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"Entonces, lo nuestro ya no da más", esas palabras resonaban en su cabeza, no las podía olvidar, no podía olvidadla, nuevamente se comportó como un estúpido al presionarla, ahora las cosas se salieron de control, prácticamente ella lo había cortado, eso le dejaba pensar que tal vez ella no sentía lo mismo que él, fue el único iluso que se tomó la relación en serio, pensó.
Eso desprendió una molestia así mismo, jamás de los jamases se vio, ni siquiera lo pensó en sentirse tan débil (a pesar de poseer la fuerza más grande del planeta) por una terrícola, un ser en el cual con solo la palma de su mano podría hacerla desaparecer, aunque fuera el ser más fuerte del mundo, no podría hacerlo, no podría mirarla a la cara y disparar como antes lo hubiera hecho sin ninguna dificultad.
Todos tenemos una debilidad, él ya la había encontrado.
Se sentía patético y triste, la quería y la había perdido... ¿Oh no?, ¿Y si trataba de solucionarlo?,ya había hecho planes con ella sin consultárselo,ella seria la futura madre de sus hijos y la mujer de su vida, la que estaría para él y él para ella siempre, si eso implicaba esperarla más de un año, lo haría.
Por medio de su radar ordenó alistar su nave, si no se equivocaba, hoy era la fiesta de disfraces y estaba invitado.
Colocó el disfraz de pirata sobre su cama, algo le decía que lo haga porque sentía la ilusión de que el vendría y a la vez pensaba que no valdría la pena, pero ella solo hizo caso a su palabra.
Una sonrisa acompañada de un rubor en sus mejillas se formó en su bello rostro al imaginarlo en ese traje, definitivamente sería difícil olvidadlo, dio media vuelta, se acercó a su espejo para ver su desarrollada figura y se acomodó su disfraz.
Al principio quiso disfrazarse de princesa, eso era algo muy común, así que descartó la idea hasta ver el hermoso traje de ladrona que estaba conformada por top negro, un polo, falda y botas amarillas, además marcaría la diferencia.
Se dirigió al patio de la casa, ya había mucha gente reunida, se procuró en buscar a sus amigas, mientras caminaba comenzó a saludar amigablemente a sus otras amistades, unos pasos más y pudo visualizar a sus amigas que se encontraban conversando amenamente.
-Hola-Saludó con una sonrisa.
-¡¿Por qué no nos contestabas los mensajes?-Preguntó molesta la rubia y Lunch la miró molesta.
-También fuimos a tu casa y nos dijeron que no estabas-Habló Lunch.
-Es que...No me sentía bien.
-¿Qué te pasó Bulma?-Se le acercó Lunch y con su mano cogió delicadamente la mano de Bulma.
-¿Vegeta tiene algo que ver?-Preguntó Lazuli.
-Si-Su alegría desvaneció y la tristeza la invadió.
-¡¿Qué te hizo?!-Lazuli la cogió de los brazos y la miró con ojos depredadores.
