¿Es una cita?

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No hay nada que logre herir un corazón enamorado como un amor no correspondido, afortunadamente para Hermione no era su caso ya que para Remus las cosas no eran diferentes, desde el día que Hermione había vuelto no había podido evitar darse cuenta de lo diferente que se veía, de la niña que había sido antes solo quedaba el recuerdo para dar paso a una mujer muy inteligente y bella dispuesta a demostrar su capacidad de ser más que una heroína de guerra, ella era más que una cara bonita y eso tenía encantado al licántropo. Hacia un par de meses que Hermione trabajaba en el mismo departamento que él y en este tiempo había sido inevitable para el no enamorarse de la chica, sabía que el era mayor pero aún así estaba cautivado por la personalidad de la castaña, a veces se pasaba el día viéndola trabajar porque le encantaba la pasión que tenía, la miraba tan fijamente que en un par de ocasiones la chica se había dado cuenta y se había sonrojado pero Remus estaba convencido de que era por la insistencia con que la veía. No tenía esperanza alguna de que ella se fijase en el, un hombre lobo, viejo y con un hijo pequeño y ella una joven brillante con un futuro por delante.

...

El tiempo había pasado y Octubre estaba cerca, y con el la fiesta de Halloween que organizaban algunos de los empleados del Ministerio, este año sería de gala con vestidos de noche y alguien había propuesto que usarán a antifaces.

Con la cercanía de la fiesta Remus vio la oportunidad de asistir a la fiesta con Hermione, podía invitarla con el pretexto de ir como amigos. Así que comenzó a planear la mejor manera de acercarse a el y después de varios planes demasiado complejos decidió que lo mejor sería ir al grano.

Pasarón los días y cada vez que se decidía a preguntarle si le gustaría ir con el, los nervios se apoderaban de como si fuera un adolescente de 15 años y terminaba cambiándole el tema o preguntando tonterías, que ella respondía con cierto fastidio.

...

La noticia de la fiesta para la castaña era la oportunidad perfecta de estar cerca de Remus, llevaban meses trabajando juntos y cada vez estaba más convencida de que el licántropo se sentía atraído a ella, en varias ocasiones lo había sorprendido mirándola fijamente y se había sonrojado al verse descubierto.
Pero el tiempo pasaba y la fiesta estaba cada vez más cerca y el aún no la invitaba a ser su pareja, estaba perdiendo la esperanza y comenzaba a plantearse seriamente tomar la iniciativa e invitarlo ella.

Finalmente decidió que sería lo mejor y faltando tres días para la fiesta espero a que sus compañeros se fueran a casa y una vez solos camino con pasó firme hacia Remus, le temblaban las manos y se repetía a su misma lo que le diría, lo había ensayado frente al espejo era ahora o nunca.

-Remus... - dijo la castaña casi en un susurro.

- Dime ... - el licántropo no pudo evitarlo y dijo esto casi sin voz, estaban solos por primera vez.

- Yo... Bien... - los nervios amenazaban con traicionarla - Me preguntaba si te gustaría asistir conmigo a la fiesta de Halloween?

El rostro de Remus era un poema, se había sonrojado y no atinaba a dar una respuesta. Se sentía avergonzado de no haber sido el quien la invitará, pero al mismo tiempo estaba feliz de que ella tomará la iniciativa. Las palabras no salían de su boca y temía que la chica pensara que no aceptaba así que asintió y pudo notar como la chica dejo el aire escapar de sus pulmones, al parecer había estado aguantando la respiración, se aclaró la garganta y dijo

- Entonces ¿es una cita?

La chica sonrió y se puso roja como tomate, se acercó a él lo suficiente como para besarlo, era un poco mas baja que el así que miró hacia arriba y mirándolo a los ojos dijo

-Si, es una cita.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora