-Gracias Kevin, ya sabes, por llevarme y traerme a casa, fue agradable y muy diferente a lo que tenía pensado- Doble d no podía contener una enorme sonrisa pues no podía estar más felíz.-Bah, no fue nada, fue divertido ¿No?- El ojiverde también se veía animado y de muy buen humor, Edd le respondió con una risita, asintiendo ante lo que había dicho el pecoso.
Se quedaron observando unos segundos y por un momento Kevin se perdió en los ojos cyan que le observaban atentamente, sintió una calidez en el pecho, remontándole a algún tiempo en el que fueron apegados, esa noche, justo en ese instante podía sentir lo que era tener un verdadero amigo, si bien Nathan era su mejor amigo, su amistad era diferente, y ahora que se percataba, siempre todo era diferente con Doble d.
- Me voy a casa entonces, de verdad gracias, Kevin-
- Y de verdad, Edd, no ha sido nada - Se rascó la nuca -Entonces nos vemos mañana-
-Hasta mañana- Se despidió el más delgado, y como costumbre el pecoso esperó hasta que el ajeno entrara a su hogar.
Aún pensativo en lo agradable que lo había pasado aquella tarde, se disponía a guardar su Harley en el garaje, para después entrar a su hogar, cuando, todo pensamiento presente desapareció al notar una calamidad.
Buscó en el bolsillo de atrás, en los delanteros, no, no estaban por ningún lugar.-Las llaves de repuesto que están bajo la roca. Kevin, eres un genio- se dijo a si mismo, con una sonrisa, misma que se esfumó en un segundo - Idiota, esas las dejaste en el escritorio la otra noche que olvidaste las tuyas- Rápidamente tomó el móvil para llamar a su madre, cuando notó un mensaje de la misma que tenía desde hace unas horas y que, evidentemente no había notado:
"Kevin, hoy me quedaré con Martha porque necesita ayuda con el papeleo, a las 5 am regreso cariño, no te vi en la tarde pero hay lasagna en el congelador, Cuídate y no te desveles. Te amo "Vaya suerte la del chico pelirrojo, pero éste no se daría por vencido, contempló el árbol que quedaba del lado de la habitación de su madre, quien, siempre cerraba con seguro todas las ventanas; era improbable, pero no tenía nada qué perder.
Subió, tan cerca de la copa del árbol, estirándose, intentando abrir la ventana que como había pensado, estaba cerrada.
- ¿Kevin?- Una voz hizo que se estremeciera, haciendo que perdiera el equilibrio y cayese del árbol. Adolorido intentó incorporarse de a poco, sentándose en posición de buda y sobando su espalda.
-¡Santos cielos! Querido ¿ Te encuentras bien? ¿No te lesionaste nada?- No era mas que la señora Marion quien sacaba la basura quien se percató del joven y ahora inspeccionaba al muchacho en busca de heridas.
- Estoy bien, en verdad, no se preocupe- no pudo evitar sonreír al notar el parecido de las expresiones de preocupación similares a las de su hijo.
- Por Dios, Kevin ¿Qué estabas haciendo? -
El pelirrojo algo apenado le platicó su situación.
Marion sonrió con gentileza y le ayudó a ponerse de pie; no muy animado, Kevin sabía lo que pasaría.Ya se había duchado, un short con estampado de galaxia que hacía juego con sus pantuflas, una camiseta blanca y calcetines blancos era la pijama que había escogido hoy. Y como era costumbre, sólo en su hogar podía dejar de usar su gorro; alborotó un poco su cabello oscuro brillante y le pasó la secadora para dejarlo semi-húmedo.
Bajó las escaleras dirigiéndose a la cocina, pasando detrás de la sala.- Mamá ¿Compraste la leche de soya?- Preguntó mientras buscaba en el refrigerador.
- Sí hijo, busca abajo, detrás del jugo de naranja- Contestó desde la sala.
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La Apuesta. (¿O Trato?) - Kevedd
Fanfiction⚠ Historia con contenido homosexual. ▫A Doble d le gusta la natación y Kevin, a Nathan le gusta coquetear, Rave disfruta de un buen libro y cantar, mientras que a Sarah le gusta irritar a Kevin. Kevin aceptará una apuesta y hará un trato...