Capitulo 28: De Visitas Y Preparativos

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Advertencias: Ninguna,solo dulzura de nuestros protagonistas ;)

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Abro los ojos con una total pesadez ¿Qué paso? Pienso, tratando de recordar y hacer que mi mente funcione y recuerdo, por fin recuerdo que me estoy muriendo... ¿O me estaba muriendo? No siento tanto dolor como antes... es solo como una molestia lo que queda, recuerdo mis heridas y me remuevo como puedo porque sé que si hago un movimiento en falso me voy a malograr mas el brazo pero siento una dureza aprisionándolo por lo que quito las sabanas (unas diferentes a la que recuerdo) y veo mi estado, tengo un yeso en el brazo, una venda donde se supone tenia aquella perforación por la astilla del árbol y ya no siento tanto malestar.

¿Qué paso? Veo hacia los alrededores y fijo mi vista en el buró, lleno de medicamentos, antiinflamatorios, jarabe para la tos, aspirinas para el dolor de cabeza y remedios para la fiebre ¿Quién me curo sin que me diera cuenta? Veo hacia abajo y me sorprendo al ver una mezcla de algo asqueroso en la papelera ¿Yo hice eso?

Trato de aclarar mi garganta pero esta me duele y sí me creo el que haya vomitado sangre, me siento débil, no puedo respirar con normalidad... seguro estoy mal con mis pulmones y como cualquier persona pasando por recuperación, necesito agua, hidratarme, comida, proteínas, seguro Rosa vino para acá y ahora voy a tener que seguir su plan de dieta, pura sopa de pollo, me quejo y busco mis zapatos para levantarme pero al tratar de hacerlo parece que la fuerza de gravedad me quiere en el piso, que mareo tan desagradable, maniobro lo mejor que puedo y vuelvo a caer en la cama, mis piernas no soportan mi peso, estoy muy débil.

Comienzo a sudar frio... que malestar tan terrible.

Siento punzadas de dolor en la cabeza y la sensación de vértigo no se quita, necesito recostarme otra vez, cuando trato de maniobrar de nuevo para recostarme la puerta se abre y me deja ver a Daika, el cual al mirarme abre los ojos totalmente impresionado, me sonríe, camina rápido hasta la cama y... me abraza, me aprsiona con aprecio entre sus brazos dejándome totalmente sorprendido, me pierdo en la sensación y cierro los ojos disfrutando su dulce cercanía que sin darme cuenta alivia mas las molestias en mi cuerpo, Daika es un bálsamo para todos mis males, se separa de mí y me da un manotazo en la cabeza.

Me quejo por el golpe.

-¿Por qué me golpeas?-Mi voz esta ronca, baja y gastada, una molestia, con mi brazo derecho busco como puedo apaciguar mi zona afectada sobándola inútilmente.

-Por estúpido ¿Qué hubiese pasado si no me digno a venir a ver como estas? ¿Y si no hubiese venido a verte? Kai, estabas mal... no mal se queda corto ¡Te estabas muriendo! ¡¿Por qué no pediste ayuda?! ¡Tu gran imbécil!-Mi mente ya de por sí lenta tarda mucho procesando lo que me dice ¿El fue quien me curo? ¿Se preocupo? Definitivamente Daika, definitivamente, solo tú te preocupas por mí.

Busco palabras en mi repertorio que sean un poco... realistas pero que tengan humor...humor negro.

-Estaría quemándome en el infierno pero apart-Me golpea otra vez.

-No bromees con eso-Fija su vista en el piso y veo como sus ojos se empañan-Me preocupe mucho ¡Casi me da un infarto cuando vi tanta sangre y la fiebre y tu brazo y cuando vomitaste, no querías despertar y no sabía qué hacer y...!-Su voz se quiebra, lo acerco con mi brazo para que quede cerca para enterrar mi cara en su estomago y parte del pecho, dándole consuelo ¿O me estoy dando consuelo a mi mismo?

-Lo siento, no quise asustarte-Me acaricia el cabello y la espalda, solo tu pequeño, solo tu-No creí que con lo que me vieron hacer me ayudarían. Perdóname.

"Mi Único Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora