C A P Í T U L O 17

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Willian Daniel POV

Había salido hacia ninguna parte en particular solo quería salir de ahí y sacar mi furia. No podría creer que era verdad que Lottie estuviera con el nerdental de Carlo. ¿Qué mierda tenía en la cabeza para haber dejado que fuera con él?

-¡Daniel, espérame ahí!-Gritó Han detrás de mí, no me había dado cuenta de su presencia hasta que hablo, ni siquiera me había dado cuenta donde estaba. Me encontraba en el patio cerca de el lago.

-¿Qué quieres Han?-Le grite y retrocedió, hasta a mí me dio miedo mi actitud, así que respire para tranquilizarme.

-Entiendo de que estés enojado por qué  Carlo este en la casa pero no tienes que ser tan grosero.

-¡No ser tan grosero! Hizo mi vida miserable cada que podía, era la burla del equipo de fútbol por su culpa! Fui educado con ese estúpido, y que estén agradecidos que no abrí de más la boca.

Eso era verdad, aunque era yo el mejor, Carlo siempre encontraba la forma de burlarse o hacerme sentir mal. "El presumido" "el sabelotodo" "el matadito" eran apodos que me había asignado.

-No estabas así antes.-Dijo Han al acercarse a mí.-¿Tiene algo que ver que este con Lottie?

-¿Qué?.-Pregunte confundido. ¿Qué tenía que ver Lottie con todo esto?

-Todo el día estuviste bien hasta que viste s Lottie con Carl...

-Ni lo menciones, ella no debería estar con ese cretino.

-No me lo puedo creer, ¿Dany , estás celoso?-Decía Han en torno de burla mientras soltaba algunas risas usando mis mismas palabras.-No me sorprendería después de que los encontré en tu habitación y...

-No estoy celoso, simplemente tengo que cuidar a Lottie de tipos como él por qué...

-Por qué es tu prometida, y la quieres.-Me interrumpió, con una sonrisa en su rostro de la emoción que la invadía.

-¡Por qué nadie se merece a ese malparido príncipe de quinta!-Respondí, aunque Han tenía parte de razón, no lo admitiría.-Y por qué.-Trage un gran nudo de mi garganta.-es mi amiga.

Se sintió raro al admitirlo, es algo que sabía desde que jugamos videojuegos, nuestra "amistad" empezó ahí, pero aun así me incomodaba llamarle amiga no era algo casual, quería mostrarle el mundo a Lottie, enseñarle todo lo que quisiera y satisfacer su curiosidad respondiendo sus preguntas, supongo que eso hacen los amigos, pero con Han nunca me había sentido así.

-Y ahora no me estás haciendo caso por pensar en ella.-Dijo Han cruzando sus brazos.-¿Ya vas a admitir que te gusta?

-¡No voy a admitir que Lottie me...

-¿Qué yo que?-Preguntó Lottie acercándose con dificultad.

-Nada.-Dijo Han con una sonrisa.-Yo vuelvo a la fiesta.

-Te acompañamos, se supone que yo era tu acompañante.-Me apresuré a decir, mientras empezaba a sentir nervios de quedarme a solas con Lottie.

-No, yo solo salí a buscar a mi hermano, no lo he visto.

-Yo lo vi.-Mintió Han.-Yo lo busco, y le digo que lo estás buscando.

Antes que pudiéramos protestar ella ya se había puesto en marcha a la búsqueda.

-Así que.-Dijo Lottie para romper el silencio.-¿Qué hacían?

-Nada.-Respondí incomodo.-¿Por qué no estás con tu acompañante?

Solo preguntaba por educación y sin ganas de que me respondiera, de verdad que no quería hablar de él. Caminamos un poco para incorporarnos de nuevo a la fiesta.

-Ah, él.-Se encogió de hombros.-Me aburrió y le dije que me disculpara.

Quería reírme a carcajadas.

-¿De verdad?- Pregunté con una sonrisa en mi rostro.

-Solo hablaba de él, de él y de él, no es que yo sea muy vanidosa.-Soltó una risita.-Pero también me gusta hablar de mí.

-Lo sé.-Deje escapar las palabras.

-¿A sí?.-Preguntó divertida.

-Entre Han y yo no hay nada.-Solté sin saber qué decía. Podría jurar que no tome vino, no mucho.

-Ah.-Dijo dirigiendo su vista lejos de mí.-¿Pero te gusta cierto? Sé que algo tienen ustedes dos.-Dijo bajando la cabeza.

De pronto sentí ganas de explicarle todo, que entre Han y yo jamás hubo ni habrá nada, simplemente una muy bonita amistad de amigos, casi hermanos. Que las veces que nos encontró abrazándonos fue por qué la quiero y la quiero proteger y ayudar en todo.

-Han es cómo mi hermana.-Respondí tratando de ver su rostro, no me veía, así que mejor intente ayudarla con mis dedos alzando su cara.-Si a eso te refieres, yo no la podría ver de otra forma más de cómo una pequeña hermanita loca y eufórica que siempre está apoyándome en todo, desde pequeños haciendo las travesuras juntos, y te aseguro que ella piensa igual que yo.

Ella me miraba con ojos inexpresivos, no sabía cómo interpretar su silencio.
Y me abrazo.
Estuvimos así un tiempo, envuelto en sus pequeños pero cómodos brazos, hasta que una voz nos interrumpió.

-¡Lottie!-Escuchamos la voz que dio fin a nuestro abrazo.



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