Ian
Oigo el sonido de la puerta cerrándose y luego me acerco a la ventana para ver si los reporteros la han dejado pasar. Una vez que me aseguro que está todo bien, suspiro.
—Mi psicoanalista va a matarme.
Ya quiero hacerlo yo, pero es inevitable. Siempre hago lo mismo. Durante estos dos años, me he comportado de esta manera. Vivo en el pasado y me alejo de situaciones como esta.
Camino hasta un mueble en específico, aquel que sé que me va a poner peor, pero mi cerebro es obstinado y no me puedo detener.
Abro el cajón y ahí está su foto, su cabello oscuro, sus ojos claros, una sonrisa que encantaría a cualquiera, era hermosa.
Mi Anastasia.
Mis ojos se humedecen y vuelvo a suspirar.
—Anastasia... hay veces, que te extraño más que otras.
Oigo un sonido y me sobresalto.
—Papi ¿Estás llorando?
Me giro y veo que Félix se ha despertado. El peque me mira con preocupación y me refriego los ojos. Oculto la foto en el cajón y me le acerco forzando una sonrisa.
—¿No estabas durmiendo?
Frunce el ceño.
—¿Quién lo hizo? Yo le pego.
Me río.
—¿Quién me hizo qué? No se pega, Félix.
Baja la vista, tímido e infla los cachete en desacuerdo.
—Quién te hizo llorar, yo le pego igual.
Okey, entonces soy yo el que necesita un golpe.
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Papi ¿Jugamos? (R#2)
Short StoryAnastasia Blue... Bella, buena persona, preciosa y con un hermoso sentido del humor. Así describo a la mujer que más he amado en esta tierra. Así describo a la madre de mi hijo, la fallecida madre de mi hijo. Mi pequeño Félix. Me he sumido en la tri...