Capítulo 5: Mi Secuestrador, Violador Y Futuro Verdugo Tiene Nombre

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Lo se, pésimo titulo, tengan piedad de mi, escribí esto hace 4 años, he ahí el por qué la descripción no es tan buena, la practica hace al maestro. Advertencias: Ninguna 

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Sentía un pequeño zarandeo y el sonido de un constante traqueteo un poco molesto, por el ruido ya se me había quitado el sueño pero no quería abrir los ojos los sentía pesados y sinceramente no quería levantarme, a través de mis parpados podía apreciar un poco de claridad por la intensidad diría que eran como las 11.00 am de la mañana.

Y de pronto todo se tornó oscuro y un extraño ruido apareció, ya lo había escuchado antes pero no recordaba donde, así que con toda la flojera del mundo abrí los ojos y me incorporé un poco pero la claridad volvió de golpe segándome y obligándome a cerrarlos recostarme nuevamente, no me había percatado de que estaba recostado en un lugar mullido muy cómodo pero muy estrecho no podía moverme mucho porque si lo hacía caería ¿Dónde rayos se supone que estoy? Entonces toda la horda de recuerdos recurrió a mi mente y sin pensarlo abrí los ojos, salte de donde estaba y comencé a inspeccionar el lugar.

Estaba en una cabina de ferrocarril, era muy extraño para estos tiempos ya no habían ferrocarriles de vapor o de carbón, estamos en la actualidad solo hay tranvía, bueno no es como si todo lo que ha venido ocurriendo hasta esta fecha sea muy normal, suspire aliviado al verme solo en aquel lugar que ahora que lo detallaba era muy elegante despedía un aire de realeza demasiado refinado para lo que yo estoy acostumbrado a ver, los asientos eran de un color rojo, (Pareciera como si en los tiempos de reyes no conocieran otro color que no fuese ese) con bordes dorados (Otro color trillado) el piso era de madera, no estoy seguro de que tipo era pero resplandecía, parecía muy cara y desprendía un olor muy fresco y placentero.

Las persianas compartían la misma combinación de los sillones, me acerque al cristal que se mostraba inmenso, resistente y posiblemente indestructible para observar el panorama, por donde habíamos pasado y vi un túnel a lo lejos, de seguro ese era el culpable de que mis ojos se convirtieran en huevos fritos por tanta luz al despertarme, voltee hacia delante y solo había camino, no sabía dónde estaba, no lograba ubicarme, pero no importa ahora... ¿Qué debería hacer?

Si estoy aquí es porque ese sujeto me trajo hasta aquí, tan solo con recapacitar y darme cuenta de que ahora sí que me encontraba a merced de él comencé a temblar, ¡No! debo calmarme hasta ahora no me ha hecho nada, estoy bien... pero eso no significa que no se vuelva a repetir "eso" de nuevo, ¿Qué hago si él quiere hacerme "eso" de nuevo? Si lo hace yo... tal vez debería... ¡No ni hablar jamás y nunca! Nunca dejaría que ese hombre me tomara de nuevo, debería intentar escapar otra vez pero ¿Hacia dónde? Genio-idiota estas en un tren, lejos no puedes ir, a menos que me lance por la borda, no el golpe a que me mata voy, entonces me queda resignarme como un imbécil hasta mi muerte, convirtiéndome en el juguete sexual de mi posible futuro asesino, ¡Si cómo no! Que yo me voy a dejar, aunque esa vez yo... a mí si no me hubiese tratado tan mal a mí... si hubiese sido más dulce y delicado conmigo a mí... me habría gustado...

¡QUE MIERDA! ¡NO CABE LA MENOR DUDA MI CEREBRO SE FUE PARA JAMAS VOLVER!, ¿Cómo es posible que haya pensado en la posibilidad de disfrutar esos encuentros? ¿Qué Daika? ¿Te volviste loco o ya en serio necesitas un psiquiatra? Suspire cansado no lograría nada con auto insultarme pero en serio que necesitaba un médico me estoy volviendo loco, me senté de nuevo y suspire para calmarme pero entonces la puerta corrediza se abrió y no pude evitar saltar en mi asiento.

-Al fin te despertaste enano, duermes tanto o más que la Bella Durmiente, pero bueno no es como si hubiera alguna diferencia-

Era extraño en el momento que lo había visto entrar con una camisa blanca manga larga de vestir abierta en los primeros botones, pantalón de vestir negro y zapatos pulidos del mismo color lo primero que pensé fue... Mierda ya está vestido para mi funeral y comencé a sentir temor por mi integridad física, para cuando me insulto todo mi miedo se fue al demonio e iba protestar pero luego hizo ese comentario de la princesa con ese tono de voz tan.. tan ¡Por Dios reconócelo! fue sensual, sentí mis mejillas arder, ¿Qué me paso? Con una mierda ya mi hombría murió, por favor Dios no dejes que mis mejillas se sigan tiñendo de rojo por favor.

"Mi Único Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora