CAPITULO 4

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CAPITULO 4:

A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos, cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.

Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que Carlos y sus amigos estaban llegando al

comedor. Suspiré cuando Joss y Barbi empezaron a sentir lujuria por ellos, como era costumbre.

—¡Oh, genial, sexy trasero número uno está viniendo! —Barbi rió tontamente, codeando a Joss en las costillas.

Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás de mí, robándome un puñado de mis papas fritas.

—Hola, Ángel —susurró James en mi cuello.

Golpeé su mano cuando fue a robar más.

—¡James, por el amor de Dios! Ve a comprar tu propia comida, idiota —dije molesta.

Se echo a reír.

—Oh, sabes que quieres compartir conmigo — respondió, dejándose caer en el banco, empujándome con su cadera.

—James, ¿qué quieres? —le pregunté con un

suspiro, moviendo el plato lejos de él.

Pasó el brazo alrededor de mi hombro.

—Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme en toda la mañana y

eso —dijo engreídamente.

Mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia.

—Podrías quitar tu brazo-para putas de mí,

James; ¡no quiero agarrarme cualquier cosa! —le

regañé, encogiéndome para alejarme.

Se rió de nuevo.

—No seas así, Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene

una cita, así que…—se calló, sonriéndome.

¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a

casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa.

Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también. ¡Maldita sea, es tan molesto!

—Está bien, James. Ahora corre, estoy segura de que tienes alguna ETS más que propagar por ahí

—le dije, agitando la mano con un gesto molesto.

Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.

—Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche. —Me guiñó un ojo con malicia,

dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie más se diera

cuenta.

—Claro que querré, James, porque estoy tan enamorada de ti. —Suspiré, poniendo los ojos

en blanco y frotándome la mejilla donde él me

besó.

—Yo también te quiero. —Me sonrió mientras se

alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Pasó el brazo alrededor de su hombro,

sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta

"El Chico Que Se Metía Por Mi Ventana" {James Maslow & Tú} -Adaptada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora