Hablo con Celeste y me indica que Félix está contento mirando la televisión, hasta me manda una foto de él comiendo unos pochoclos, mientras observa hipnotizado el televisor. Esa chica sabe cocinar de todo, hasta cocina felicidad. Veo la sonrisa de mi hijo en el celular, por lo tanto sonrío también y me dirijo a mi coche para ir hasta allí. Una mano detiene que abra la puerta y levanto la vista.
—Leslie.
—¿Te olvidaste de nuestra salida? —sonríe de manera pícara.
—Ah, cierto —exclamo recordando.
—¿Ya no quieres jugar? —desata despacio mi corbata y la detengo.
—Quizás otro día. Ya es tarde.
—¿Desde cuando te importa que sea tarde? —hace puchero.
—La chica que cuida a mi hijo, no puede quedarse ahí todo el rato. Arreglemos para otro día, ¿sí? —me acerco a sus labios.
—De acuerdo pero, no me cambies por otra ¿eh? Qué te conozco. Cuando quieres atender tu libido, te vas con la primera prostituta que encuentras y yo no quiero perder a mi cliente favorito —se agarra de mi cuello.
—¿Favorito? —levanto una ceja.
—No todos los días se encuentra a un hombre rico y que encima sea guapo —toca mis labios con su dedo y se separa —me voy, rubio encantador —se gira y se retira moviendo las caderas.
Evito mirar su trasero, como el pervertido que soy y subo a mi automóvil.
"Eres un pervertido..."
Un recuerdo de Anastasia viene a mi cabeza, cuando miro el espejo retrovisor y visualizo la parte trasera del auto, ¡No es momento de acordarme momentos hot, con mi esposa fallecida!
Suspiro.
—Debo dejar de pensar.
Abro la guantera, saco una botella de agua, junto con el antidepresivo y me lo trago de una sola vez. Estúpido psicoanalista, esta porquería no sirve.
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Papi ¿Jugamos? (R#2)
Short StoryAnastasia Blue... Bella, buena persona, preciosa y con un hermoso sentido del humor. Así describo a la mujer que más he amado en esta tierra. Así describo a la madre de mi hijo, la fallecida madre de mi hijo. Mi pequeño Félix. Me he sumido en la tri...