Viviendo Con Los Tuan (Mark Tuan Y Tu) [EDITANDO]

Capítulo 2

Tomó de mi nuca y comenzó a darme besos lentos que poco a poco fueron bajando hasta mi cuello. Mientras nos dirigíamos torpemente a mi habitación tocaron a la puerta.

—Yugyeom tengo que ir a abrir.

—Espera un rato, si después siguen tocando abres—de nuevo beso mi cuello, pero afuera seguían tocando.

—Voy a abrir—fuí hacia la puerta.

—Hola querida.

—Oh, hola tía.

—Que tanto hacías que no abres.

—Estaba apunto de tomar una ducha.

—Oh ya veo.

—Buenas tardes señora.

—¿Eh? Buenas tardes joven...

—Yugyeom.

—Tía el es Yugyeom, mi novio.

—Es un gusto señora.

—El gusto es mio. Tn, saliste igual a tu madre.

—¿Qué?

—Que vine para ver si podrías acompañarme mañana a la zona central.

—Claro tía.

—Sabes que no conozco muy bien por esos lugares y tengo que ir urgentemente.

—Esta bien, pero sería en la tarde como a las 4:00, tengo que ir a a la universidad.

—No hay problema.

—Bueno me voy Tn, estaré aquí lo más pronto posible.

—Si.

—Hasta luego señora.

—Adiós Yugyeom.—se sentó en el sofá con muy pocas ganas.—Bueno, yo te traje un pequeño regalo.

—No se hubiera molestado.—le entregué un vaso con agua y me senté frente a ella.

—Eres la única sobrina que tengo, así que acéptalo.—me entregó un hermoso brazalete que hacia juego con el anillo de compromiso.

—Es hermoso.

—Y es de oro blanco.

—¿Qué? No puedo aceptar esto, es demasiado, no lo merezco.—metí el brazalete en la caja en que venía.

—Claro que lo mereces.—tomó de mi mano y me puso el brazalete.

—Muchas gracias tía.

—Además hace juego con...No—jaló de mi mano, haciendo que me sentará a un lado de ella.—No me digas que el joven que se acaba de ir—se tomó un pequeño momento.—¿Te pidió matrimonio?

—Si, pero primero acabaremos la universalidad y bueno, tenemos mucho en mente.

—Que emoción Tn, ¿Tu padre lo sabe?

—No, planeamos contarle esta noche en la cena.

—Bueno, pero no estas embarazada ¿verdad?

—No.—reí.—Me encantan los niños y todo pero quisiera trabajar antes de tener una familia y bueno Yugyeom piensa lo mismo.

—Eso me alegra, bueno te dejo que tengo que ir al consultorio.—se levantó y yo la acompañé hasta la puerta.

—Antes de que se valla, ¿sabe algo sobre...mi...madre?

—No.—respondió instantáneamente.—Tiene mucho que no la veo, pero seguro que esta bien, no te preocupes.

—Gracias tía.