La presión en mi pecho era insoportable, sentía como mis pulmones se esforzaban para obtener más oxígeno, como si me asfixiara y no por el hecho de estar cansada, mi respiración era escandalosa y me hacia sentir que me escuchaba y me seguía a pesar de no escuchar sus pasos, mientras mis piernas se acalambran con cada paso que daba.
-Dangerous Blonde- llamó aquella voz que repudió, mientras mis venas volvían a sentir esa adrenalina y mis lágrimas corrían por mis mejillas, corrí a través de un inmenso bosque donde la ciudad se encontraba a kilómetros de distancia y lo único que me rodea es la carretera solitaria, me sentía perdida sentía como si mi corazón volviera a reaccionar y se precipitó a latir más rápido cada vez
-¡¡ETHAN!!- No podía con la sensación de abandono en mi cuerpo.
-¡¡ETHAN!! ¿DÓNDE ESTÁS?- Grité desesperada sin tener la respuesta aún, optando por seguir adelante, mi pierna dolía más que un calambre, era un ardor insoportable, me recargue a un árbol y y baje la media, una de las pocas telas que cubrían mi cuerpo, mi cuerpo se paralizó cuando vi la enorme y profunda herida que llevaba en ella.
-¡Aidana!- escuche a lo lejos, una voz que conocía y me inspiraba confianza la voz de Ethan, la empecé a seguir.
-¡Aidana! ¡Es un sueño despierta! - mis ojos se abrieron de golpe y vi a Ethan sentado a un lado de mi cama, mientras me veía preocupado.
-¿La misma pesadilla?- me miró inquisitivo, yo asentí lentamente, trate de reprimir las lágrimas que amenaza banda con adueñarse de mis mejillas, pero fue en vano, un inmenso nudo creció en mi garganta impidiendo que respirará con normalidad. Ethan me abrazó susurrando varias veces "Todo está bien" si al menos supiera que nada está bien, nada.
Ethan se la pasó toda la noche acostado a lado de mi viendo un par de películas que salían en la T.V, no se separó de mí en ningún momento hasta que volví volvía conciliar el sueño y el se retiró a su habitación.
Me levanté con dificultad de mi cama y mire mi aposento mientras ordenaba mis ideas, tome una ducha rápida solo para lograr que me despertara y me vestí. (Ropa en multimedia). un pantalón negro roto con una blusa blanca de mangas a los codos una talla más grande de lo que soy y me queda holgada, mis únicos tacones, junto mi sombrero negro y mi chamarra de cuero, salí del apartamento desganada junto con Ethan quien me acompaño hasta llegar a la puerta de la cocina.
-Hola señorita ojeras- me saludo Luciana, yo solo sonreí.
-No pude dormir anoche- respondí mientras me cambiaba en el baño de la cocina.
-¿Por?- Me miro inquisitiva.
-Muchas cosas- respondí seca sin ánimos de seguir la conversación, al parecer Luciana lo notó y dejo la conversación concluida.
-Por cierto Mackenzie me pidió que te dijera que hoy no vayas con Connor, si no con Emma ya que él lo autorizó.- Por un lado el que venga de parte de Connor no me brinda tranquilidad pero también se trata de Emma y hoy será la gran fiesta de regreso de ella y yo ayudo con la decoración además del suceso de anoche en la que estuvimos involucrados Ethan y yo, así que no se que pensar.
-Claro- asentí cuando ya estaba lista para ir al encuentro, salí de la cocina arrastrando los pasos, aun no me acostumbro al uniforme, no soy mucho de usar faldas ni vestidos sin embargo aquí estoy recorriendo los pasillos con un exagerado y estúpido, de repente escuché muchos pasos correr cada vez se escuchaban más cerca.
-Niños por favor no corran en la casa- escuche la voz de Mackenzie pero se oía distinta de repente vi cinco rostros correr por un pedazo de la planta de arriba en la cual casi no voy, cuatro de ellos ya los había visto antes eran los cuatro gemelos pero mi vista viajó a la pequeña que jamás había visto, vi cómo corrían los niños y la pequeña intentando alcanzarlos sin tener éxito por su pequeño cuerpo no debe de tener más de 4 años, la manada de niños corrían en mi dirección.
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Corazón de Hielo
De TodoLas miradas las risas los sueños es algo que comparto con todos excepto mi pasado eso simplemente lo callare y seguiré caminando.