17.

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Ya era de noche, las estrellas estaban brillando mas que otras noches, la Luna estaba en su mas máximo esplendor y los ojos de Mario brillaban mirándome dulcemente. Estábamos sentados en el cesped.

- Es una noche muy hermosa, como tu- dijo dulcemente.

-Eres tan lindo- dije mordiendome los labios muy arrepentida.

-Nunca había encontrado a alguien como tu, me soportas tanto, me amas con todo y mis defectos, y haces todo para verme feliz con tu sola presencia-  murmuró agarrando una de mis manos.

Beso mi mano lentamente y morí de amor y ternura.

El se acostó en el cesped y palmeo el cesped al lado de el.

-Acuestate - dijo con una sonrisa.

Me acosté un poco separada de el, pero el me jalo y me hizo recostarme al lado de el, a la vez abrazandonos, sentí los latidos de su corazón, ese sonido era tan placentero para mi y me relajaba un monton, los latidos fueron mas rápidos cuando me miró.

-Soy el hombre más afortunado del maldito planeta entero- murmuró cerca de mis labios y acto seguido me beso dulcemente.

Cuando nos separamos sólo nos quedamos mirando el gran arte llamado cielo.

Nos quedamos ahí algunos minutos, hasta que el sonido de mi celular me hizo reacciónar a la realidad

Era un mensaje, de un número desconocido, y este decía así:

"Aww, ¡que lindos se ven! Perdón por interrumpir pero sólo quería decirte que su amor no va a durar mucho, besitos"

Me puse un poco pálida por que al parecer nos estaban espiando, Mario me miró algo raro y me pregunto que pasaba.

-Mi madre me mandó un mensaje, me quiere alla- menti mirando la hora y eran las 11:31pm. Vaya madre, no sabe ni qué estoy fuera de casa.

-Si quieres te acompaño a buscar un taxi, es tarde y no te vaya a pasar algo- dijo parándose. Definitivamente arruinaron el momento.

Más tarde, yo ya estaba en  mi casa, mi madre ni siquiera se había preocupado y cuando me vio simplemente me ignoro.

Subí las escaleras para ir a mi cuarto y escuche gemidos en la habitación de mi hermana, que asco.

Sólo me puse mi pijama y dormí tratando de ignorar los gemidos de mi hermana y pensando en lo que pase hoy con Mario.

~

Desperté gracias a la luz del sol, y mire hacia afuera y descubrí que estaba un poco nublado, más al rato llovería.

Baje adormilada a la cocina y tome un poco de agua de naranja y lo serví en un vaso, pique un poco de fresas, moras, kiwis, y un poco de mango. Esto seria mi gran desayuno.

No tenía ganas de comer en el comedor, así que puse todo en una bandeja y lo subi a mi cuarto. Lo puse en una pequeña mesa y lo acerque a mi cama para comer, cuando termine, lo lleve nuevamente a la cocina y lo dejé en el lavaplatos.

-Boba, ¿y mi desayuno?- dijo sentándose en la tabla mordiendo una manzana.

-Tu puedes hacerlo, no soy tu sirvienta- dije dándome la vuelta para irme pero en ese momento entró mi madre

-Haznos el desayuno estupida- dijo sentándose en el comedor.

-Pero..-

-Sin peros, hazlo o te castigo, dame gracias que ayer no te dije nada, por eso llegaste tarde, por andar regalando las nalgas.- dijo y la mire dolida y sorprendida.

Obsesive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora