~Donde duerme la luna~

Prólogo

- Max, ¿ sabes dónde están mis bragas? - mientras hacía que buscaba algo debajo de las sábanas iba acercando sus suaves y cuidadas manos a mi entrepierna.
Tardé unos segundos en responder ya que necesitaba recordar como conseguimos llegar hasta la cama después de dos botellas de Vega Sicilia y una copa de champán en el Zalacaín, el restaurante estrella de Madrid con el que conseguía asegurarme un polvo fácil.
-Victoria no tengo tiempo....- con desgana aparté sus manos de mi entrepierna y le devolví las bragas que se encontraban en mi mesita de noche - puedes prepararte algo de desayunar si quieres, en la nevera hay todo lo que necesites , no olvides dejar la llave al guarda antes de salir.
¿Necesitas dinero para el taxi?.

Mi padre me recordó con unas cinco llamadas que era lunes y debía estar lo antes posible en la oficina. Me había costado escuchar el móvil pues debió caerse en la entrada al llegar cuando cojí a Victoria contra mí y la monté en la mesa de la entradilla.
Mi padre, el señor López , era uno de los empresarios más ricos de Madrid dueño de una cadena de hoteles. Trabajaba horas y vivía sólo y exclusivamente para el negocio, se pasaba la vida viajando de allá para acá entre sus miles de hoteles repartidos por todo el mundo. Nunca tuvo tiempo para mí , su único hijo y heredero. En cuanto a mi madre, podréis imaginar el motivo por el que lo abondonó cuando yo
apenas había cumplido los dos años... Si escasamente tenía tiempo para mí , menos para ella. Nunca supe nada de mi madre , según mi padre una vez recibido el dinero que consiguió sacarle durante el divorcio se largó.
Me crié entre niñeras y dinero , estudiaba en los mejores colegios permitiéndome todo lo que quisiera , pues no tenía a nadie que me lo negara.
Mi adolescencia la pasé entre alcohol y las mejores discotecas de Madrid, sin olvidar el sexo.
Aunque ahora a mis veinticinco años y licenciado en turismo y dirección hotelera sigo pasando las noches entre restaurantes de lujo, alcohol y más sexo.
A pesar de que el dinero y ser parte de la sociedad de clase alta hacían que ligar con la chica que quisiera fuese más fácil era un chico al que le preocupaba bastante su físico.
Todos los días salía a correr después del trabajo y pasaba una hora entre pesas y máquinas.
Podría decirse que mi única preocupación era tener cuidada mi barba y mantener esos abdominales que tanto me costaron conseguir en el gym.
Además de todo ello también trabajaba y era agotador eso de tener que madrugar después de pasar las noches de fiesta , aunque mucho peor si tenemos en cuenta que mi jefe también era mi padre.

- Joder Max , ¿ni uno rápido? No sé cuándo podré volver me han cambiado de compañía y ahora vuelo durante meses desde España al sur de América ... Tu sabes en verano es cuando más trabajo tengo.

Victoria era azafata , la conocí en un viaje de negocios en uno de mis hoteles en París.
Cada vez que paraba en España quedábamos, nos hacíamos el amor como animales y hasta la próxima...
Sus ojos claros y su larga melena rubia llamaron mi atención y yo al parecer la suya , nos intercambiamos los números y hasta hoy.
No esperaba nada de ella, como de ninguna, simplemente era sexo de una noche. Lo cierto, que me encantaba cómo lo hacíamos, no sé si por las ganas de varios meses contenidas o su hermoso cuerpo que me tenían loco o mejor dicho, enganchado. Y ahora la tenía ahí desnuda , algo despeinada con el rimel corrido pues mis ansias por llevarla a la cama no la dejaron desmaquillarse...
Aún así seguía tan bella y despierta con esa sonrisa encantadora que no ocultaba ni si quiera cuando no trabajaba.
Me había alegrado la mañana y no sabía cuando volvería a verla o si quizás esta fuese la última vez ...
Así que antes que le diera tiempo de colocarse de nuevo las bragas se las arranqué de sus manos y las volví a tirar al suelo. Ella algo sorprendida ya que se había echo a la idea de irse lo antes posible, se mordía los labios suavemente pues sabía lo que eso significaba...