Sorcière

Capitulo 5

Preparo un discurso para la reunión que tendré en la tarde. Dracula me trajo al palacio antes del amanecer, pase toda la noche con él.

Camino de un lado a otro en mi alcoba, mientras intento aprender mi discurso, se me olvido hacerlo, mi padre me dijo ayer que lo hiciera.

Escucho tocar la puerta, digo con curiosidad, -Si, que necesita-.
-Princesa su padre ordena que baje a desayunar-.
-De acuerdo, voy en unos minutos-.
Dejó mi discurso en mi escritorio y salgo de mi alcoba. Camino por el inmenso pasillo para llegar al fondo donde se encuentran las escaleras.

Al llegar al comedor tomó asiento, mi padre se encuentra enfrente de mí.
-¿Dónde estuviste toda la noche hija?-.
-Estuve en el pueblo-. Hago una sonrisa leve en mi rostro, dirijo la vista al plato que tengo enfrente.
-No quiero que salgas durante la noche, es peligroso, entendido-.
-Por qué te preocupas tanto, no camino sola-.
-¿Quien te acompaña?-.
Me quedo en silencio por unos segundos, mientras pienso en algo, le digo firme, -Mi caballo, sin el no iría a ninguna parte, tú sabes que no me gusta caminar-.

Aceleró la velocidad para terminar de desayunar lo más rápido posible. En cuanto termino, digo con alegría, -Que rico estuvo, me retiro por qué tengo que ensayar mi discurso-.

Camino por el pasillo para llegar a mi alcoba, en cuanto me encuentro enfrente de la puerta de mi alcoba me quedo inmóvil, intento abrir la puerta pero no logro moverme.
-Si no te molesta entrare primero-.
Esa voz la reconozco, proviene de mi padre.

Me aleja de la puerta y sigo sin moverme. Entra a mi alcoba, empieza a supervisar, al terminar de supervisar me quita el encantamiento. Se retira sin decir ninguna palabra. Entro a mi alcoba para supervisar que no aya hecho nada, superviso mi escritorio detalladamente, al parecer no se llevó nada.

Al medio día es la hora de la reunión, me encuentro alado de mi padre.
Mi padre me presenta a todos los invitados para conocerlos y poder relacionarme haciendo negocios.

Todos los presentes de la reunión hablan sobre que empezara una guerra,
-Los vampiros se creen los sabios solo por tener más siglos que nosotros-, dice un duque.
-No solo eso, el famoso Dracula tiene una obsesión por el poder...-, dice un comerciante.
-Pero no son malas personas-, interfiero en la conversación.
-Hija esas bestias no son personas-, me dice mi padre con seguridad.
-Por qué les dices bestias y a que te refieres-, respondo con curiosidad.
-Es gente enferma y sin alma, por lo menos las demás especies están vivas-, dice el duque.
Aprieto mi mandíbula con fuerza y dirijo mi vista a un lado.

-Será mejor que te retires-, me dice mi padre.
-¿Por qué?, no he hecho nada malo-.
-Eres aún muy joven e ignorante-.
-Solo por qué soy mujer y tengo 17 años, solo recuerda que no soy una niña y que no...-.
-Yo soy el rey y tu padre, con más razón debes callarte y obedecer-.
Me quedo sin decir ninguna palabra, después de unos minutos me levanto de mi asiento y me retiro en silencio.