18°- Estima

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Tiemblo ante mi misma, y el filo de mi propia espada se da vuelta.
Acaricio mi pudor, sellando esa paz que dura segundos.
Triste y frágil me deshago,
mi imagen desvanece en el olvido.
Ya no se quien quiero ser.
Ni quien tú quieres que sea.
Dejaré que la marea, ahogue mis restos en sí, y gritaré a los mil vientos, lo que algún día fui.
Si tengo que perderlo todo, por un segundo de vida.
Si tengo que hundirme en el pozo, para resurgir de mis cenizas.
Si tengo que aceptar derrotas, reprimir mis opiniones,
llorar de bronca o tristeza,
reír cuando alguien me abrace.
Si tengo que volver a unir,
uno a uno mis pedazos.
Tengo que admitir entonces,
aunque me cueste decirlo.
Que gracias a todo aquello,
hoy en día, me siento viva.

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