Episodio 5: Lo Que Hacía Falta

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El caos se apoderaba de las calles de Zootopia, las patrullas de policía se encontraban en medio de una persecución, el ensordecedor ruido de las sirenas y las titilantes luces azul y rojo se reflejaban por todos y cada uno de los rincones. En uno de los vehículos del ZPD, la complicidad perfecta entre oficiales, Nick y Judy, habían respondido al llamado en cuanto habían podido, y ahí estaban, a un par de metros de dar con uno de los criminales más buscados hasta esa fecha. No había bache ni cono de tráfico que no pudiesen evadir, ambos estaban hechos para las persecusiones, aunque era Nick quien iba al volante, Judy no era mala copiloto, en el tiempo que llevaba en la ciudad, había tenido la oportunidad de aprender de la misma, por lo que conocía atajos, y conexiones con las cuales acelerar el paso y dar con sus objetivos.

-¡Por aquí! ¡A la derecha! -indicó la conejita de ojos violeta, su compañero siguió la instrucción, que los condujo por un callejón. Nick mantenía los ojos en el camino mientras Judy se guiaba usando un mapa digital de la ciudad- Sigue hasta la calle"Fozter", luego cruza por Bana Boulevard, ganaremos tiempo.

-A la órden, oficial Hopps. -el habilidoso conductor de la patrulla continuó acatando cada uno de los pasos que Judy le mencionaba, hasta que... ¡BOOM! El coche blindado del ZPD embistió a la mini van en la que huían los criminales, de modo en que esta derrapó lo suficiente como para que sus neumáticos delanteros se rompieran y se desinflaran a una rápida velocidad, esto hasta que el transporte de los lobos ladrones se quedó completamente quieto. Fue aquí cuando los ocupantes salieron, pero no eran como cualquier otro mediocre que había caído bajo las habilidades de Nick y Judy. No, estos eran diferentes, iban armados, peligrosamente armados.

¡No debieron hacer eso, policías! -uno de los lobos salía de la camioneta haciendo pequeñas muecas de estar levemente herido, fruncía el hocico de vez en cuando, por lo que Nick y Judy se percataron de que algo iba a ir mal en los próximos segundos -¡Se metieron con los equivocados! ¡Y eso le va a costar muy caro...!- luego de la amenaza, el copiloto del dañado vehículo también salió, con la única diferencia de que este decidió dejar de lado el parloteo y fue directamente a desenfundar su pistola y apuntarla al zorro. Fue inevitable, Judy no sabía cómo reaccionar, había pasado todo en cámara lenta frente a sus ojos, pero su cuerpo sencillamente se había negado a responder. Sin embargo, el sentimiento de culpa de apoderó de ella, al ver a Nick desplomarse fuera del auto. Sabía que había salido, lo había visto preparar su arma de dardos tranquilizantes, pero lo único que hizo fue quedarse pasmada dentro del auto en lugar de salir también para cubrirlo. El pobre zorro terminó golpeando el suelo, con una desafortunada herida de bala en su pecho, que no dejaba de sangrar.

-¡NO, NICK!- Judy apenas y podía distinguir lo que estaba pasando, el lugar en el que se encontraba iba haciéndose cada vez más conocido para ella. Cerró sus ojos y soltó un fuerte suspiro de alivio, justo después de realizar que su mente le había jugado una muy, pero muy mala pasada -Agh... Sólo una pesadilla...- pronunció en un susurro que fue seguido por un bostezo a la vez que frotaba sus ojos. Había estado siendo víctima de un grandísimo desorden en su cabeza, incluso estuvo soñando despierta con el despido de Nick en el ZPD, tanto así, que empezaba a creer que no era coincidencia. Sin embargo, decidió darle fin al tema y ver la hora en su teléfono, eran las 5:00. Tenía aún media hora para reponer algo de sueño, aunque estaba segura de que ya no podría hacerlo, así que se limitó a ir al baño, darse una buena ducha y prepararse para ir a la estación.

Tal como ella lo había imaginado, un baño de agua caliente, brindado por la ducha de su piso, era lo que necesitaba para sacar ese espíritu optimista por el que todos en Zootopia la reconocían, y tan importuna como siempre, la cabeza de Judy comenzó a darle vueltas a los vagos recuerdos de la noche anterior, que poco a poco iba recuperando conforme el cuarto de baño se iba llenando de vapor. En esos videos, siempre había un común, y es que Nick salía en todos y cada uno de ellos. Aunque, ¿Qué tenía esto de raro? No había tanto problema con que ella pensara en su mejor amigo, ni que sonriera con picardía al rememorar la manera en que inconscientemente le había coqueteado mientras bailaba de manera sugerente en las narices de él. No había nada de malo en eso, ¿O sí...? Par su mala fortuna, la respuesta era clara y contundente. "¡Por supuesto que está mal, Hopps! ¿¡En qué diantres estabas pensando al actuar de esa manera!? ¡Y frente a Nick! ¿Qué se supone que vas a decirle hoy cuando te pregúnte por lo de anoche? ¿Vas a decirle "Hey, no fue nada del otro mundo, solo bailaba así para que te me tiraras encima y me besaras apasionadamente"? ¡Coneja mala! ¡Coneja mala!" Las ideas se ponían cada vez más confusas para ella, sentía que algo no cuadraba en lo que había hecho, desde el incidente en McRowland's hasta la práctica en su habitación. Estaba actuando extraño, y debía averiguar la razón.

Zootopia: After StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora