Capítulo 4 - La Chica Nueva.

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Narra Elsa.

Ay demonios... - Pensé alejándome poco a poco de él.

—¿Me van a responder sí o no?...—Dijo María seria.

Yo sólo suspiré—Y-yo.... —Dije nerviosa.—T-tengo que irme.—Dije alejándome de ellos.

Salí de la preparatoria y fui directo a la casa.

Narra María.

Luego de que Elsa se fuera, miré mal a Jackson, fuirosa.

—Jack, última vez que te veo besándote con ella. —Dije seria.

—Quizás... —Dijo cruzándóse de brazos.

—Mira Jackson, oyéme bien, no serás su novio nunca, porque ella, sufrirá, porque te conozco, juegas con los sentimientos de las chicas, y te diré algo, Elsa, no es igual que las otras chicas. —Me miró confundido. —Te diré unas cuántas cosas, ella, a veces, desea nunca haber nacido, ella está en la oscuridad, atrapada en un lugar horrible del cuál quiere salir, además, si no ves su tristeza en sus ojos... mira sus muñecas, y me entenderás porque te lo digo. —Dije quebrada y sin más, me fui.

Narra Elsa.

Caminó, caminó, hasta que llegar a mi ''casa''

Veo la casa, y recuerdo cuándo yo era feliz, cuándo era niña, de que no me preocupaba para nada, sólo en su felicidad, yo pasaba tiempo en el patio, con mi hermana, con mi mamá.... que recuerdos...

Suspiré con cierta tristeza y entró a la casa.

Cierro la puerta, lentamente.

Veo a mis lados, y subo rápidamente las escaleras.

Entro en mi habitación y cierro la puerta con seguro.

Dejó mis cosas a un lado de la cama, y me tiró a la cama mientras suspiro enamorada.

Recordando el beso, intentó olvidarme de eso, de sacármelo de la cabeza. No sé porque razón, motivo, u otras cosas más, presiento que ese beso,  será un nuevo comienzo de mi... ¿vida?...

Siento cómo quieren abrir la puerta, empiezo a ponerme nerviosa...

—N-no e-entres... n-no...—Dije con miedo mientras abrazaba mis piernas.

—Soy María...—oí su voz y fruncí el ceño, confundida.

Me paró de la cama y abrí la puerta.

—¿Cómo...—me interrumpe.

—Eso no importa...—Me leyó la mente...—Venía a.. decirte ¿por qué rayos besaste a mi primo?...—Dijo entrando a mi recamara rápidamente.

Cerré la puerta con seguro.

Se la oía molesta, y se le nota demasiado.

¿Estará celosa?... yo creo que no, ya que es su prima, no debería estarlo.—Pensé algo obvia.

—Él me besó, María.—Dije cruzándome de brazos.

—Ha, si claro...—dijo sarcástica.—Entonces, ¿por qué demonios lo abrazaste por el cuello? Y además, le seguiste el beso..—Dijo enfadada poniendo su manos en sus caderas, suspiré frustrada.

—Me dejé llevar, y si... lo lamento.—Dije sentándome en mi cama.—¿Eso querías saber?, Pues bueno, ya lo sabes.—Dije frustrada.—Por favor, María. Vete, que mi padre puede llegar en cualquier momento y... no quiero que ninguna salga lastimada.

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