¿Qué estaba sucediendo? Me toqué la cabeza por el dolor que sentía, al instante una mueca se formó en mi rostro..
-Cuidado te podes hacer algo- Dijo Erick
-¿Qué?- lo miré con curiosidad y con demasiadas dudas pero el dolor de cabeza no me dejaba pensar con claridad- ¿Dónde está mi familia? ¿Dónde estoy? Qué es esto?.-
-Tu familia está bien, estas en un hospital, tuviste alergia a lo que te suministre- Ya sabía que estaba en un hospital no era estúpida. Además, me acordaba perfectamente lo que pasó, aunque saber que mí familia estaba bien me alegraba de una manera increíble.
-Ya sé qué estoy en un hospital, está mi familia?
-Aquí estoy, corazón, yo soy tu familia.
- No eres mi familia, dónde están ellos?
-Deja de decir idioteces Azul porque no te va a gustar verme enojado, yo soy tú familia y se acabó.
-No! Tú no eres mi familia, dime donde están, sólo eres un loco desconocido que no deja de hacerme la vida imposible.- Explote, mí cara estaba roja y el poco valor que tenía se fue por la borda cuando el endureció su rostro y cerró sus puños con fuerza.
-Vuelve a decirlo- Parecía que mi voz hubiese desaparecido, no sabía qué decir- Hazlo
-N-no- Tragué saliva y baje la mirada.
-Eso pensaba, ahora te diré lo que va a pasar, eres mi esposa, espero que no se te olvide, no hagas ninguna idiotez, Azul, porque si pensabas que te estaba haciendo la vida imposible, sí hablas de más cumpliré lo que dijiste.- Me quedé callada, tratando de procesar todo, sólo quería saber dónde estaba mi familia, mis ojos se aguaron- no, no, nada de llorar, vas a sonreír frente a ese idiota, lo entiendes, cariño?- Lo miré, no merecía esto , de verdad que no lo merecía.
-S-si.- No quería pelear, no me quedaban ganas tampoco de seguir luchando, mi cabeza dolía y mi estómago estaba revuelto, quería vomitar.
-Muy bien, ves que si nos podemos llevar bien.- Acercó su mano hacia mi mejilla, por instinto corrí mi cara, no quería que me tocara, me agarró fuertemente de la barbilla e hizo que lo mirara.- No me volteas la cara nunca más en tu vida estoy siendo muy paciente, no hagas que mi paciencia se agote, no te gustará.-El agarre se estaba haciendo cada vez más fuerte, quería que me suelte.
-Me estás haciendo daño- exclamo con una expresión adolorida en el rostro.
-Entendiste?- quería llorar de verdad que lo hacía.-
-Basta, me estás lastimado.
-Sí seguís haciendo estas clases de boberías créeme que sabrás lo que es lastimar- me soltó, mi mano fue inconscientemente hacía mi barbilla, me dolía bastante, era una bestia, como podía hacerme esto.
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