Cuando llegue a mi casa, me cruce la valla y escale hasta mi ventana, todo estaba como lo deje, me deje caer en la cama, me cambie y me puse la pijama. Caí profundamente dormida.
Me levante gracias al ruido de mi puerta, alguien estaba gritando mi nombre
"Carolina, haberme la puerta." grito una voz que no reconocí.
"¿Quién es?" Dije molesta ya que interrumpían mi sueño.
"Te vino a ver un niño, te está esperando" Dijo y oi como sus tacones se alejaban por los pasillos.
Rápidamente me levante y me pregunté quién sería, me vestí con unos shorts cortos muy pegados y una blusa holgada que dejaba muy al descubierto.
Cuando estuve lista, baje por las escaleras y al mirar quien era el que me estaba esperando me sorprendí.
"¿Ramiro? ¿Que estas haciendo aquí?" Pregunte cruzándome de brazos.
"Bueno, vengo a decirte algo muy importante para ti" dijo con una sonrisa maliciosa.
"Entonces dime" le dije sentándome en el sofá.
"Bueno preciosa" hizo una pausa para mirarme sin quitar aquella sonrisa y volvió a continuar.
Levante una ceja por el "preciosa"
"Sin rodeos Ramiro" respondí irritada.
"Esta bien, al punto, te vi ayer y no haciendo algo bueno" dijo y acto seguido se empezó a reír.
"De que te ries Imbécil" murmure entre dientes mirándolo fijamente.
"Por lo que te propongo a cambio de que no le diga a Mario que lo drogaste" respondió con una sonrisa burlona.
"Hijo de puta" dije mientras me acercaba a darle una bofetada, y lo hice.
"Tienes suerte que estoy de humor nena, si no...." dejo la frase en el aire y yo lo mire furiosa.
"Dime qué quieres que haga" dije calmandome un poco. Al menos no sabía lo de las fotos.
"Sencillo; lo que siempre he querido, que te acuestes conmigo" dijo levantando las cejas.
"Ja, si pienses que lo hare, estas equivocado" respondí riendome.
"¿Estas segura?" Dijo levantándose del sofá.
Cuando estaba por salir de la puerta lo hablé:
"ESPERA!" Grité parándome.
Se volteó y se rió de mi
"Te quitaré esa sonrisa de la cara si no te callas" murmure.
"Esta bien, esta bien" respondió alzando las manos en modo de rendición.
"Pero con un par de condiciones" dije mirándolo resignada.
"¿Cuales son?" Dijo.
Sonrei y empecé a decircelas.
~
Después de acabar de establecer las condiciones con Ramiro, subí a mi habitación y me mire al espejo, analice cada detalle de mi. Me deje caer en la cama cansada de todo el estrés. Me acordé de mi "acuerdo" con Ramiro y deje salir una sonrisa de maldad , el no se esperaba lo que le iba a hacer, nadie se mete en mis asuntos.
~
Me había quedado dormida dos horas, al despertar salí de mi cuarto y baje las escaleras hasta llegar a la cocina, ahí me preparé un sándwich sencillo y lo puse en un plato para después irme lo a comer a la sala. Me di cuenta que no había nadie en mi casa y me sentí aliviada por la paz de estar sola. Cuando termine agarre mi celular y llame a un par de personas que me ayudarán en mi plan para Ramiro.
Mañana sería el encuentro con Ramiro, obvio yo no me iba acostar con el, me daba asco y nada más de pensarlo me daban harcadas. Para eso era el plan, pero no se los voy a contar, sólo esperen.
Al terminal de planear todo, subí a mi cuarto y me acosté en la cama , agarre el control remoto y encendí la televisión para ver algún canal. Pasaron varios minutos y una llamada me distrajo del canal que estaba viendo.
~Llamada telefónica ~
-Bueno- dije mirando quien me llamaba y descubrí que era Mario.
-Hola Caro, sólo quería decirte si estabas bien, es que como ayer viniste a mi casa, pero no recuerdo más, sólo quería saber.- dijo en un tono preocupado
Mire nuevamente el nombre y si se trataba de Mario, pestañee confundida.
-Mmmm si claro, estoy bien, gracias por preocuparte.- dije con algo de dulzura.
-Bueno, ¿quieres venir a mi casa un rato?- dijo.
-Si claro-dije con algo de arrepentimiento por lo que le hice.
-Bueno mi amor, te veo allá, recuerda que te amo.- dijo y colgué de inmediato .
No puedo creer que él haya dicho eso, se supone que es un maldito infiel de mierda. Bueno a esperar las consecuencias de mis actos.
