Lo que precede del Caos [traducción]

(Kai) Drabble I - Los arboles y el hacha.

Nota de la autora: 

Preludio e introducción del fanfic "Teoría del Caos", esta historia cuenta los hechos de la vida de los 12 chicos y los problemas y los placeres de trabajar en el crimen organizado.

La serie, que contiene 12 drabbles, presenta a los personajes principales de TdC y cuenta los hechos que ocurrieron tres años antes de que las dos organizaciones criminales diferentes, K y M, terminaran cruzando sus destinos debido a un error.

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¡Este es el primero de los doce drabbles! El orden sera el mismo de los teaser que SM lanzo de EXO, por lo que el primero a ser presentado es Jongin, nuestro querido Kai.

Todos los drables tienen títulos de fabulas, por eso el nombre puede sonar extraño, pero lean la frase debajo del nombre, ¿si? ¡Tiene sentido con la historia contada en el drabble!

Recordatorio básico que todos los drabbles ocurren >tres años< antes del comienzo de Teoría del Caos. La organización K aún no existe y la organización M ya funciona desde hace dos años ¿ok? 

Los arboles y el hacha.

"Quien le da al enemigo silencioso lo que él quiere, puede acabar perdiendo todo."

Kim Jongin no tenía interés en la escuela. De hecho, Jongin creía que ir a un lugar, quedarse sentado y no absorber nada de lo enseñado que poco le intentaban pasar era una pérdida de tiempo, así como su vida en general. El chico de diecisiete años vivía con un padre alcohólico, que actuaba como si él no existiera, y su madre falleció que cuando él aún era un bebé, pero el chico realmente no recordaba nada de ella.

La última vez que Jongin piso su escuela fue hace más de un mes. El chico descubrió, hace algunos meses, una forma mucho más fácil y beneficiosa de ascender en la vida y conseguir dinero: engañando mujeres. Sus primeros objetivos eran chicas ricas de su edad que encontraba en fiestas. Jongin siempre se acercaba a sus objetivos y usaba su labia para hacerlas caer a sus pies.

En una semana, él conseguía adentrarse en la casa de las mismas presentándose a los padres como el novio. En dos semanas él conseguía arrancar más dinero de la chica de lo que ella podía siquiera darse cuenta, sea con presentes banales, relojes carísimos, ropa de marca o con idas a restaurantes maravillosos casi todos los días. Él también robaba, a veces, pequeños objetos valiosos de las casas de sus víctimas para aumentar sus ganancias.

Claro, después de succionar todo lo que podía de su víctima y conseguir un buen dinero para él, Jongin desaparecía.

Con el tiempo, el chico se auto apodo Kai, porque consideraba que ese nombre era más atrayente y fácil para que sus tontos objetivos lo recordaran. Cuando Kai consiguió juntar un valor considerable para él, huyó y se mudó a otra ciudad, esta vez más cerca de la capital Seúl. Alquiló una habitación de sólo una pieza y salió en busca de nuevos objetivos: esta vez, mujeres casadas, pero infelices. Su primera víctima era una joven que tenía un marido abogado. Jongin apareció cierta vez ofreciéndole servicios de jardinería o cualquier cosa que necesitara. ¿Quién se resistiría a un adolescente con una sonrisa fácil y un cuerpo tan bonito como el de Kai?

Con las mujeres casadas, Jongin descubrió con el tiempo, el trabajo era más difícil, pero, podría ser mucho más recompensado.

"¿Y si huimos juntos? Tomamos una buena cantidad de dinero de tu marido y huimos." Kai hablaba mientras acariciaba la espalda de su primera víctima casada.

"¿Ahora, dices?" Él tembló un poco pensando en que ella se rehusaría, pero sonrió mostrando seguridad y besándola una vez más, pero demostrarle cuando la amaba.

"¿Cuánto dinero tienen en casa? Sabes que no estoy contigo por el dinero, pero... Pero necesitamos de una buena cantidad para alquilar alguna habitación muy lejos de aquí." Su víctima se encantaba con su forma cariñosa de hablar, siempre concordando con todo lo que él decía.

"¡Ve hasta el cofre, está en la oficina de mi marido! ¡La clave es 120409! ¡Voy a hacer mis maletas!" Su víctima prácticamente gritó, saltando de la cama matrimonial que compartía con su marido todas las noches y con Kai todas las tardes.

Jongin sonrió.

Corrió hasta la oficina y alcanzó el objetivo. Dígito la clave en la pantalla y cuando abrió la puerta del cofre sonrió victorioso. Con seguridad había muchos, muchos miles de dólares allí dentro, mucho más de lo que él conseguía engañando muchachitas. Tomó todo lo que pudo meter dentro de la mochila que poseía y salió corriendo, pretendiendo huir de la casa sin la mujer irritante a sus pies.

"¡Estoy lista!" La mujer habló detrás de Kai justo cuando el mismo tenia la mano en el pomo de la puerta. Él sonrió de manera forzada y tomó la maleta de la mujer, corriendo hasta el auto de la misma. Los dos entraron en el automóvil y Jongin tomó el volante con las dos manos, apretando la misma con tanta fuerza que los nudillos de sus dedos se volvieron blancos.

Él estaba enojado.

Ahora sería más difícil liberarse de la mujer que estaba tolerando desde hace por lo menos tres meses.

"¿A dónde nos vamos?" Ella preguntó animada, depositando una de sus manos en la parte interna del muslo de Kai, demasiado cerca del miembro del mismo. El chico sonrió. Tal vez no fuera a ser tan difícil distraer a la mujer para que finalmente pudiera huir con el dinero.

"Vamos a conducir algunos kilómetros hasta un motel que esta en la orilla de una carretera que nos llevara a Seúl."

Ella sonrió y Kai dio marcha al auto, dirigiéndose al lugar planeado. Sin saber que esa decisión cambiaría su vida para siempre.

Sin saber que los dos estaban siendo seguidos por el marido de la mujer sentada a su lado.