4・Leves Celos.

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—¿Y ahora qué haremos? ¿Vamos a hacernos una cirugía de rostro? —observó asustado a Sagitario, el cual asintió sereno. Palideció—. ¡No! ¡Mi rostro es perfecto así, no uso cosméticos y miren ésta belleza de piel!

Su hermano elemento rió a carcajadas, no evitando que algunas lágrimas llegaran a colarse en sus orbes rojizas. Posó su mirada divertida en su hermano, el cual comenzó a echar fuego alrededor suyo; literal.
Ahora él era quien dejó de reír para dar un grito ahogado al observar las llamas danzantes.

—¡s-sólo bromeaba! —chilló, corriendo para ponerse detrás del más alto de los tierra—, no soportas ninguna bromita, León.

El León simplemente bufó molesto, cruzando sus brazos. Enserio quería golpearlo.

—no te extrañaba, imbécil.

—yo sí, amor —sonrió.

Capricornio, el cual fue utilizado cómo escudo, miró desafiante a los signos de fuego, si llegaban a hacer un desorden no dudaría en entregarlos directamente a los oficiales. Tomar el mando era una de las cosas que no prefería, más era uno de sus deberes. Suspiró, pensando seriamente en quitar su título zodiacal o algo así comentaron.
¿Padres, qué es eso? ¿Parentesco? El único que tenían era a causa de elementos en común; no pasaron por alto el hecho de indagar en sus pasados borrados, ¡y vaya que fallaron! Malos detectives, les apodaron.

—¡somos buscados! —la voz del chico aire le sacaron de su pelea mental, volteó de donde provenía, captando a dos pares de orbes plateadas que se observaban mutuamente; de alguna manera parecían divertirse—¡algo así cómo Prison Break!

—no, Acuario, recuerda que primero debemos hacerte un tatuaje donde estén los planos de la cárcel, luego entramos y usamos nuestro intelecto para salir —sonrió Géminis, tomándolo por los hombros—. ¿Me harías el honor de acompañarme en ésta vida de ensueño?

El anterior hablante asintió, seguido se abalanzó en sus brazos repitiendo frenéticamente «sí acepto, amor mío».

Demasiadas series, fue un pensamiento que pasó por la mente del tercer chico aire cruzado de brazos. No pasó por alto la cercanía que tenían esos dos, tal vez llegó a molestarlo levemente más sólo desvió la mirada a cierto Escorpión que parecía a punto de abalanzarse a la bina de aire; le dio un escalofrío. Posesivo es la palabra que lo describiría en ese momento.
Ésta vez Libra dirigió la mirada al lado del chico agua, encontrando al otro de mismo elemento, sólo que pareciendo menos intimidador, observó la escena triste, no enojado cómo esperaría de alguien celoso. Raro.

Piscis sintió la mirada sobre él, por lo cual volteó con Libra, el cual enarcó levemente las cejas al ser descubierto para luego desviarla a otro lugar lo más rápido que pudo.

extraño —murmuró.

Virgo captó todo desde la pared, en la cual se encontró apoyado para pensar en su siguiente movimiento. En ese momento se encontraban en un callejón desolado, y agradeció eso puesto al maratón que tuvieron hace unos momentos lo dejaron exhausto, casi sin aire y su corazón palpitaba cómo si hubiera visto a él frente a sí mismo, seduciéndolo.
Negó con la cabeza avergonzado, cómo si con eso borrara esos pensamientos sucios que estaban a punto de causarle algo típico en el reproductor masculino; vaya que se estaba volviendo loco.

—chicos —la voz nerviosa de Tauro captó la atención de todos, los cuales pusieron sus orbes sobre él, ya que estaba mirando a escondidas las calles desoladas—, debemos irnos de aquí, si se puede hasta del mismo país. Hay que ir a Italia, escuché que la pizza de ahí es exquisita.

Cáncer rió levemente a su lado.

—pero me contaron que es demasiado delgada —comentó, observando la expresión de horror que puso su amigo—, p-pero aún así es muy buena!

—somos demasiados —gruñó Aries, contándolos con la mirada por si faltaba alguien—, si vamos en grupo es más probable que nos atrapen. Así que...

—¡¿qué?! —exclamó un Sagitario sorprendido, cortando al anterior hablante—. No quiero, ¡por fin estamos juntos!

—tiene razón, Aries, debemos estar juntos —Virgo posó sus ojos caramelo en el nombrado.

El chico fuego bufó. Era bastante raro cuando el oji-caramelo se ponía de lado de su hermano elemento y cuando lo hacía era porque realmente tenía razón.
Cruzó miradas con Capricornio, el cual asintió severamente. Parece que perdió.

—está bien —algunos chocaron los cinco—, pero si llegan a hacer cualquier llamada de atención, los dividiré.

Los demás asintieron eufóricos, felices.

—¿dónde dormiremos? —habló por fin Escorpio, bajando la felicidad de todos.

Un chico agua levantó su mano, apenado.

—tengo una casa a las afueras de aquí —Cancer pudo sentir la mirada acusadora del Escorpión, y no pudo evitarlo puesto que era su lugar secreto y sólo Piscis sabía de él—, el problema es que no hay comida.

Leo suspiró.

—entonces sí que tenemos que dividirnos.

Se miraron entre ellos. Unos odiaban ir de compras y otros preferían ir para elegir lo necesario; unos no servían para eso, otros gastaban su dinero a lo tonto.
¡Oh, por los astros! Seguro ya habían carteles de sus caras por todas partes así que ir de compras sin ser reconocidos será algo digno de ver.













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Salió corto, lo sé, pero así debió ser.
Una frase para ustedes "no se dejen influenciar por lo que miran[leen]" deberían tenerla en cuenta, sabrán el porqué a través de los capítulos.
¡Gracias por leer!

Estúpidamente Buscados 『Zodiaco Gay』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora