El pupitre de los rechazados

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El partido estaba por comenzar, el estado de salud de Camren había empeorado, últimamente la tos había aumentado al igual que la ansiedad. Pero el que Mike le ofreciera ir con él le hacía sumamente feliz.

Minutos antes de que todo comenzará, la chica encontró a su amigo y ambos tomaron asiento en las gradas.

—Camren...Te pido que no me odies por esto.—Murmuró él dejando perpleja a la joven.

—¿Qué planeaba Mike ahora?—Se preguntaba Camren mientras recordaba aquel drama en el que se había convertido la obra. La chica se comenzó a sentir nerviosa, Mike también se notaba algo distraído. Sin embargo Adam se sentía como nunca, para él joven era su oportunidad de brillar como el mejor jugador de Football en el universo.

Los integrantes del equipo estaban entrando al estadio, todo iba bien. Hasta que él muchacho rubio miro a una de las animadoras y le hizo una señal.

—Definitivamente algo va a suceder.—Pensó Camren aún más alterada.

—Antes de que el gran partido comience daremos un gran anuncio.—Anunció una voz femenina a través de un megáfono.

Tiempo después un audio comenzó a sonar.

—Camren...lo que siento por ella.—La voz de Adam sonaba por todo el lugar.

—Es maravillosa, creo que nunca he estado más enamorado de una chica. Daría lo que fuera por lograr meterme en su mente.—Suspiró.—No dudaría en hacer una locura para que ella también pudiera sentir lo mismo por mí.—El rostro de Camren y Adam podían ser confundidos con dos jitomates, él chico miro a la joven de la que estaba hablando en el audio y su rostro se enrojeció aún más.

Con ganas de salir corriendo de allí, el jugador estrella, Adam le dio una mirada asesina a Mike, esa
vez cuando ambos estaban en los vestidores y este le
preguntó por lo que sentía hacia Camren le había grabado. Él no podía odiarle más.

La vergüenza estaba carcomiendo a la chica, por lo que se escudó detrás de él rubio. Y la rabia consumía a Adam por lo que decidió vengarse del chico que le había avergonzado frente a todo el instituto.

—¡Maldito raro!—Gritó Adam y acto seguido pateo con todas sus fuerzas el balón logrando que este impactará en el rostro de Mike.

Y allí estaban de nuevo, el jugador estrella casi llorando de la rabia, Camren petrificada por la vergüenza y él joven Mike con un balón de Football en el rostro.