Luisan
Nos sentamos mirando hacia el gran escenario, en un círculo mágico por encima del público.
Junto a mí se encontraban los demás mandatarios, salvo Dela ya que organizaba el espectáculo y Hessa la cual estaba apunto de llegar.
-Luisan ¿Qué tiene preparado el angelito?- preguntó Argón mientras se besaba a una hermosa súcubo.
-La información de lo que tiene preparado mi pajarito, no ha llegado hasta mi.- admití con una sonrisa.
Argón siempre estaba rodeado de mujeres, súcubos, nobles, humanos...Yo tampoco era demasiado distinto a él la verdad. En el año que he mantenido una relación con mi novia, he tenido encuentros eróticos con otras mujeres, pero sin llegar al sexo. Nunca he tenido un encuentro sexual de esas magnitudes con una chica, sin embargo Dela, ella me estaba revolucionando cuando estoy cerca suyo solo tengo ganas de besarla, quererla y hacerla mía para siempre. Estoy deseando hacerle el amor a mi ángel, pero solo a ella, ya no quiero tocar a otra mujer, quiero a Dela.
Esta sensación es tan nueva para mí, he tenido novias para dar y regalar al igual que amantes, no obstante no me hacían sentir tanta locura como la que me causa Pajarito.
-¿No sabes lo que sucederá esta noche?
-No tengo ni la más remota idea.
Me percaté de la gran cantidad de magia ígnea que inundó el habiente y súbitamente por encima de nuestras cabezas se escucho un fuerte estruendo, probando que el público diera un brinco del susto. Incluso Ishui, Argón y Ferrir se llevaron un susto.
Para mí aquella magia era algo totalmente habitual.
-Mira por allí viene tu hermosa dragona.- dijo el demonio en tono de burla.
-Hola Amor.- me saludo Hessa y a continuación me besó. Correspondí al gesto de cariño con cierta desgana.
La dragona era la mandataria de Vandar, su aspecto no resultaba muy llamativo. Su pelo era marrón rojizo con ondas, sus orbes eran castaño oscuro, casi negros. No tenía un cuerpo muy agraciado, pero en cambio poseía un gran busto.
-Que bien que hayas llegado mi amor, el espectáculo está apunto de comenzar.
Ella sonrió y se situó junto a mí.
-¿Y tú "amigita"?- preguntó Hessa en tono despectivo.
-Dela está preparando el espectáculo y no hables de ella en ese tono.- le reprendí.
-Tendrías que alejarte de ese ángel.- tras decir aquello mi mirada se volvió dura.
-Tu también tienes amigos y yo no te lo reprocho.
-Esta bien.- contestó la dragona.
Cuando finalizó la discusión, el espectáculo dio si inicio.
Pajarito salió al escenario vestida con un corsé blanco y azul, con una falda transparente en color celeste que iba a juego con un liguero.
La mire un poco atontado, mientras que mi novia le mando una mirada fría.
-¡Bienvenidos habitantes de los cinco reinos, muchos de vosotros habéis acudido de todos los rincones de estos terrenos, para celebrar El festival de las espaldas! ¡Hoy daremos cierre ha esta festividad con actuaciones especiales!
Todos comenzamos a aplaudir.
-¡Comenzaremos con la actuación de la sirena Dara Serade!
Otra ves volvieron los aplausos y luego comenzaron los murmullos, de las gentes preguntándose cómo había conseguido traer una sirena hasta aquí.
De repente se apagaron las luces y volvieron a encenderse. El escenario estaba repleto de esferas de agua flotantes.
La sirena apareció de una de las esferas y comenzó a cantar acompañada con una rítmica música. El pueblo comenzó a bailar llenos de alegría y por otro lado mis amigos mandatarios de Némer, Bermelion y Urlum comenzaron a danzar entre risas.
-¡Venga Guía que hoy es nuestro último día!- me llamo Ishui.
Me levante con intención de ir a divertirme con ellos, pero Hessa agarro mi brazo.
-¿De verdad te vas a poner a bailar, como si fueras un plebeyo cualquiera? ¡Tienes que mostrarte serio e inmutable!- me reprendió ella.
Yo la mire en absoluto silencio, pero finalmente le respondí.- Hessa, yo no voy a vivir tres mil años como tú, necesito disfrutar de mi vida, todavía soy joven y aunque sea el Guía, tengo derecho a divertirme. Además parecer más humano te hace cercano al pueblo.- tras estas palabras me solté de su agarre.
-Tendrías que parecer un dios.- dijo la mandataria de Vandar.
-Si tengo que parecer una estatua de piedra sin expresiones para ser una divinidad, prefiero ser un mortal cualquiera.
Hessa no dijo nada más y yo fui corriendo a pasármelo bien con mis amigos.
No todos los dragones, son así, solo los Railim se comportaba con tanta frialdad hacia su pueblo.
Al finalizar la canción, Dará se despidió con una sonrisa y desapareció. Sin previo aviso se levantó un fuerte viento, que alejo las esferas de la escena colocándose sobre el público. Una de ellas acabo a pocos metros sobre mi cabeza. Una desmesurada cantidad de rayos salió disparada fuera del escenario, haciendo estallar las bolas de agua y creando una lluvia brillante.
En el escenario se proyectaron dos sombras y a continuación toda la escena se iluminó, dejando ver a Arya y Salamander.
Hessa dio un brinco de la sorpresa.
-¡¿Qué hacen mis primos ahí?!
Si, la pelirroja, él mariposa salvaje de la pradera y mi novia eran familia. Aunque la familia de la dragona los Railim eran los que tenían el poder en el reino.
-Bienvenidos ¡Yo soy Arya de la familia Hayuki!- gritó la amiga de Dela reclamando atención.
-¡Y yo soy Salamander de la familia Derniver!- le prosiguió el dragón eléctrico.
A continuación, los primos tomaron posición en el escenario. Arya creó mediante magia una fuerte corriente alrededor de la escena, por otro lado el dragón envío rayos hacia la corriente de aire, creando a su ves una ráfaga de aire eléctrico.
Era un espectáculo digno de admirar, los rayos tomaban extrañas formas debido al fuerte viento y la corriente contenía los rayos para que estos no se descontrolasen.
Arya desenfundó su arco y disparo una flecha a la corriente haciendo que estallara en una luz cegadora.
-¡Y ahora como espectáculo final del festival! ¡Dela Lucy!
Cuando la luz se disipó, Pajarito estaba en escena vestida con unas ropas de bailaría arábica, y seguidamente comenzó a mover su cuerpo de forma sensual. Todos los espectadores gritaron emocionados. Su movimiento era algo enigmático.
El ángel creó una serie de círculos mágicos sobre el público, dio un salto y siguió bailando, hasta llegar a la altura del círculo mágico en el cual me hallaba. Luego de un salto mi ángel subió a la mesa que estaba frente a los mandatarios y prosiguió su danza.
La miraba ensimismado era tan hermosa. Mi novia me dio un codazo en el estómago y recupere la compostura, debido a que Dela hizo una pirueta para descender de la mesa y volvió al escenario danzando.
Mientras el ángel seguía su movimiento sensual sobre el escenario, sentí una gran carga mágica sobre mi, miré hacia el cielo y lo vi una gigantesca bola de magia muerta...gris...totalmente corrupta apuntando directamente al escenario en donde mi ángel actuaba. De repente el tiempo comenzó a moverse lentamente, aquella magia salió disparada hacia la escena, salté de mi asiento hacia la escenografía. Seguía percibiendo el tiempo de la misma manera, antes de llegar hasta la plataforma convoque a Chroma. Cuando llegue hasta Dela agarré su cintura a ella todavía no le había dado tiempo a reaccionar. La esfera estaba casi sobre nosotros, canalice mi poder a través de la espada y con una estocada certera hice estallar aquella magia.
Por fin cuando comencé a percibir mi tiempo de forma natural, comenzaron los gritos de terror por parte de los ciudadanos y Pajarito seguía asustad entre mis brazos. Cuando levante la mirada hacia el cielo lo vi, vi al traidor de mi padre con una sonrisa cínica.
-Cabron- pronuncie con un tono de desprecio.
Un haz de luz llego hasta mi padre rasgando el hombro de su camisa, el causante de aquella luz, era Dela que levantaba su lombow blanco con grabados negros en dirección a mi progenitor.
-Ha vuelto...- pronuncié.
-Y ha sido para dar muerte por lo que veo- prosiguió mi amiga.
De repente se iniciaron los gritos de auxilio por el pueblo. Los secuaces de mi padre habían comenzado a matar a los civiles.
-¡Arya! ¡Salamander! Ayudad a los civiles- ordenó Dela, luego se giró y lanzó una flecha al aire- ¡Mi caballero!
Ha esta llamada al principio no hubo ninguna respuesta, pero de la nada un subordinado de mi padre chocó contra los tablones del escenario, además de aquel golpe mortal, tenía una alabarda incrustada en el torso; un caballero con una brillante armadura dorada y blanca, labrada con símbolos angelicales, recogió el arma ensangrentada.
-Mi ángel ¿Me llamabas?- preguntó el chico.
-¡Elen!- Pajarito fue corriendo hasta él.
Elen era el novio de Dela, tenía diecisiete años, su rostro era bastante agraciado, con un pelo marrón oscuro y unos ojos amarillos o verdes como el musgo depende de cómo le reflejará la luz. Su cuerpo era fibroso pero sin llegar a tener mucho músculo, sus brazos era lo único musculoso de su cuerpo debido a el gran pensó que suponía su arma.
-¡Corre ayuda a los civiles!- le ordenó Pajarito, él asintió y acató su orden sin rechistar.
Miré hacia la gran carnicería que había comenzado; Fenrrir, Ishui y Árgon, estaban enfrascados en la batalla, por otro lado Elen acaba con ellos sin ninguna dificultad y los dos híbridos de dragón no parecían tener ningún problema.
-Pajarito ocúpate de proteger a los civiles con tu magia, yo me encargaré de mi padre.
El ex Guía reía divertido ante la masacre que había provocado.
-¡Pero Luisan! ¡No podrás tú solo! - me advirtió mi ángel.
-No iré solo ¡Hessa!- grite llamando a mi novia, la cual apareció por encima de toda la marabunta de gente.
-¿Qué ocurre mi amor?- preguntó la dragona.
-Necesito que...- estuve a punto de pedirle ayuda, pero retrocedí ante esa idea, él era mi padre y debía de encargarme yo solo de él.
-¡Protege al pueblo con Dela! ¡No quiero un no por respuesta!
-No, Luisan, yo seguiré a mi aire, que Dela se encargue de proteger al fin y al cabo es lo único que saben hacer los ángeles.
Tras estas palabras, Hessa giró sobre sí misma y emprendió el vuelo.
-Luisan...- suplico Pajarito.
-Protege a los civiles, yo me encargo de el traidor.
Visualice el cielo y de un salto hasta la altura de mi padre, en posición de ataque. Él me vio venir y esquivo la estocada, yo me aleje con rapidez de su radio de ataque.
-Hola hijo mío, veo que vas mejorado.
-Y tú cada vez estás más viejo- dije en tono de burla.
Corrí hasta él e intente asestarle otra estocada, pero volvió a evadirme.
-No tengo tiempo para esto Luisan...se acercan días oscuros, volveré a tomar Fintas, volveré a ser el único más poderoso. Hasta luego hijo mío.- tras decir este desapareció.
-Maldito...- maldije por lo bajo.
Y entonces oí un fuerte estruendo bajo mis pies. Dela había levantado un escudo en torno a todas las personas y los esbirros de mi padre corrieron hasta las defensas mágicas. Pude ver cómo el ángel creaba una desmesurada cantidad de espadas y con un giro de su muñeca, todas las armas fueron en dirección a los invasores matándolos a todos.
Aparecí junto a Pajarito y le susurré en el oído -Ha sido increíble mi ángel.- ella se sobresaltó por mi voz.
-Gracias, pero Luisan...- sabia de ante mano lo que iba a decir.
-Dela...
Nos quedamos en absoluto silencio. Habían muerto inocentes...me sentí tan culpable e impotente, no habíamos podido protegerles.
Al día siguiente se contempló el número de víctimas, una cuarta parte de los asistentes a la danza de espadas había muerto y más de la mitad de los ciudadanos estaban heridos.
-Maldita sea...- susurre y a continuación golpee el escritorio con furia.
El aire estaba cargado de un olor a carne quemada debido a que habían encendido hogueras para quemar lo cadaveres sobrantes. Ese olor me producía náuseas, olía a podredumbre, a muerte.
Toc toc, oí alguien estaba llamando a mi puerta.
-Se puede- dije con un susurró.
-¿Corven?- preguntó la voz de Dela y su mirada estaba cargada de preocupación.
-Hola Pajarito- intente sonreír para no preocuparla.
-Hola Corven- vi como sonrío levemente- ¿Tienes un libro de cuentos?
-Si tengo uno en la biblioteca ¿Porqué lo preguntas?
-Pasad pequeños- dijo el ángel en tono dulce como si fuera una madre.
La habitación se lleno de unos treinta niños de distintas edades.
Al verlos comprendí, eran niños que se habían quedado huérfanos después del ataque o que sus padre estaban desaparecidos eso les decíamos para no asustarles.
-Hola chiquitines- les dije sonriendo.
-Saludad al Guía-
-Hola señor Guía.- Saludaron al unísono.
-¿La señorita ángel les va a leer un cuento?
-¡Si!- dijeron emocionados, Dela sonrío satisfecha.
-¿Puedo ir con vosotros?- pregunté- Les tiene que dar permiso la señorita.
Dos niños que estaban pegados a las piernas del ángel le preguntaron- Señorita Dela ¿El guía puede venir con nosotros?- mientras tiraban del vestido de la joven.
-Claro que puede, yo no controlo al señor guía, él se lleva solo.
-Yo sigo mis normas Pajarito, pero los ángeles imponen un respeto sobre mi.
-Pues puede venir con nosotros señor Guía, pero primero voy a coger el libro.
-Yo lo cojo no te preocupes- dije mientras tomaba un tomo de cuentos.
Salimos de la habitación y nos dirigimos al jardín, los niños correteaban por todo el pasillo. Dela se encontraba junto a mí sin dejar de sonreír.
-¡Señor Guía!- gritaron un grupo de niñas.
-¿Qué ocurre pequeñas?- pregunté poniéndome a su altura.
-¿Sabes qué?- dijo una niña.
-¿Qué?- volví a preguntar.
-¡Eres muy guapo!- reí ante su comentario.
-No debes decirme eso, mi novia se pone celosa.
-¿A sí?- preguntó la criatura. -¡Señorita Dela! ¿Te pones celosa si llamo al Guía guapo?
Mi ángel se sonrojó completamente al igual que yo.
-¡No me pongo celosa!
-¿Y por qué el Guía dice que sí? Tú eres su novia.- Pajarito parecía un tomate.
-No somos novios, solo amigos- dije.
-¡No me creo que sean solo amigos! ¡Son novios!- dijo la niña y se fue corriendo a contárselo a sus amigas.
Dela y yo nos miramos y sonreímos tímidamente.
Al llegar al jardín, los niños salieron corriendo y comenzaron a jugar.
-¡Niños! ¡Quietos todos!- dijo el ángel con firmeza.- ¿No querían que les leyera un cuento?
-Pero señorita Lucy, el jardín es para jugar, no para leer un cuento- dijeron los niños.
-Esta bien Corven ¿Vamos a jugar con lo niños?- preguntó mí amiga con una sonrisa.
-Vamos Pajarito- respondí.
Comenzamos a jugar con todos aquellos niños. Sentí como si volviera a tener once años, cuando no había preocupaciones, no estaba apunto de estallar la guerra, ni papá había enloquecido y tampoco mamá estaba muerta.

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Los 5 reinos
FantasyEn un mundo perdido donde la magia está en su mayor apogeo, los 5 reinos están en paz en estos momentos después de una historia de guerras interminables y enfrentamientos sangrientos, todo está en paz. Donde la democracia está a la orden del día, co...