La Carta

121 5 0
                                    

Regresamos con la versión de Alejandra:

Hoy que Jonathan me visitó, se comportó extraño, parece que sospecha de mí, como yo sospecho de él, pero después de que me abrazó, me sentí bien, parecía que todo estuvo mejor, no sé porque se tardó en salir de mi casa, pero por mí que se quedara para siempre, solo escuche a Dylan gritar "Gracias", como sea, cuando subió a su auto, se veía tan guapo, siempre me había sentido atraída hacia él, sus ojos azul cielo, tan hermosos, como sus labios, labios que no dejaría de besar nunca, pero le pertenecía a Gabriela, que iba a ser? ¿Robárselo? No, no a él.

En la noche soñé con ese encantador rostro, pero también con Gaby.

Eran las 3:38, otra vez, me desperté por unos gritos, eran como gritos de ayuda, inmediato pensé en Gaby, me asomé por la ventana ¡Era Gaby!, deje la puerta abierta y baje lo mas más rápido que pude de las escaleras, cuando llegue a la puerta principal, la abrí y no había nadie, cerré la puerta y antes de que soltara la perilla, tocaron me asuste y pregunte:

-¿Quién es?

-...

-! No es gracioso!

-...

Decidí ignorarlo y subir, cuando llegue a mi cuarto antes de entrar, se cerró la puerta en mi cara, traté de abrirla, otra vez, y si se pudo, entre y cerré la puerta muy rápido e inmediatamente tocaron, pero esta vez en mi habitación, tocaban muy fuerte, tan fuerte que mis brazos me empezaron a doler, en eso, de la nada desperté, otra pesadilla.

Al día siguiente que me levante, mi mamá me mando por el correo, había cartas de cuentas, carta de mi tía, y una muy particular, era una carta negra, lo más raro es que era de Gaby, no la quería abrir sola, así que le llame a Jonathan y a Silvia por el teléfono:

Cuando llegaron a mi casa no sabíamos quien la abriría:

-S: Abre la tú misma Ale

-A: No gracias. Abre la tú Jonathan.

-J: ¿Por qué yo?

-S: Tú eres el hombre aquí, obvio.

-A: Tiene razón.

-J: Discriminación.

No sabía si reír o asustarme, Jonathan estaba a punto de abrir la carta, cuando de repente llegó mi mamá, el escondió la carta en su espalda y mi mamá saludo, cuando se fue, Jonathan, abrió la carta y en cuanto trozo el papel entró disparado un cuervo negro por la ventana y chocó con mi mueble, claro que murió, Silvia entró en shock y le dijo a Jonathan que lo esperaría en el auto.

Yo estaba esperando a que Jonathan leyera la carta, en cuanto la saco la carta y la leyó, salió corriendo hacia afuera y soltó la carta, yo la recogí y decía "Cuiden a Silvia, pronto me acompañará", Jonathan, afuera habló con Silvia:

-¡Silvia! ¡Silvia! No subas al auto

Silvia tenía la puerta abierta y estaba subiendo al auto.

-¿Por qué no?

De repente el auto explotó enfrente de ellos y Silvia se cayó del impacto dirigida hacia Jonathan, en la abrazó fuerte con el final de protegerla:

-¿Estas bien Silvia? Gritó Jonathan

-Mi cabeza, por dios.

-No puede ser.

Volvimos a la casa de Alejandra:

-¿Qué paso?

-¡El auto exploto! Le grité mientras Silvia lloraba.

Ella se quedó callada, con una cara atónica y empezó a llorar:

-Perdón.

-¿Eh?

-No debí dejar que Gaby le pasará esto.

-No debí dejar ir a Silvia, no te preocupes, todo estará bien.

Mi mamá se ofreció a llevarlos a su casa y yo los acompañe:

-¡Gracias Sra. Denise!

-D: Cuando quieran, lo siento mucho por lo que paso, hasta luego.

Nos fuimos, y en el camino mi mamá habló conmigo:

-D: ¿Que rayos pasó con su auto?

-A: No lo sé mamá.

-D: Oye, no te eh visto con Gaby, ¿discutieron?

-A: Está perdida mamá.

-D: ¿Qué?

-A: Parece que escapó de su casa.

-D: ¿Por qué nunca me lo dijiste?, ¿hace cuánto?

-A: ¡No te quejes, nunca estas en casa! Siempre estás trabajando.

-D: Tranquila, no grites, menos cuando conduzco.

-A: ¡Estoy harta! Siempre tengo que cuidar a mi hermano, no puedo salir a divertirme, ¿Crees que no tengo sentimientos? No soy como las demás, ellas tienen un papá en casa, una familia, ¡una vida!

-D: Lo siento, es mi culpa, yo te amo Alejandra, no te sientas así. -Y una lágrima recorrió la mejilla de mi mamá.

SinestesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora