Zootopia: After Story

Episodio 7: ¡A Bailar!

¡Hola a todos! Primero que nada, quisiera disculparme por la tardanza en publicar este 7mo episodio, la verdad es que he estado muy ocupado con temas de la universidad y eso. Pero bueno, aquí está, y es más extenso de lo normal, (de alguna manera debo compensarlo xD) espero les guste. Quisiera pedirles por favor que comenten qué tal les ha parecido, o si tienen alguna sugerencia. Me encantaría que lo hicieran, ya que me motivarían a seguir esta historia. Bueno, sin más que decir, que disfruten este episodio! :D

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-Tú... -Nick la había interrumpido de forma brutal e inesperada. "Espera un momento... ¿No lo dije...? ¿Otra vez fue una mala pasada...? ¿¡Qué le está ocurriendo a mi cabeza!?- Era algo que se estaba convirtiendo en un muy mal hábito, y lo peor de todo es que era totalmente involuntario. No pasaba un solo segundo en el que la conejita no pensara en que estaba enloqueciendo, además, se dio cuenta de que Nick ya sabía que algo andaba mal con ella.

-Zanahorias, ¿Qué es lo que ocurre? Me preocupas...

-Yo... -debía decirlo de una vez, sus sentimientos hacia el zorro se estaban convirtiendo en una carga demasiado grande para su pequeño cuerpo, era difícil, sí, y también era cierto que guardaba muchísimo temor porque la reacción de su amigo no fuera la mejor. Su corazón se aceleraba a cada milésima de segundo, en su estómago, el ver a Nick directamente a los ojos le provocaba un montón de reacciones, como si un huracán de amor deambulara por su interior. Judy bajó sus orejas, temblando levemente, casi no era notorio, pero la vibración de su cuerpo estaba ahí.

-¿Estás bien...? -Oh, no. ¿Qué demonios era eso? ¡Nick le estaba acariciando su pelaje! "¡Maldito seas, Wilde!" pensaba la coneja, "Esto está mal, está muy mal..." -Vamos, saltitos, sabes que puedes contarme lo que sea...- "¿¡Saltitos!? Ese es nuevo... ¡Diantres! ¿Por qué tienes que ser tan amargamente lindo, Nicholas Wilde?" Y ahí estaba, finalmente, y por impulso propio, Judy se abalanzó hacia él, en menos de un segundo se encontraba rodeando el cuello del zorro con sus brazos y dándole un dulce beso. Pero... ¿Qué era esa sensación? La respuesta era obvia, eso sí estaba pasando, no era producto de su mente, había unido sus labios con los de Nick, y era algo que la llenaba de un bienestar que jamás había sentido, se sentía capaz de lograr mucho más de lo que podía llegar a proponerse, sentía que todas las emociones que se iban haciendo presentes, se materializaban paulatinamente en ese beso que parecía ser eterno.

Por su parte, Nick no sabía como reaccionar, y muy en el fondo, no quería hacerlo. Estaba impresionado, el impacto de ese momento lo dejó frío por un instante, pero poco a poco fue entendiendo la situación. La verdad era que nunca había sentido una boquita tan pequeña como la de Judy, y ahora que lo hacía, no podía negar que le encantaba. Ese sabor a cereza que alcanzaba a percibir, tener a esa conejita tan cerca, sujetándose a su cuello, le permitía disfrutar de su aroma. Un olor tan característico en esa adorable bolita de pelos, que ya conocía pero no se había tomado el tiempo de detallar.

Ambos estaban en medio de un éxtasis que los transportaba de lugar en lugar. Podían sentir que pasaban de deslizarse por un arcoíris a recorrer un campo de flores, y luego nadar en un estanque lleno de jarabe de chocolate. Más rápido que un suspiro, una nueva sensación llegaba para los dos, cuando Judy, de manera semi inconsciente, soltaba lentamente su boca, dándole espacio a su pequeña lengua para seguir un camino en el que terminaría encontrandose con la de Nick. Ahora, las cosas estaban yéndose más allá de lo que era un simple beso, se sentía la pasión en el aire, y tanto la conejita como el zorro lo sabían. La humedad, los latidos acelerados, el lento pasar de los segundos, todo era parte de la misma experiencia. Nick sentía como su compañera unía su lengua con la de él, ese sabor a cerezas que lo estaba volviendo loco no desaparecía, por el contrario, se hacía más y más intenso.¿Iba ese momento a tener un final?  La verdad era que sí, y se encontraba ocurriendo. Nick y Judy se iban separando paulatinamente, en lo que abrían sus ojos milímetro a milímetro, mirandose, contemplando el uno al otro, invadiendo sus almas.