1・Mala suerte, Perdedores.

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—¡arriba las manos, pendejos!

Seguido, seis personas dentro del banco sacaron armas de mochilas, algunos apuntando divertidos y otros temerosos, no queriendo hacerlo y prefiriendo estar en casa y ver Netflix.
Las cajeras dieron gritos agudos para después acatar órdenes temerosas, mientras que las personas parecían estar en shock, nunca faltaba el grupo queriendo asaltar un banco.

—no deberías ser grosero, Escorpio —habló severamente un rubio cargando ágilmente el arma para apuntar a alguien que trató de pararse—, no intente ser el héroe, señor. Nos iremos enseguida.

Al hombre se le hizo un nudo en la garganta al ver el arma, por lo cual volvió a su sitio dando un gruñido.
En cambio, el llamado Escorpio hizo oído sordo, yendo con una de las cajeras hasta estar frente a ella, la mujer sintió escalofríos al verse envuelta en esos ojos azules que le miraron fríamente y tartamudeó al sentir el arma en su nuca.

—por favor, rubia oxigenada, ¿podrías poner el dinero en la bolsa? Rápido —sonrió.

La chica asintió ofendida ante ese apodo aunque prefirió guardarse los insultos, comenzando a guardar el dinero en una bolsa de lana que le dieron.
En cambio, Virgo dio un suspiro, comenzando a acostumbrarse a que el signo de agua no hiciera caso.

—¡gané de nuevo! —el eufórico grito conocido para el rubio le hicieron desviar la atención al chico que alzó sus brazos alegremente, trayendo en su mano cartas.

El chico se encontraba en modo indio haciendo un círculo con cinco señores mayores de edad, no importándole en la situación en la que estaban y los hombres parecían tranquilos, teniendo algunos espectadores curiosos al rededor para ver cómo jugaban Poker. Virgo supo que su amigo estaba demasiado tranquilo para ser un asaltante y estuvo a punto de regañarlo, de no ser por la mano que se posó en su hombro.

—deberías dejarlo un rato, Géminis parece encargarse de que no estén tan asustados —el signo de tierra elevó su rostro, topándose con el par de orbes marrones de su hermano elemento. Sonrió al tenerlo cerca.

—pero parece actuar natural, cómo si fuera un día de campo —entrecerró sus ojos el tercer hermano de tierra, apareciendo a su lado. Miraba desconfiado al signo de aire que reía abiertamente, contagiando a los de su alrededor—, parece cómo si ya hubiera hecho esto antes. No me fío de él —hizo una mueca.

Capricornio y Virgo se extrañaron y a la par suspiraron al ver a su hermano.

—basta de deducciones, Sherlock —sonrió Virgo—, mejor deberías ver que está haciendo Piscis, quisiera tenerlo cerca.

El apodado Sherlock dio un leve bufido seguido de un encogimiento de hombros, acatando órdenes de los mayores de la familia.
El menor no entendía porqué todos hacían caso a esos dos, tal vez porque eran los más coherentes en situaciones así. Bueno, ésta era la primera vez que se metían en esa situación, nunca hubieran pensado hacerlo de no ser por ese trío que era compuesto por "el persuasivo bipolar, el alegre desastroso y el viajero que conoce medio mundo". La mitad de los chicos se negaron, él no, pero los demás sí. No es que quisieran perder su virginidad en la cárcel o algo, sólo lo hicieron para matar el tiempo y el trío ya tenía un plan por si los atrapaban, ya que seis chicos se quedaron fuera por si llegaban a hechas a perder el plan. Y él se sentía mal por no ser de esos seis, ¿han escuchado cómo es la comida en la cárcel?

¡Tauro! —su llamado le hicieron despertar de su ensueño, más al sentir cómo un oji-azul lo apresó por la cintura, enterrando su rostro en su pecho.

Estúpidamente Buscados 『Zodiaco Gay』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora