Capítulo 5

67 6 1
                                    


Los jóvenes se encontraban abrazados, una ligera manta cubría sus cuerpos desnudos, el más bajo se encontraba siendo resguardado por los pálidos brazos del contrario, ninguno decía nada, solo disfrutaban de la agradable compañía del otro, con eso les bastaba y sobraba para poder sentir una paz interna. 

—Kei.— Tadashi habló en voz baja mientras levantaba de manera suave su rostro, para poder mirar al rubio a los ojos. —¿es cierto que mañana están organizando una fiesta para comprometerte.— dijo desviando la mirada y mordiendo ligeramente su labio inferior.

—Se supone.— comenzó a acariciar con delicadeza el cabello del pecoso.—pero no aceptaré que me comprometan.— se detuvo por unos segundos antes de separarse un poco.—Tadashi tengo una idea.— se sentó en su lugar, mirando a su novio recostado sin tener intención alguna de levantarse. 

—mientras no sea algo demasiado loco, todo bien.— 

—haré que te vistan como mujer y así podré presentarte a mis padres como mi pareja para que no intenten nada.— aquellas palabras dejaron perplejo al muchacho.—se que suena raro, pero no imposible.— 

—espera, espera, ¿estás consciente de lo que dices? ¿y si nos descubren?.— este se sentó mientras sujetaba la mano de su novio.—¿qué haríamos si eso llega a suceder?—

—nadie lo hará, amor, una vez pasado todo esto, nos iremos lejos, donde nadie nos moleste, donde podamos estar juntos.—apretó con cuidado las manos ajenas, para luego tomarlo por las mejillas haciendo que lo mire fijamente.—sé que es un gran riesgo, pero si todo sale bien, podremos estar tranquilos, podremos ser felices.— 

—no estoy seguro, Kei, ¿qué será de este lugar si nos vamos? ¿quién será el rey?.—el más joven tenía una expresión insegura, una que reflejaba miedo.— yo quiero ser feliz contigo, quiero poder disfrutar de la vida contigo, pero tengo miedo.— bajó la mirada.

—Tadashi, yo también lo tengo, no me puedo imaginar qué llegaría a ocurrir si mi padre se entera de todo esto, pero no tenemos más opciones, quiero correr este riesgo con tal de ser felices, y no te preocupes por quién reinará, seguramente lo arreglaran, pero por favor, corramos este riesgo juntos.—levantó con suavidad la cabeza ajena para plantar un suave beso sobre sus labios. 

—esta bien, corramos este riesgo juntos, con tal de ser felices.— le regaló una sonrisa cálida y comenzó a llenar de besos su rostro. —¿pero quién me ayudará?.

—no te preocupes por eso, yo conozco a las personas indicadas para eso.— 

...

cuando la noche se acercó, cada uno debió tomar su respectivo camino, para Tadashi fue como todas las demás, pero para Kei iba a ser una algo complicada. 

—Kei, mañana vendrán muchas princesas dispuestas a contraer matrimonio contigo, debes escoger una,de lo contrario nosotros arreglaremos con quién te casarás.—hablaba un hombre igual de rubio que Kei, unos ojos de color verde intenso acompañado de una barba no muy larga.

—no tendrán que elegir por mi, yo ya elegí a la persona con la quiero estar el resto de mi vida.—

—vaya, escogiste muy rápido ¿quién es? ¿de que lugar es princesa?— el mayor hablaba con una notable emoción, pero esta se fue rápidamente después de es cuchar hablar a su hijo.

—no es ninguna princesa, no planeo estar con alguna que venga mañana, mi pareja es una joven del pueblo y no pienso cambiar mi decisión, lo siento.— su mirada estaba fija a su plato de comida, no quería ver la expresión de su padre.

—que buenas bromas haces Kei.—dijo entre risas mientras lo miraba.

—no es una broma.— levantó la mirada, tenía una expresión seria y desafiante.

—no, es una princesa o nada, yo no permitiré que te vayas a juntar con alguien que no pertenezca a la realeza.—su tono se volvió grueso, para nada agradable.

—me niego a casarme a quien no conozco en lo más mínimo.—

—escucha, NO te casarás con alguien que no sea de la realeza y PUNTO.— su tono de voz se había elevado, la situación era horrible.

—lo siento, pero no me casaré con otra persona además de mi pareja.—dijo levantándose.—no tengo nada más que decir, así que me retiro.—comenzó a caminar ignorando las palabras de su padre, sabía que mañana se pondría furioso, pero no le interesaba en lo más mínimo. 

—ya deja a tu hijo en paz, no tienes ningún derecho a obligarlo a que se case con alguien que no quiera, entiende.— aquellas palabras provenían de una de una mujer de cabellos castaños y largos, ojos de color miel y pestañas largas. ella a comparación de su esposo, no estaba dispuesta a comprometer a su hijo con alguien que no quiera, no quería que Kei pase por lo mismo que ella pasó y estaba decidida a hacer por su hijo lo que no hicieron por ella. 

La conversación entre los adultos se volvía cada vez más intensa, a lo cual Kei se alejó para no escuchar más.

 Comenzó a caminar en dirección opuesta a su habitación, iba a buscar a alguien, a una joven para ser más exactos.

—príncipe Tsukishima, que sorpresa, ¿se le ofrece algo?.— una joven rubia, de estatura pequeña, una joven encarga de la limpieza y demás.

—me gustaría hablar contigo un momento.— aquello sorprendió un poco a la muchacha, pero no podía negarse. caminaron hasta el patio en donde no se encontraba nadie más que los dos.

—dime, ¿qué sucede ahora?, no sueles hablarme a estas horas.— la joven y el muchacho solían hablar a menudo, las formalidades para ellos ya no existían.

—quiero que me ayudes en algo.— comenzó a mirar a los lados viendo si alguien los estaba observando.—es sobre el muchacho del cual te hablé, quiero presentarlo mañana a mis padres, pero no como chico, quiero que lo transformes en una mujer, solo así podré evitar que me comprometan con alguien.— 

—Tsukishima, eso es algo muy arriesgado, yo con gusto te ayudo, pero ¿en serio estas seguro de esto?, no quiero que algo les llegara a suceder.—se acercó un poco sujetando la mano ajena mientras lo miraba fijamente.

—si, estoy seguro,  estamos seguros.— apretó con suavidad las pequeñas manos ajenas.— queremos poder ser felices, queremos tomar este riego y si todo sale bien, por fin podremos librarnos de todo esto.— aquellas palabras conmovieron a su acompañante, haciendo que sonrisa de manera torpe.

—te ayudaré, con tal de que sean felices.— 

—gracias, no sé qué haría sin ti.—sonrío para que luego la rubia se aventara a abrazarlo con fuerza.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 08, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Moon  [ Editada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora