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Allí estaba de nuevo frente al espejo de su habitación el cual le mostraba su figura entera, odiaba ese maldito espejo pero no tenía la voluntad suficiente para quitarlo de allí, se le hacia una jodida  necesidad verse en él aunque no le mostrase la verdad.

“Soy un asco...”

Pensó al ver su reflejo, se encontraba únicamente en ropa interior, una persona normal hubiera visto a una persona bastante delgada, pues su cuerpo era demasiado fino, en el sentido de que si lo abrazabas con fuerza pareciera que lo romperías, sin embargo ante sus ojos era gordo, un obeso... Subió la mirada hasta su rostro, bajo sus aguamarinas se encontraban unas bolsas grises producto de noches enteras de insomnio, sus cabellos del mismo tono estaban enredados, estos le llegaban hasta los muslos, se miró los brazos encontrándose marcas.

Eres horrendo...– le susurró aquella voz que lo atormentaba.

“Soy horrendo”

Era mentira, Camus Aquari a sus escasos diecisiete años era una persona hermosa, pero aquel gran espejo le mostraba una imagen bastante distorsionada de si mismo.
Miró el reloj que quedaba junto a su cama, éste marcaba las 5:05 a.m. se quitó de allí y se encerró en el baño de su habitación para tomar  una ducha antes de entrar al colegio pues tenia que estar allí antes de que fueran las 6:30 a.m.
Mientras el agua caía por su cuerpo trataba de olvidar sus problemas, cosa que era inútil, en números:

1.- Tenía una madre que lo detestaba, a él y a su hermano mayor.

2.- Un padre que prácticamente no existía ya que éste solo iba a verlo una vez cada 4 o 5 meses al año.

3.- Las burlas y humillaciones en el colegio, que con el pasó de los días aumentaba.

4.- El estrés que le provocaba la escuela, tareas, proyectos, investigaciones, etc.

5.- Su falta de hambre, lo que lo estaba llevando a la anorexia.

6.- Una familia que jamás notaba su existencia y que si lo hacia simplemente era para criticarlo.

7.- un corazón roto y sin ganas de volver a experimentar aquello llamado amor.

Camus lloraba de sólo recordar lo último, había amado por primera vez, con tanta fuerza, entregando todo sin importar que, había dejado que alguien entrara en su pequeño mundo, ¿y para qué? Ese alguien le había roto en mil pedazos él corazón.

–Surt...– susurró débilmente, Surt había sido su compañero de clases en la secundaria, Camus siempre había sido frío y distante con todos, la razón; el punto numero tres de la lista.
Sin embargo Surt fue diferente, lo trató bien, se preocupó por él, lo ayudó, lo comprendió, los consintió, lo... Creyó diferente, terminó siendo una persona horrible y finalmente el primero en romperle el corazón.
Muchas veces se sentía hasta sucio y asqueado por haber perdido su virginidad con él.
Pero otras veces anhelaba que aquel joven lo tocase otra vez, ya habían pasado once meses desde aquella ruptura, once meses desde que había entrado a la preparatoria, once meses de verle todos los días por los pasillos, agradecía internamente el hecho de no quedar en el mismo grupo, pues le resultaría más doloroso tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos. Salió del baño, secó su cabello, se puso su ropa interior y finalmente aquel uniforme gris, pantalón de tal gris, una camisa de botones blanca, una corbata roja y por último el saco manga larga color gris.

Cuando se terminó de arreglar bajó las escaleras hasta llegar a la cocina en donde Dégel, su hermano mayor le preparaba un lunch para que comiese en la escuela, el mayor no era muy diferente a Camus, solo que éste tenia el cabello verde, los ojos violetas y usaba lentes de vez en cuando, Dégel era mayor que Camus por tan solo seis años y asistía a la universidad  de Atenas y al igual que el menor obtenía muy buenas notas. Ambos nacieron en Francia y realmente eran medios hermanos debido a que su madre se había casado dos veces, su primer matrimonio había sido con Krest Picard, un hombre hermoso en todos sus aspectos, padre de Dégel, desafortunadamente falleció en un accidente, su segundo matrimonio fue con Mystoria Aquari, de esa relación nació el puqueño Camus, cuando éste cumplió los tres años Mystoria se los llevó a todos a Grecia, sin embargo una joven de allí lo cautivo y ocasionó el divorcio de la pareja, desde entonces Serafina le hacia la vida de cuadros a ambos jóvenes por recordarle a sus ex's maridos.

I'm Fine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora