Final

28.2K 3.1K 661
                                    

Camren:

Hemos decidido dejarte unas notas de despedida antes de partir, por el momento creo que lo mejor es dejar de perjudicarte y no sé si mi decisión es la mejor, pero espero haber hecho lo correcto.

No quiero angustiarte más, además tengo algunos problemas familiares que resolver. Mi padre ha vuelto a maltratar a mi madre y ella amenaza con suicidarse.

Camren, una parte de mí quiere que encuentres a alguien que sea generoso y vea por los demás antes de si mismo para que seas feliz con él, sin embargo otra parte de mí quiere que ese alguien sea yo, aunque sea un egoísta y algo narcisista.
Sí, tal vez no sea la mejor persona de este mundo, pero creo que por ti podría intentarlo, aunque con este rostro tallado por los dioses no creo que eso importe mucho.

Si estás dispuesta a esperarme prometo que nadie más que tú ocupará mi corazón. Volveré. Y si sigues recordando a este apuesto chico regresaré para poder hacer algo que nunca pude.

Besarte.

Si es que aún sigues sintiendo algo por mí, prometo que lo haré día y noche.

PD: Si te preguntas quién ha dejado una foto pegada en tu pupitre, creo que ya sabes quién ha sido.

—Adam

Camren:

Creo que he caído muy bajo al tomar en cuenta la idea de Adam, pero creo que lo que más necesitas ahora es estar lejos de personas que solo te causan angustia.

Quiero que sepas que tal vez me arrepiento de muchas cosas, pero no de haberte escrito aquel día. Me alegra que hayas sido mi amiga.

Vendré a visitarte, me gustaría saber cuánto ha progresado mi querida amiga y quién sabe tal vez algún día tú y el chico engreído puedan volverse a ver.

Algo me dice que tiene muchos problemas familiares, pero que en cuanto estos se resuelvan volverá a ti.

Creo que si Adam tuviera que pedir un deseo sería el poder besarte, el está perdidamente enamoradamente de ti Camren. Y yo también te amo profundamente, no lo olvides.

Espero que siempre puedas sonreír.

Mike.

[...]

¿Cuánto tiempo había pasado?

Francamente no importaba, Camren había vuelto a abrir los ojos. Se hallaba acostada, en seguida se encontraban dos sobres descansando en una mesa.

La chica se disponía a abrirlas cuando el bello canto de los pájaros resonó en sus oídos, apartando la mirada de las cartas miró en dirección a la gran e iluminada ventana, pudiendo así sentir los rayos del sol en su piel.

Pudiendo así sonreír a un nuevo comienzo, sin tragedias ni condenas.

Diciendo adiós a la vieja Camren que ocupaba el "Pupitre de los rechazados" y dándole la bienvenida a una nueva vida.

El pupitre de los rechazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora