Capítulo 2 (EDITADO)

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Todo era hermoso para los ojos de Tadashi, el cantar de las aves, las mariposas que danzaban en el cielo azul y ahora sus ojos estaban presenciando un hermoso atardecer, pero no estaba solo, Kei estaba con él. Nunca pensó que todo esto pasaría, que conocería a un chico en la calle y termine haciéndolo sentir de una manera única, por primera vez en años, no se sentía del todo solo, por primera vez estaba experimentando aquello que llaman amor y no un amor familiar, uno muy distinto y único.

Ya llevaban saliendo un tiempo, en todo ese tiempo se dedicaron a conocerse el uno al otro y mientras lo hacían sus sentimientos incrementaban, lo cual se notaba bastante, pero no se podía negar que aún habían ciertas cosas ocultas, por ejemplo, el hecho que hsata ahora Tsukishima no le dice quién es verdaderamente.

—Kei ya debo irme.— dijo mientras miraba al más alto.

—está bien, te acompaño, si es que tú quieres.— se dio la vuelta mirándolo y le regaló una pequeña sonrisa—¿por dónde queda tu casa?.—

—esta a unas cuantas calles, no es muy lujosa, de hecho es bastante pequeña y humilde. —bajó la mirada mientras jugaba con sus manos y se mordía el labio.—¿aún así te gustaría acompañarme?—susurró.

—iría a cualquier lugar, pero sólo contigo.—las mejillas de ambos se tornaron de un ligero color carmín mientras sus miradas se mantenían conectadas.—así que... ¿puedo acompañarte a tu hogar? — el pecoso solo asintió con la cabeza y una enorme sonrisa. El de lentes, con un rojo intenso en las mejilla, tomó la mano de su acompañante para así caminar junto a él provocando que ambos se sonrojaran a más no poder.

Caminaron por unos minutos, el lugar no quedaba lejos, pero siempre tenían cuidado de no ser vistos por la gente y así avanzaron hasta llegar al pequeño hogar de Tadashi.

La casa era pequeña, se sentía un tanto sombría y vacía, pero en cierto punto era de esperarse de alguien que vive solo y con un hogar lleno de tristes recuerdos. Pero Tsukishima quería cambiar eso, quería de alguna manera devolverle la alegría al lugar y a Tadashi, aunque sería difícil para el rubio.

—bueno, le presento mi humilde hogar.— Tadashi se acercó a la pequea chimenea que tenía y la prendió ágilmente, luego de sentó sobre el único sillón doble que había he hizo un espacio para que su invitado lo acompañe.—quería agradecerle por acompañarme hasta aquí y por ayudarme.— dijo sonríendo ligeramente—también quería saber pero el porqué me ayudó desde el principio cuando eramos unos completos desconocidos.—desvío la mirada algo apenado.

—porque desde la primera vez que te vi me gustaste y quedé completamente enamorado de ti. — soltó sin pensarlo dos veces, provocando en el más bajo un enorme sonrojo. —tal vez pienses mal, que tal vez soy un acosador, pero me gustas mucho, me enamoré de tus ojos desde la primera vez que los vi, me enamoré de tu sonrisa, de tus pecas, de tu forma de ser, joder, me enamoré de ti—lo último lo dijo en un susurro para luego tomar la mano del contrario y con algo de temor entrelazar sus dedos con los suyos.

—no sé que decir, esto es tan inesperado, no digo que no me gustes, si me gustas, demasiado y estoy completamente enamorado de ti, pero quiero tomar todo con calma, no quiero que por apresurados lleguemos a arruinarlo y quiero conocerte incluso mejor de lo que yo me conozco a mi. — miró los ojos al más alto y le regaló una tierna sonrisa.

—tienes toda la razón, y bueno en ese caso debo decirte algo muy importante que no te dije.—apretó ligeramente su mano y se acercó temeroso al chico.—yo no soy un simple pueblerino, yo ni siquiera vivo en el pueblo, vivo en el castillo, y te mentí acerca de mi apellido, en realidad soy Tsukishima Kei, lamento mucho no haberte dicho nada, pero tenía miedo de que tu forma de ser conmigo cambie, tenía miedo de que te alejes.—llevó sus manos a las mejillas ajenas y hizo que lo mirara fijamente.—lo lamento mucho, pero no quiero que nada entre nosotros cambie.—

The Moon  [ Editada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora