Capítulo 1 (EDITADO)

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La luna, es lo último que veo antes de cerrar mis ojos y entrar en un profundo sueño, cada noche miro esa enorme estrella que reina entre las demás y recuerdo que no estoy solo, que siempre tendré a alguien cuidándome a lo lejos y que algún día encontraré a aquella persona con la que compartiré mis mejores años.  

Mi nombre Yamaguchi Tadashi, tengo diecisiete años, mis padres fallecieron cuando tenía tan solo diez años y una tía de cariño de acogió amable, ella estuvo conmigo por siete años hasta que ella también se fue de este mundo, como no tenía ni hijos, ni esposo, me dejó el pequeño hogar en donde vivíamos. Actualmente vivo en el mismo lugar y trabajo como ayudante en una tienda, pero en mis tiempos libres suelo cantar en las calles por simple gusto y tal vez ganar una que otra moneda, no tengo una vida llena de lujos, pero tengo lo suficiente para poder vivir tranquilo.

...

La luna, una enorme estrella que brilla cada noche, la más grande y redonda, la que gobierna sobre todas las estrellas, una que para mi, representa serenidad.

Soy Tsukishima Kei tengo 17 años, pertenezco a la actual familia real del pueblo, soy el próximo heredero al trono, para ser mas exactos, no estaba destinado a ese puesto, pero como  mi hermano mayor se casó y reinó en otro lugar con su esposa, solo quedo yo. Mis padres nunca tienen tiempo y suelo estar solo, pero no me quejo, pues me encanta estar solo sin que nadie me moleste y aprovecho de escapar de vez en cuando al pueblo. Se podría decir a simple vista que tengo una vida perfecta, pero yo no opino lo mismo.

...


mirando dos vistas diferentes desde la cornisa de tu ventana,el café se enfría,es como si el tiempo se hubiera congelado.
Y ahí estas tu anhelando,flotando en tu pozo de los deseos.
Es como si yo siempre estuviera causando problemas, 
causando un infierno. 
No era mi intención hacerte pasar por esto, te lo aseguro.
No podemos barrer esto bajo la alfombra...—

Todos podían escuchar la melodiosa voz que acompañaban la calle, esta era cantada por un joven pecoso que atraía a las personas que gustaban de escuchar su bella voz  y depositar monedas en el recipiente del mismo, el muchacho ya era conocido en el pequeño lugar, todos sabían que era Tadashi, el muchacho de hermosa voz.


Tsukishima kei, príncipe del pequeño pueblo, quedó embobado por la voz y apariencia del joven, cabellos verdosos, ojos cafés, una hermosa sonrisa que parecía iluminar la sombría calle,  pero lo más bello, unas hermosas pecas que decoraban su rostro. 

Ese pecoso había llamado la atención del de lentes, se sentía atraído por él, sentía una necesidad inexplicable de querer estar con él, de poder tenerlo entre sus brazos, de poder estar a su lado por siempre. Pero dejando de lado toda la emoción inicial, era imposible que puedan estar juntos, ni aunque sus sentimientos pudiesen llegar a ser mutuos y la razón era simple, los dos eran hombres y a Tsukishima le espera una vida ya planeada, casarse con una princesa, tener riquezas, honor y expandir su reino, era simplemente imposible que puedan estar juntos, pero aún así Tsukishima iría en contra de todo.

—eres hermoso. — susurro el rubio para sí, nunca había visto tanta belleza en un solo ser.—Kuroo llegaré al castillo tarde no digas que estoy aquí y no me vayas a seguir esta vez. — Kuroo era uno de los trabajadores del castillo, trabajaba como guardia y siempre paraba encima de Kei procurando que nada le suceda aunque esto asfixiaba demasiado al príncipe. Una vez estando solo, se acercó al joven para poder disfrutar de su hermosa voz y apariencia.

The Moon  [ Editada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora