MALEC En la Escuela

ALEC

Miró hacia donde su hermana señalaba pero solo veía montones de gente y nada de Simon. Intercambió una mirada con Jace y vio que éste tampoco podía localizarlo. Se encogieron de hombros.

—Isabelle —Clary seguía sosteniéndola por los hombros —¿puedes decirnos que ocurrió?
—Claro que puedo —la chica reía, presa del alcohol.

Todos se quedaron esperando la respuesta pero parecía que no iba a decir nada más.

—¿Y qué ocurrió? —preguntó al fin Alec, sin saber muy bien qué hacer.
—Esta con los chicos de allá —señaló al mismo lugar que la vez anterior —no sé qué querían, yo... por eso vine con ustedes.

Alec odiaba lo inútil que se volvía su hermana cuando estaba borracha.

—Bueno —Clary suspiró y soltó a Isabelle con cuidado —supongo que tendré que ir a ver.
—Iremos contigo —dijo Jace, y miró a Alec. Éste sabía que tendría que ir a cuidarle la espalda; me importaba un comino el chico nerd, pero no debía dejar que su hermano se metiera en problemas. Cada vez todo iba de peor en peor.

Caminaron entre la gente y no podían avanzar muy rápido, y menos porque no podían dejar a Isabelle detrás y esta iba dando pequeños saltos y saludaba a las personas mientras pasaba a lado de ellas.

Después de unos segundos Alec lo vio, y Clary también, a juzgar por su expresión.

Los chicos del clan de Raphael tenían a Simon de cabeza y lo rodeaban en un círculo, gritando, aplaudiendo y riendo. Clary fue hacia ellos y Jace no fue lo suficientemente rápido para sujetarla antes de que cometiera una estupidez. Alec se resignó; probablemente los haría enojar y quién sabe qué pasaría entonces.

—¡Hey! ¡Déjenlo! —la pequeña llegó a ellos y se abrió paso en su círculo —¿Qué creen que hacen?

Jace avanzó hacia ella en actitud protectora y Alec se quedó detrás de él, sujetando a Isabelle para que no se alejara; no podía perderla de vista.

De pronto todo se volvió silencio. El clan dejó de aplaudir y dirigieron sus miradas a Clary. La observaron de arriba a abajo, después entre ellos, y explotaron en carcajadas.

Mientras tanto Simon seguía de cabeza, amarrado de los pies y colgado del pasamanos de la escalera, su cara estaba completamente roja y sus manos colgaban, también amarradas.

—Es en serio, chicos —Jace dio un paso adelante —déjenlo.
—¿O qué? —respondió uno, en actitud desafiante.
—O ya verás.

Los chicos volvieron a reír y gritaron, pero ahora habían olvidado a Simon y dirigían su atención al de su grupo y a Jace, incitándolos a pelearse.

El primero en lanzar un puñetazo, para pesar de Alec, fue su hermano; atinó a darle en la cara al otro chico pero éste ya estaba preparado y le regresó el golpe en el estómago. Otro chico se dispuso a tomar a Jace por los brazos pero Alec intervino y lo empujó; no quería causar más problemas pero tampoco iba a dejar a su Parabatai por su cuenta. Jace y Alec ya estaban preparados para lanzar otro ataque cuando Clary intervino.

—¡Jace! —la chica gritó mientras se colocaba en medio de todo el alboroto.

Todos se detuvieron y la miraron. Al parecer a pesar de todo no iban a golpear a una chica. Clary pareció dudar un poco, pero solo fueron unos segundos y se dirigió al atacante de Jace.

—Escucha, no queremos causar problemas, sólo queremos a nuestro amigo de vuelta.
—Bueno, no será tan sencillo, muñeca. —dijo el más alto de todos.
—¿Qué pasa aquí? —Un chico de piel pálida y cabello oscuro se acercó y se colocó delante de Clary.

Alec lo había visto antes pero olvidó su nombre. Miró a Jace con desconcierto y este le respondió articulando las palabras pero sin pronunciar sonido: El líder.

Raphael, recordó Alec.

—No queremos problemas —repitió Clary pero ahora dirigiéndose al líder— sólo queremos a nuestro amigo.

Raphael miró detrás de él y vio a Simon colgado de cabeza, quien ya ni siquiera hacía esfuerzos por escapar. La expresión de Raphael parecía divertida, pero después rodó los ojos y le gritó al chico más alto que lo desatara.

Simon cayó al suelo, golpeándose la cabeza, pero no estaba demasiado alto como para que se hiciera daño. Se quedó ahí tirado, aún con las manos atadas, mientras el color de su cabeza iba volviendo poco a poco a la normalidad.

—¡Simon! —Clary se agachó junto a él y revisó que se encontraba bien.—Gracias. —le dijo a Raphael.
—No tan rápido. Queremos algo a cambio. —respondió el líder y Alec rodó los ojos.
—¿Hablas en serio? —La pelirroja parecía furiosa.
—¿Qué quieres? —intervino Jace.

Raphael se quedó unos segundos en silencio, pensativo. Después dirigió a su mirada a los de su clan.

—¿Qué están mirando? —les dijo —Yo me encargo del resto.

Alec levantó una ceja. Raphael, en efecto, tenía pinta de líder y se notaba que tenía muy bien controlada a su... "pandilla" o lo que sea. Una vez que se fueron Raphael volvió a dirigirse a ellos.

—Llévenselo.
Simon ya se encontraba de pie en aquel momento, y miraba confundido al líder, al igual que todos.
—¿Qué nos costará? —preguntó Clary.
—Sólo llévenselo —Raphael empujó a Simon por la espalda, a donde estaban los demás —a veces mis chicos se salen de control.

Lo demás fueron agradecimientos, desatar las manos de Simon y otras cosas. Alec había dejado de prestar atención, tenía otras preocupaciones que el chico nerd: su hermana. El que Isabelle no se hubiera metido en la pelea o que no haya dicho palabra preocupaba a Alec; significaba que estaba muy borracha y para que ella llegara a ese punto es porque había bebido de-ma-sia-do.

Esta se encontraba a unos pasos de ellos, recargada en la pared y parecía a punto de vomitar. Alec fue hacia ella y se agachó para tomar su brazo y ponerlo al rededor de su espalda. La llevo despacio hacia donde estaban los demás pero se quedó un poco atrás, ya que no le importaba mucho el chico y no era la gran cosa. Sabía que Jace pensaba lo mismo y lo había hecho por la chica bajita; mientras ella procuraba que Simon estaba bien, Alec podía jurar que lo que veía en la mirada de Jace eran celos, lo que le provocó un ligero dolor en el pecho.