Estúpidamente Buscados 『Zodiaco Gay』

5・De compras.

—sólo hay cuatro habitaciones —los presentes lo miraron sorprendidos.

Cáncer se encogió de hombros ante la atenta mirada de todos. Tal vez debió decirlo antes y aunque alguno de ellos replicara, no había otro lugar al cual ir. Acostumbrarse, es lo que deben hacer.

—entonces —suspiró Aries. Observó la casa por dentro, no era ni muy grande ni tampoco demasiado chica cómo para estar cómo sardinas—, se pondrán por elemento.

Esperó quejas, más se sorprendió cuando sólo asintieron aceptando la orden. ¿Tal vez planeaban una conspiración para matarlo en la noche? No lo supo, y prefirió no hacerlo. Se encogió de hombros, tal vez sintiendo un leve vació al no ser retado, llenado directo al sillón oscuro en el cual se hundió en cuanto lo tocó.

—eso se mira divertido —sin contenerse, Géminis corrió para lanzarse sobre el sillón y quedar con su cabeza sobre los muslos de su amigo, el cual enarcó las cejas sin decir nada—. ¿Algún problema, Aries? —el chico fuego golpeó la frente del peli-plata al notar el tono pícaro con el que habló. Géminis dio un respingo.

Otra vez fue el pensamiento de un Libra temeroso. No quizo voltear por nada del mundo más sabía lo que ocurría con la bina de agua que estaban recargados en la pared, uno al lado del otro; celos. O tan siquiera eso sintió el chico aire, no queriendo estar ahí; ¡realmente quizo ir de compras, Leo de seguro compraría muchas cosas y nada a él!
Bufó. Ahora debe soportar a dos idiotas que no saben lo que sienten realmente.

—Libra —el murmullo del cangrejo le hicieron desviar la mirada a su amigo de orbes azuladas, el cual hizo un ademán con la mano para que acercara su rostro y así lo hizo—, ¿será que esos dos están flechados? —se sorprendió cómo es que su amigo tenía un sexto sentido para esa clase de cosas.

Sonrió burlón.

—bingo —miró de reojo a su hermano elemento, el cual era molestado por Aries que picaba algunas partes de su rostro con intención de divertirse él mismo, no importándole las réplicas del otro—, pero es mejor que se den cuenta por sí mismos, ya sabes; ellos no sirven para esos temas.

Cáncer asintió no muy convencido, aunque bueno, él tenía un problema también y no lo negaba; eso está mal intentó convencerse a sí mismo.
Él era alguien bastante orgulloso y tal vez no aceptaría sus sentimientos. Prefirió guardarlo para sí mismo; no tenía ganas de sufrir de nuevo.

Un sonido lo sacaron de su ensueño, haciendo que dirija la mirada a su hermano menor elemental, el cuál se encogió de hombros para contestar su celular. Nadie despegó la mirada de él.

—¿alta voz? —se extrañó Piscis ante la orden de Capricornio. Asintió aceptando órdenes para luego poner el celular para que todos escucharan—. Listo.

—¡el imbécil de Leo está discutiendo con una señora por un maldito cepillo! —el eufórico grito del chico tierra les hicieron estremecer. De alguna manera agradecieron quedarse en casa—. ¡Tauro, deja esos dulces. Ni siquiera hemos pagado! —se escucharon réplicas—. ¡Bájate de ahí, Acuario!

—¡soy su rey, inmortales inservibles! ¡Alaben a su Dios! —y esa era la voz de un Acuario a punto de cometer un desorden—. ¡Mira, Sagitario! Un...