Aquella chica de cabello castaño, se quedo dormida en el pecho del capitán, el cual no paraba de mirarla fijamente, notando algunos cambios en ella, como su cabello el cual lo tenia mas largo que antes, pero no había crecido ni un centímetro lo cual le dio bastante gracia, ya que el siempre era el enano, pero ahora era diferente, ya que cuando comenzó entrenamiento sin interrupciones había crecido bastante, lo cual a la población femenina les gusto mucho, pero la chica melocotón tampoco se quedaba atrás ya que sus facciones también estaban mejor marcadas ahora.
Llevo una mano a su cabello acariciándolo, su tacto era suave, además de que desprendía un olor dulce como a melocotón, en sus brazos estaba la shinigami mas hermosa que haya visto.
-shiro...chan -abría un poco los ojos la teniente del quinta división, aun estaba cansada a pesar de que durmió por mucho tiempo
-sera mejor que Regresemos debes de estar hambrienta -ella solamente restregó su frente contra el pecho del albino, se sentía bastante cómoda hay no quería separarse- no tienes remedio
Al ver que no se iba a levantar, la cargo al modo princesa sorprendiéndola, sus mejillas tomaron un ligero tono rojizo.
-e-estoy bien -el solo puso una sonrisa de lado al ver el estado tan adorable de la chica melocotón
-sigues siendo tan imprudente como siempre -la reprendió- mira que en vez de preocuparte por ti misma sales a buscarme
-lo siento pero....no quería distanciar me de ti -hablo en voz baja hinamori tratando de no mirarle los ojos
Hitsugaya termino cambiando de tema mientras caminaban hacia el escuadrón cinco para poder dejar a la teniente en su casa, el ambiente era bastante tranquilo entre los dos aun cuando hablaban de cosas bastante triviales, aun sin tocar el tema de aizen.
La chica melocotón deseaba no llegar a su casa, no solo por que quiera estar mas tiempo con su amigo de la infancia, si no que tampoco quería estar sola en aquel lugar sabiendo que los recuerdos le atormentaría, como siempre le pasaba.
-tengo hambre -menciono la chica con la intención de que de quedara mas tiempo con ella, el albino la miro al principio algo desconcertado para poco tiempo después lanzar un suspiro
-justo ahora debe estar cerrado todo, podríamos ir a comer en mi escuadrón -ella solo sintió con una enorme sonrisa
Caminaron en silencio hasta llegar a donde era la habitación del capitán del décimo escuadrón, todo estaba en prefecto orden y cuidado como hinamori recordaba, «hay cosas que nunca cambian» fue el pensamiento que cruzo por su cabeza. Camino hasta su futon donde se sentó tranquilamente, para agarrar una foto que tenia al lado, en la foto estaba solo ellos dos cuando aun no eran shinigamis, hinamori abrazaba a Hitsugaya con una gran sonrisa plasmada en su rostro.
Mientras tanto el albino fue hacia la cocina donde saco una caja donde habían unos dangos para acompañarle preparo te.
-shiro-chan -la molestia regreso al saber que aun lo llamaba por ese apodo
-no es shiro-chan es hitsugaya-taicho -le reprendió como todas las veces que lo llamaba así
-no sabia que aun conservas la foto -dice bastante tranquila con una sonrisa plasmada en su rostro, el albino solo dejo las comida en el piso sentándose el lado de ella
-nunca me preguntas te así que no tenía que decirte -responde indiferente, casi esquivando su pregunta -hay algo que tengo que decirte
Decía hitsugaya mientras le pasaba un dango a la chica melocotón, el cual acepto con gusto.