuando apareció Isabelle y se sentó con ellos sin preguntar.

—Vaya —dijo Alec, ya que ella rara vez se sentaba con ellos.
—También me alegro de verte. —respondió Izzy y Jace sonrió— ¿Y Clary?
—¿Qué? —preguntaron los Parabatai al unísono.
—¿Tengo que hacerlo todo yo? —se quejó —díganme dónde está, yo la traigo.

Alec casi se atraganta con la comida.

—Espera, ¿qué?
—Exacto, ¿qué? —dijo Jace —apenas nos dirigimos unas palabras.
—Oh, mira —Isabelle los ignoró y señaló a una mesa del fondo —bajita y pelirroja y chico de lentes, ¿son ellos?

Alec asintió y se arrepintió al instante. Tenía la costumbre de mostrar todo lo que pasaba por su cabeza y la mayoría de las veces no le es de mucha utilidad. Isabelle sonrió dándose cuenta de la expresión de Alec y Jace solo puso los ojos en blanco.

—¿Y cuál es el plan? —preguntó un Jace nervioso.
—Vaya —sonrío Isabelle —¿Soy yo, o el chico-malo-rubio está nervioso por una chica?
—Eres tú.
—Entonces vamos —lo retó.

Alec no tuvo otra opción más que seguirlos. No quizo empeorar su situación por lo que permaneció callado esta vez. Trató de concentrarse en otra cosa que no fuera Jace alejándose de él.

Llegaron a la mesa donde se encontraban los nuevos; Alec alcanzó a escuchar un poco de su conversación pero como se trataba de unos cómics no pudo entender nada. Después nadie hablo por un momento, Alec porque evidentemente no quería, Jace porque estaba nervioso por una vez en su vida, y Clary y Simon parecían no esperar que alguien se acercara a su mesa. Cuando Alec se dio cuenta de la mirada que Simon le lanzaba a su hermana, éste carraspeó y el chico apartó la mirada.

—¿Están ocupados? —preguntó Izzy, refiriéndose a los asientos.
—No —dijo Simon más rápido de lo que quería y Clary le lanzó una mirada. Todos se sentaron.
—Soy Isabelle, hermana de estos dos.
—Clary, él es Simon.
—Si —dijo y miró a Jace, con una mirada cómplice —ya se sus nombres.

Alec no pudo evitar sonreír de lado; Isabelle estaba disfrutando más esto que el mismo Jace.

Después se perdió en la conversación y dejó que todos hablaran mientras él solo observaba. Odiaba a Simon por ser tan extraño y por las miradas que le lanzaba a su hermana y odiaba a Clary por... bueno, porque si. Llegó a pensar en la posibilidad de ir al baño para perder tiempo, pero considerando lo que había pasado el día anterior cuando hizo eso, no creyó que fuera lo más conveniente. Simplemente parecía que el mundo estaba hecho para volverse en su contra.

—Oh, ¿Así que ya conocías a Magnus? —Preguntaba Isabelle.
—Algo así —dijo Clary —hace mucho, estaba en la misma escuela, pero no llegamos a hablar mucho realmente.
—No te pierdes de nada —dijo Jace e Isabelle rodó los ojos.
—No le hagas caso, no se llevan muy bien desde... bueno, desde nunca. —decía Izzy y de pronto agregó —deberíamos ir todos a su fiesta, ¿qué dicen?

Alec y Jace intercambiaron una mirada de sorpresa, al igual que Clary y Simon.

—¿Hablas en serio? —preguntó al fin Alec, recibiendo las miradas de Clary y Simon: era la primera vez que lo escuchaban hablar.
—¿Por qué no? sería divertido
—¿Y con ellos? —Alec señaló a los nuevos con la cabeza, pero Isabelle ignoró su pregunta.
—Supongo que no tienen una invitación, ¿verdad? —todos negaron con la cabeza —bueno, yo tengo la mía, tal vez pueda convencerlo.
—No me parece buena idea —dijo al fin Jace.
—Si, además nosotros... —Simon miró a Clary antes de continuar —no somos de ese ambiente, por así decirlo.
—Vamos —le dijo Isabelle al chico, y Alec notaba lo que su hermana estaba haciendo —no es tan difícil.