Lo que precede del Caos [traducción]

(Chen) Drabble X - La tortuga y el jaguar

La tortuga y el jaguar.

"La inteligencia vence a la fuerza."

Jongdae no era una persona muy preocupada.

Chen, así conocido por todos, siempre fue considerado alguien tranquilo y centrado, aunque fuese sarcástico con el tono de sus palabras y mantuviese todo el tiempo una sonrisa cínica en el rostro mientras hablaba en un chino lento o un coreano rápido.

A ninguno de la organización M parecía importarle su forma de ser, mucho menos a Lay.

"¿Vas a estar bien solo?" Chen preguntó, un poco desanimado, para el más alto antes de que el mismo saliera del auto para entrar en el casino y ganar algunos billetes para la organización de la cual ellos eran parte.

Yixing aprendió con el tiempo a ser sarcástico como Chen, ya que ambos se conocían desde niños y eran compañeros dentro de M. Algunas frases llenas de sarcasmo fueron dichas entre los dos antes de que el chino saliera del auto y Chen suspirase, siguiendo su camino, dando su próximo paso para completar una misión designada por el líder, Wu Yifan.

El papel de Kim Jongdae, Chen, dentro de la organización criminal de la cual formaba parte era interesante y divertido, desde su punto de vista.

Chen era un secuestrador.

Su próximo objetivo era una adolescente, hija de un promotor que estaba en los talones de Xiumin, el responsable del tráfico de drogas dentro de la familia M. Secuestrar a su hija sería un aviso, pero Chen no sabía realmente lo que Kris pretendía hacer con la chica y no le importaba eso. Chen confiaba en su líder.

La joven estaba en la clase de ballet y Jongdae la observaba a través del gran vidrio largo que había en una de las paredes, para que los padres pudiesen observar desde afuera del aula a sus hijas en clase. La única cosita que impedía a Chen secuestrar al objetivo sin que el mismo saliese por la puerta era un hombre de cabello negro y de casi dos metros de altura parado al lado del secuestrador.

"¿Eres el padre de algunas de esas chicas?" Chen pregunto al hombre de al lado, después de carraspear.

El mismo también miraba a las chicas, vigilando a la hija de su jefe, pero Chen jugaría un poco con el hombre, para distraerlo de su deber.

"No." El gigante respondió.

"Yo soy hermano de aquella chica de allí." Chen mintió, apuntando a una chica cualquiera, sonriendo. "Si no eres pariente de alguna de ellas, ¿qué haces aquí?"

El hombre permaneció en silencio y Jongdae decidió continuar.

"No me digas que eres de esos idiota que se paran aquí solo para mirar a las chicas estirando, porque, si lo fuera, voy a hablar con la dirección y–"

"Yo no soy nada de eso." El hombre habló, luciendo irritado.

"¿No? ¿Entonces porque está mirando directamente a una de las chicas de ahí dentro?"

El hombre alto volteo los ojos, pensando en cómo librarse de su estorbo.

"Soy el guardaespaldas de la señorita Kim."

"¿Guardaespaldas?" Chen habló con media sonrisa. "¿Entonces por qué tiene un bulto en tu pantalón mientras la miras a ella?"

Chen mintió. Él no podía ver nada demás en el pantalón del guardaespaldas de su futura víctima, pero aquella mentira pareció surgir efecto cuando el hombre lo tomo por el cuello de la camisa y casi lo levanto del piso. Chen estaba feliz de que ellos fueran los únicos en el corredor y de que el vidrio fuese polarizado por el lado dentro de la sala, así, ninguna de las muchachas en el aula de ballet podría ver lo que ocurría del lado de afuera.

"¿Tu jefe sabe que estás loco por joder a su hija, eh?" Chen habló con una sonrisa sarcástica y el hombre irguió su puño. Claro, el guardaespaldas no podía golpearlo allí y, siendo llevado por su ira, cargo a Chen por el cuello de la camisa hasta el lado de afuera de la discreta – pero carísima – academia de danza.

Chen fue arrojado contra la pared de un pequeño callejón al lado del edificio y sonrió.

"Gracias por ahorrarme el trabajo." Chen lamió su labio inferior antes de extraer una pistola con silenciador dentro de su cazadora. El hombre abrió los ojos y sacaba un revolver dentro de su cinturón cuando llevo un tiro certero – y silencioso – en su frente.

El golpe sordo del cuerpo cayendo al piso no incomodo a los oídos de Chen y solo intento arrastrar al hombre algunos metros adentro del callejón mientras esperaba a que su víctima saliera de la clase.

La chica jamás esperaría que cuando ella saliese a la calle, buscando a su guardaespaldas, ella seria sujetada entre bazos fuertes y un pequeño pañuelo empapado en cloroformo seria presionado contra su nariz y su boca, haciéndola desmayar en cuestión de segundos.

La victima quedo inconsciente y no vio cuando fue colocada en el maletero del auto de su secuestrador. La hija del promotor no vio cuando sus muñecas y tobillos fueron sujetados por cinta negra y en su boca metido un pañuelo grande y limpio.

Aquella misma noche, cuando Chen volvió hasta el casino donde Lay estaba y lo rescato de los guardias de seguridad del local, el mayor no pregunto cómo había sido la misión de Chen, si había raptado a la chica con éxito o no.

Porque era obvio, la inteligencia y astucia de Chen siempre lo llevaba al éxito en las misiones que Kris le designaba.

Y la chica, aun presa en el maletero, se fue junto a los dos chicos, desapareciendo entre los autos de la movida avenida de Seúl.