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Voy caminando por el pasillo, no logro reconocer a nadie, además, no traigo los lentes puestos así que estoy más torpe de lo usual.

"Tonta.. tonta.. tonta. No veo un rábano!"
Susurro mientras tropiezo inconscientemente e intento ubicar el salón de mi primera clase.

-Oye idiota! Ten más cuidado! - Me dice un chico, pero ni siquiera me fijo en quien es

-Ehhh, pero no me tienes que tratar mal! - grito mientras este se aleja

-No te preocupes, es un idiota Dice una voz desconocida, me giro para ver de quién se trata, y veo a un chico con una bandeja llena de galletas.

-Buscas algún salón?

-Ehh, si.. si.. 103C

-Oh, al fondo, a la izquierda, tres salones y giras a la derecha

-Gracias- Santos pámpanos, que guapo es!

-Una galleta?

-Perdón?

-Que si quieres una galleta, no escuchas bien?

-Si, me gustaría, gracias.

Voy a tomar una cuando de repente siento que alguien me empuja hacia el chico con la bandeja

Empecé a ver estrellitas, lunitas, pajaritos

Estas bien?

Jesús, eres tú? Dije.
Sólo veo una luz blanca, una luz blanca que se desvanece

Escuché risas, cuando reaccioné me vi en el piso y con un montón de galletas haciéndome compañía

Me levanté y vi al chico con una mirada fulminante recogiendo los miles de trozos de galletas, todos riéndose de mi.

Me dio tanta pena con el que sólo salí corriendo de hay.

¿Quieres una galleta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora