Capitulo 5

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La unión estudiantil era una colección de sofás andrajosos y unos pocos armarios metálicos con antiguos juegos de mesa, agrupados en un glorificado rincón. Sungmin buscó a Kyuhyun. Kyuhyun siempre pasaba por aquí entre clases los lunes, demasiado perezoso para caminar a través del campus hasta su residencia.

Sungmin tropezó con una pelota wiffle5 y se forzó a dar un traspié a través del espacio abierto, atraído y repelida en igual medida. Kyuhyun estaba desparramado en un descolorado sofá, su enorme pie colgando sobre el desgastado brazo. Tenía un cuaderno tendido sobre su cara, y su pecho subía y bajaba con regularidad. Tomando una siesta. En público. A propósito. Sungmin aun no podía comprender por completo tal riesgo. De hecho, podía. Recuerdos de un terrorífico octavo grado en un viaje al Museo del Aire y el Espacio amenazó con hundirlo.

5 Pelota luminosa de plástico que tiene ocho perforaciones apaisadas y es utilizada para jugar una clase de béisbol (especialmente diseñada para niños).

Sungmin caminó cada centímetro del museo, dos veces, haciendo la búsqueda del tesoro diseñado para los equipos, todo por él mismo. Había estado muy cansado para el momento en que abordaron el autobús a casa, apenas podía arrastrarse a sí mismo al asiento vacío cerca de la mitad. Cuando Victoria se sentó junto a él y sonrió, Sungmin casi colapsó por el shock. Pensó que tal vez era una propuesta de amistad, que había servido su tiempo en el purgatorio, demostraba que él podía tomar cualquier castigo que ellos podían repetir, y su sentencia sería levantada. Se equivocó.

—Me gustan tus janes. —Había dicho Victoria.

"Tal vez mamá estaba en lo cierto." Tal vez un nuevo outfit, todavía arrugado por el doblado de un empleado del centro comercial quien se balanceaba al tecno en el frente de la tienda mientras él compraba, y una nueva actitud, era exactamente lo que necesitaba.

—Gracias. Los conseguí en...

—Oh, sé en donde lo conseguiste.

Por supuesto que sí. Maldita Victoria. Tiendas como esa tenían a personas como ella decidiéndoles qué vender en primer lugar. Victoria podía vestir una bolsa como vestido y todo el mundo lo llamaría de alta costura.

Ellos se sentaron en un incómodo silencio después de eso, hasta que el agotamiento finalmente ganó. Sungmin había caído dormido, soñando con fiestas de pijamas y dulces y almuerzos que no lo involucraban a él sigilosamente agarrando Cheetos del bolsillo delantero de su mochila cuando la bibliotecaria se daba la vuelta.

Sungmin había despertado, solo otra vez, de una pesadilla. La parte superior de su muslo se sentía húmeda. Miró hacia abajo para encontrar confusas manchas multicolores. ¿Pero qué...?

Mientras él dormía, Victoria había decorado sus jeans. No con flores o corazones o incluso iniciales. Ella había dibujado la palabra PERDEDOR en grandes letras con marcador mágico. Era como si hubiera sido marcado por un artista de grafiti.

La peor parte había sido su propia reacción. Sungmin no preguntó—: ¿Por qué Quinn lo hizo? "Porque ella podía." O ¿Por qué a mí? "Porque sí." Su primer pensamiento había sido, "¿Cómo pude ser tan tonto?"

Porque la esperanza lo había hecho estúpido. La esperanza siempre lo hacía estúpido.

Demasiado avergonzado de decirle a alguien lo que pasó, Sungmin bloqueó su regazo con su cuaderno y se arrastró fuera del autobús. Su madre había echado un vistazo de los pantalones arruinados e hizo una mueca de dolor.

—¿Por qué dejarías que alguien te hiciera esto, Minnie?

La madre de Kyuhyun probablemente nunca tuvo que hacerle preguntas como esa. Kyuhyun no dejaba que las personas lo lastimaran.

MI SECRETO [KYUMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora