2 de agosto

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     Me desperté al día siguiente como a las 7 de la mañana, me dormí temprano y por ende me levante temprano; Me di una ducha con agua fría para activar el cuerpo y me fui al estadio a trotar, al regresar me volví a dar otra ducha y empecé a preparar el desayuno, unos sandwins rellenos con jamón y queso y un jugo de naranja, ya saben, desayuno saludable.

    Luego me senté frente a la computadora, y empecé a revisar mi Facebook y no sé por qué pero recordé al chico de ayer, el chico del bus, me preguntaba cómo se llamaría, o si lo podría buscar en Facebook, pero imposible lo único que sabía era que estudiaba medicina, tenía 22 años y vivía en Miraflores; Sería inútil si intentaba buscarlo en el Facebook.

    Me arregle para irme a la universidad, aunque era temporada de vacaciones para muchos, para mí no lo era, había reprobado dos materias por inasistencias ya que estuve una temporada enferma y me apunte para hacer intensivos y aparte como estaba en el último año de ingeniería tenía que estar preparando mi tesis de grado, era estresante. Tome el transporte de mi universidad y en todo el camino me la pase pensando en aquel chico, o sea ¡Qué diablos! Una sola vez lo vi y hable con él y ¿estoy así? Imposible, antes me había sucedido que entablaba una conversación con algún chico en el bus, pero normal pues, no había quedado como estoy ahora y con la realidad de que aunque vivamos en una ciudad pequeña es casi imposible que lo vuelva a ver.

    Llegue a la universidad y salude a mis compañeros, los cuales me hacen el Bullying, ya que desde que entre a la universidad hace 4 años, solo me han conocido un novio y que aparte me engaño como con 4 chicas, me da igual la verdad, eso ya paso hace 3 años y no me interesa el tema, pero es molestoso que me vivan preguntando cuando tendré novio o se me insinúen para que yo sea su novia "Era la peor parte de ir a la universidad", tome mis clases de intensivos y me regrese a casa en el transporte de la universidad nuevamente.

Al llegar a casa a las 6 de la tarde...

—Hola señora hermosa. —Esa era yo saludando a mi mama.

—Hola señorita inteligente. —Mi mama devolviéndome el saludo.

—Madre estoy súper cansada, no quiero seguir haciendo intensivos. —Dije con pereza.

—Tú eres la mejor, el primer día de intensivos y, ¿ya andas cansada?—Gruño mi mama.

—Sabes que me pongo dramática Mama.

—Si hija, creo que te llevarías el Óscar a mejor drama. —Bromeo mi querida madre.

Sí, mi mama era una madre muy moderna y alegre, pero también tenía un carácter del demonio, y ellos evoluciono en celos, pues como era su única hija me celaba obsesivamente.

—Lo se madre, suelo resaltaren todo. Muy aparte que aprendí de la mejor, es decir, de Ti. —Me reí a montón al verle la cara cuando escucho estas palabras.

—Hija, el chico de ayer... ¿No te pareció lindo? —Pensativa pregunto mi mama.

—Sí mama. Normal pues, equis. —Para no decir que el chico me encanto.

—Sonriente dijo. —Me gustaría un novio así para ti hija.

—No mama, yo no quiero novio. —Refunfuñe, aunque no es que la idea no me gustara, todo lo contrario.

—Hija ven, siéntate. Hablemos seriamente. —Dijo de manera neutral.

Me senté en la cama junto con mi mama...

— ¿Qué sucede mami? No he hecho nada malo. —Dije irónicamente.

—Hija yo te aceptaría a ti, tal cual eres, sin prejuicios, te tuve 9 meses en la barriga, eres mi más grande tesoro. —Dijo de la manera más dulce.

— ¡Aja! ¿A dónde quieres llegar madre hermosa? —Pregunté.

— Ori, ¿a ti te gustan las mujeres?

Les juro que en ese momento quería que me tragara la tierra.

—Mami que te pasa, obvio que me gustan los hombres. —Respondí sobresaltada ante tal pregunta.

—Mi mama en tono suave, casi apenada dijo —Es que no te he conocido ningún novio hija, y tienes 21 años ¿y no tienes novio? Eso es extraño.

—Suspire y dije —Mama, ¿se te olvida que fui novia de Jared?

—El semblante de mi madre en ese momento cambio a uno de enojo. —Para mí ese patiquín no cuenta.

Yo había superado esa enfermiza relación que tuve con Jared, pero al parecer mi madre no, ella siempre lo odio, y me advirtió que él no era para mí, pero me tuve que dar mi golpe para entenderlo y bien fuerte que me lo di.

—Si señora, él no cuenta. Tienes razón. —Sonreí.

—Te aceptaría un novio como el chico del autobús, era educado y hablaba muy lindo. —Volvió ella al tema del chico del bus.

—Tan educado que ni te cedió el asiento. —Sarcásticamente dije.

—Resignada mi madre dijo —Obviemos eso hija, a ti nunca te gusta nadie.

     Si, ella tiene razón nunca me gusta nadie; Es decir, puedo reconocer que un chico es guapo, puedo andar colocando colirios en mis ojos viendo chicos hermosos, pero hasta allí, seguiré esperando al chico "correcto" por mas cliché que suene y si no, seré la Tía solterona guapa y millonaria, aunque tampoco tendré sobrinos pues soy hija única, tengo hermanos por parte de mi padre que tienen hijos pero no los conozco, pero igual cuenta ¿o no? O simplemente seré la soltera hermosa y millonaria, qué más da.

—Ve a calentar tu almuerzo y prepara la cena. —Dijo mi mama.

— Irónicamente dije. — ¿Y la parte en que dije que estaba cansada?

—Yo estoy más cansada que tú. —Replico mi mama.

      Coloque mi almuerzo en el microondas y mientras se calentaba proseguí a preparas unos panqueques, es que yo amaba los panqueques. Comí mi almuerzo y prepare la mesa para la cena, llame a mi madre y dimos las gracias a Dios y comimos, extrañamente sin decirnos una palabra.

     Al terminar recogí la mesa, lave los platos y me coloque en plan de estudio, tenia que entregar mañana a mi tutor los tres capitulo que llevaba de mis tesis a mi tutor, pase toda la noche estudiando y corrigiendo hasta que se hizo la la una de la madrugada y me fui a dormir, y pensar que solo dormiría 4 horas, pues tendría que levantarme a las 5 de la mañana.

¡Gracias por leer! ♥

El chico del bus®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora