Después de minutos intentando salir e intentar llamar a mis amigos, me rendí.
Mateo se sentó en el retrete mientras yo me fui a sentar en la bañera, subí mis rodillas y abracé mis piernas.
Estábamos en silencio.
-Mateo-Pronuncié.- Préstame tu celular para llamar a...-Me interrumpió.
-No, no lo traje, se quedó en casa-Dijo.
-¿Por qué?-Cuestioné.
-Que te importa-Bajé la mirada y cerré la cortina de la bañera.
Enterré mi cabeza entre mis piernas y me abracé a mi misma fuertemente.
Estuvimos más minutos en silencio.
Miré la hora en mi celular, 12:43 no tenia llamadas ni mensajes de mi papá.
Que raro.
Tal vez no debí venir aquí, o tal vez es el destino que quiere que arreglemos las cosas, no lo se. Pero claramente es imposible hablar bien con Mateo.
-Lo siento-Susurré esperando a que me escuchara.
No contestó, seguro no escuchó.
-¿Por qué?-Bien...creo que si escuchó.
-Por todo, por aparecer en tu vida, te prometo que ya no me meteré contigo ni con Mariand-Volví a susurrar.-Lamento molestarte y hacerte venir aquí, solo quería que supieras pero...desde la ultima vez que hablamos creo que quedó claro que ya no quieres saber nada de mi, pero sabes....me duele, me duele por que....eres la persona que amo, eramos amigos, eramos casi hermanos y sabia que si me declaraba contigo todo se iba a ir a la mierda, perdón por la palabra pero eso fue lo que sucedió, pero tu insististe tanto que...ya no pude seguir ocultando lo que sentia, yo me sentí presionada-Un nudo se sintió en mi garganta-No tenia ninguna opción, era perderte o perderte, quisiera o no y....-Mi voz se quebró-No sabes cuanto te odio......cuando me besabas......cuando me tocabas o mirabas mi trasero, era lo mejor, pensé que te gustaba o me deseabas, eso era lo mejor para mi. Pero todo fueron ilusiones falsas-Me abracé más fuerte y las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas-No se que fue lo que hice yo para que me odiaras, pero yo te amo y te odio a la vez, quiero besarte pero a la vez quiero romperte la cara. Pero te amo, Mateo. Te amo-Un sollozo se escapó de mis labios y fue ahi cuando cellé mis labios, ya no quise hablar y mejor me dispuse a llorar. A los minutos me calmé, cerré mis ojos varios minutos, estaba apunto de quedarme dormida pero se escuchó que Mateo abrió la cortina.
Me miró, no dijo nada y se sentó justo frente a mi, inclino un poco sus rodillas con sus piernas abiertas claro, y sus antebrazos los colocó arriba de sus rodillas, solo me miraba. Yo bajé la mirada y comencé a jugar con las cintas de mis tenis, su mirada me incomodaba mucho.
-Emma, yo te quiero-Dijo levanté la mirada pero luego la bajé.
-Si quieres a una persona, no la lastimas-Dije, suspirando y seguí con las cintas.
-¿Estás insinuando que no te quiero?-Cuestionó.
-Tomalo como tu quieras-Dije sin mirarlo, el no dijo nada y yo seguí con las cintas hasta que sentí su mano sobre la mia.
-Mírame-Susurró, yo lo miré.
Nos quedamos unos segundos así hasta que sonrió, fruncí el ceño, se acercó a mi, estamos muy serca, podría besarlo. Estiró sus brazos a mi espalda, hasta que sentí agua sobre mí. Abrí mi boca sorprendida.
-Vamos, hay que divertirnos-Mateo colocó la tapadera para que así la bañera se pudiera llenar.
Se levantó y quitó sus tenis, yo hice lo mismo y comenzamos a jugar con el agua.
Yo le hechaba agua en la cara mientras el hacia lo mismo, obvio abrimos la cortina y saqué mi telefono junto a mis tenis.
Resbale en la bañera cayendo de sentón haciendo que me empapara completamente.
Duramos jugando y riendo unos minutos. Hasta que nos quedamos quietos en nuestros lugares de nuevo, frente a frente, la diferencia ahora es que el agua llegaba mas o menos a la altura de mi ombligo.
-¿Esto significa que arreglamos las cosas?-Cuestioné, el dejó de jugar con el agua para mirarme.
-No, no lo se-se quedó callado-aún no creo lo que me dijiste hace unos minutos, ya sabes lo de Mariand el lunes-Dijo y suspiró.
-No me creas si no quieres, eso no importa ya. Pero quiero que sepas que lo único que quiero es que seas feliz, es por eso que te ayudé con Mariand, pero se que vas a salir herido, eso es lo que menos quiero-Dijo mirando el agua.
-No voy a salir herido Emma, solo dejame ser, no quiero que me "Protejas"-Hizo comillas con sus dedos.
- ¿ Por que "Protejas"?-Cuestioné de la misma manera.
-Por que sé que tu solo me quieres separar de Mariand y no lo voy a permitir-Dijo mirandome, solo bajé la mirada.
-¡No lo quiero hacer!-Dije comenzando a gritar, suspiré y heché agua en mi cara.-Me duele que pienses eso-Susurré, casi inauduble. Después de unos minutos volví a hablar-Mañana cumples diecisiete, o más bien ya los cumpliste, feliz cumpleaños Mateo-Dije-Ahora eres mayor q....-Me interrumpió y me besó.
Sus labios estaban fríos y sabian un poco a cerveza.
-No sabes cuanto deseaba hacer esto, desde que abrí la puerta del baño y te miré aquí-Volvió a besarme.
-Te amo-Susurré contra sus labios y seguí besandolo.
Tomó mi cintura por debajo del agua, me levantó y me puso a horcajadas a el. Tomé sus mejillas y continué besandolo.-Ummh-Gemí en el beso, jamás te separes Mateo.
-¿Mateo?-Escuchamos una voz en la puerta.
Mariand. Oh, maldita sea, mierda. ¿Por qué ahora?
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Hola, es muy noche, lo se. pero bueno, el capitulo que sigue es emocionante. Esperenlo el Jueves.
Duerman bien.
Las amo.
•TOTO
