16° - Venenos

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El alcohol es su veneno,
vaga sólo en la penumbra.
Calla al oír su nombre,
que haciendo ecos retumba.
"¿Quién es el que se atreve
a llamarme?", se pregunta.
"Soy la muerte, hijo mío,
te seguiré hasta la tumba."

Las pastillas son veneno,
y ella muy bien lo sabe.
Pero intenta calmar la angustia,
mezclandolas con jarabe.
Siente una mano en el hombro,
y un susurro tierno y suave.
"Ven conmigo, hija mía,
que la muerte no es tan grave."

La sangre se vuelve veneno,
cuando un tajo la hace correr.
Presiona sobre su piel el filo,
hasta que empieza a doler.
"Ay pequeña, así no se hace",
y en la muerte comienza a creer.
"El corte va en la garganta",
y en dolor comienza a arder.

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