Desde Que Te Vi ©

capitulo 1

Multimedia: Alex

Estaba sentada al último de la clase junto a mis amigas. Me había perdido de su conversación hasta que la voz de Marlene me saco de mis pensamientos.

— ¿Cómo se encuentra mi maquillaje? No olviden que hoy es el primer día y ya saben... Llegan chicos nuevos —recuerda emocionada. La verdad es que ella era la que más llamaba la atención de las tres porque siempre se vestía con ropa que cualquier chica podía envidiar, aparte de que su físico era perfecto. Además era la mejor para el maquillaje, es como si hubiera nacido para eso. Lo que más me gustaba era su pelo castaño rizado... en especial por sus ojos que eran entre azules y no... bueno, si la mirabas de cerca eran azules, no eran tan notables que digamos pero eran lindos de todas formas.

—Sabes que eres la mejor con lo que se refiere a maquillaje —opina Aurora poniendo los ojos en blanco, cosa que Marlene ignoró. Aurora tenia ojos color miel, su cara parecía de muñeca sin ninguna imperfección... no le hacía falta el maquillaje. Su pelo era perfectamente liso y le llegaba un poco más debajo de los hombros... sus labios eran gruesos pero tan envidiables. Por otro lado estaba yo... no era ni linda ni fea, bueno, si no eras guapa no entrabas a nuestro grupo, la verdad es que no tengo ni la menor idea de quien puso esa regla... en fin, siguiendo conmigo, mi pelo era castaño claro y liso... no del todo pero lo era. Mis labios eran gruesos como los de Aurora pero no creo que sean tan llamativos en mí y mi piel era pálida, agh. Lo único que me gustaba eran mis ojos... como los de mi padre, eran color esmeralda y me gustaban. Nosotras éramos las chicas más populares y guapas del instituto... pero yo no era de esas chicas que se creían el centro del mundo por eso, simplemente lo era y ya está, no me importaba en absoluto, no me andaba de engreída. El grupo de populares de este instituto no era igual a todos, aquí no molestábamos a los "nerds" si no que eran bastantes majos, no entendía a esas populares de otras ciudades, países o lo que sea que se creían superior. Todos mis amigos eramos amables con todos, menos con alguno que otro que nos cae fatal, pero no todo el mundo puede caerte bien ¿no?

— ¿Qué dices Adalia? —la miré fijamente. Yo era sincera en el sentido de su apariencia y sabía que le diría si tendría el más mínimo error en su maquillaje, aunque siempre le salía perfecto. Aurora y yo nos maquillábamos pero no nos importaba tanto como a Marlene, con unas capas de rímel y labial estábamos bien.

—Te ves hermosa nena —dice Liam a Marlene. No lo había visto llegar al aula. Se sentó a mi lado mientras le sonreía —Y ustedes dos igual chicas —señala hacia mí y aurora. Liam era el más guapo y popular del instituto (hasta el momento) y estaba en nuestro grupo junto a Max y Derek, quienes aún no llegaban al aula. Todas las chicas se morían por mis tres mejores amigos.

—No seas idiota, nadie pidió tu opinión —le suelta Marlene frunciendo el ceño. Todos sabíamos que Liam estaba enamorado de Marlene, del año anterior cuando se le declaró pero ella se hace la difícil, la entendía de todos modos. Liam hasta ahora no ha demostrado más que ser un mujeriego, y Marlene quería una relación seria, con alguien que no la hiciera sufrir, o le pusieran los cuernos como a mí...

—Cuando se trata de mi chica, pondré mi opinión en donde sea —antes de que Marlene pudiera replicarle con enojo a Liam, llega el profesor Clark al aula. Todos empezaron a entrar para sentarse en su sitio. Max y Derek se sentaron delante de Aurora y Marlene.

—Chicos, silencio por favor —pidió el profesor que hacia nuestra clase de biología —Como ya vemos sabemos que hoy es nuestro primer día de cla... —un golpe en la puerta lo interrumpió y el profesor se dirigió a ella. Dijo unas cuantas palabras que no pude lograr escuchar para luego abrir la puerta del aula y dejar pasar a un chico. Era guapo, para decir verdad más que Liam. Tenía el pelo negro como el carbón y ojos color azules que encajaban a la perfección con sus facciones. De lejos podía ver su mirada suave e intimidante a la vez. Tenía puesta una sudadera pero eso no evitaba el poder ver su musculoso cuerpo, una ancha espalda y una pequeña cintura. Este chico era un calientabragas total... ¡dios! Imaginar lo que escondía debajo de esa sudadera —Como veremos aquí, tenemos a un compañero nuevo ¿Cómo te llamas? —el chico miró al profesor e intento forzar una sonrisa haciendo notar su perfecta y blanca dentadura, sus labios eran completamente carnosos y provocativos. Después hizo lo mismo con la clase entera hasta que sus ojos se posaron en los míos. Corrí mi mirada rápidamente.