Virus

1K 78 74
                                    

Las palabras de Yasuo golpearon fuertemente mi corazón haciendo que mis ojos se humedecieran haciendo que algunas lágrimas cayeran por mis mejillas y tan solo me dejé arropar por el cálido abrazo de Yasuo durante un tiempo mientras él se perdía en sus pensamientos y secaba poco a poco mis lágrimas.

Pocos minutos después nos separamos, Yasuo me sonrió levemente.

-Espero poder aprender muchas cosas sobre este mundo contigo.- dijo contento.

Yo asentí contento como respuesta. Miré el reloj de la pared y me asombré, ya era bastante tarde y mañana tenia que volver al laboratorio con Heimer para ver como pasa la primera noche fuera de aquel tanque de agua.

-¡Que tarde es! Mañana nos toca madrugar y a este paso no dormimos.

Yasuo rió levemente y colocó su mano en mi cabeza, cosa que me molestaba la verdad, porque sea más alto que yo no tiene que parecer que soy enano.

-¡Quita esa mano de mi! -repliqué molesto.-

-Es que eres bajito.- rió mientras revolvía mi pelo.

-¡No soy pequeño, tu eres el alto aquí!

-Lo que tu digas, tapón.

Por fin quitó su mano de encima mio pero ahora tenía ganas de matarlo mas no podría hacerlo, es... Algo raro...

-Y bien, ¿donde dormiré? No me meterás en otra habitación oscura en un sótano sin salida, ¿verdad? No quiero volver a un lugar como el laboratorio...-bromeaba Yasuo mientras intentaba contener su propia risa.

-Mira que si te has propuesto sacarme de los nervios hoy lo estas consiguiendo.

Le guíe escaleras arriba hasta una habitación que pegaba a la mía, así si pasa algo estaría cerca, solo por si acaso.

-Es aquí, mi habitación es la de al lado, si necesitas o pasa algo durante la noche avisame.

Él asintió y entró a la habitación algo pequeña pero con lo necesario: una cama donde dormir, un armario, una pequeña alfombra a los pies de la cama, un escritorio con una silla y una lampara para la noche.

-El cuarto de baño está en esa puerta de enfrente. Y ahora vamos a la cocina, voy a hacer la cena. ¿Que te gustaría tomar?

Se quedó pensativo por un momento y con un sonrisa en su rostro dijo...

-Uhm... No lo sé, jehe. Nunca he probado la comida . Allí en el laboratorio me insertaban los nutrientes necesarios vía intravenosa por lo que es como si nunca antes hubiera comido.

Me quedé algo sorprendido, la verdad tenía toda ma razón. Mientras bajamos las escaleras hasta la cocina me puse algo nervioso, ¿qué le gustaría? ¿Y si le preparo algo que no le sienta bien?

Yasuo se sentó en la mesa de la cocina a ver como cocinaba y me preguntaba cosas sobre el mundo en el que se había adentrado hace poco, parecía un niño pequeño, quería saberlo todo sobre lo que le rodeaba.

Al cabo de media hora la cena estaba lista, una sopa caliente y un filete de ternera hecho al punto, no era gran cosa pero confiaba en que tal vez le gustaría.

Le pedí que pusiera los cubiertos y los vasos en la mesa mientas yo servía la cena para ambos. Puse los platos en la mesa y los dos empezamos a comer mientras seguíamos hablando tranquilamente sobre las cosas que Yasuo quería ir aprendiendo.

Al terminar de cenar le pregunté si le había gustado la cena, le pedí que fuera sincero, si no le había gustado siempre se podía probar con más cosas pero él inmediatamente respondió que le había encantado, que le gustaría que volviera a cocinar otra vez. Yo, feliz ante sus palabras, sonreí y asentí con la cabeza.

Solo Un PrototipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora