La llegada a Hogwarts fue casi igual que todos los años, a diferencia, para Harry, de aquellas enormes y calavericas criaturas que tiraban de las carrozas y de que habían conocido a dos chicas en ese trayecto, Luna (lunática) Lovegood y Samantha Martin. Esta última, una nueva estudiante de intercambio que había llegado para quedarse en Gryffindor durante todo el curso.
- ¿Estudiante de intercambio? - inquirió Hermione observando a la chica fijamente. Ron estaba anonadado, viendo aquellos potentes ojos verdes y ese cabello lacio y negro que escurría por el rostro de su nueva compañera.
- Mi padre ha hablado acerca de los intercambios culturales... dice que son buenos para socializar - atajó Luna con su típico tono desinteresado y extraño -
- Pues ciertamente yo no estaba muy convencida de venir a este colegio y mucho menos de que me tocara estar en Gryffindor pero, según mi padre, ha sido una decisión irrevocable tomada por Dumbledore... en fin - sentenció la muchacha suspirando con algo de pesar - seguramente seré el hazme reír de Draco y sus amigos- terminó, cruzando su pierna y haciendo que su falda se levantara un poco -
- ¿No te parece que llevas la falda muy corta? - preguntó Hermione siendo interrumpida al acto por Harry -
- ¿Conoce a Malfoy? -
- Claro que lo conozco Potter, las familias sangre pura siempre mantienen contactos y... en cuanto a tu pregunta- dijo clavando su potente mirada en la de Granger- realmente no, me parece lo justo-
- Y tan justo - balbuceó Ron, a la vez que recibía un codazo en el estómago por parte de su amiga. Martin solo sonrió y negó divertida con la cabeza -
- Por tu arrogancia deberías estar en Slytherin- comentó Luna distraída, leyendo el ejemplar de corazón de bruja que llevaba en sus manos -
- ¿Por mi arrogancia? - Inquirió la joven alzando una ceja- querrás decir por mi clase y buen gusto... pero sí, tienes razón, debería estar en Slytherin -
- ¿ Y porqué no pides el cambio? -
- Ojalá fuera solo cuestión de eso Granger - Samantha hablaba como si les conociera a todos - por cierto, soy Samantha Martin, que descortés de mi parte -
- Samanta...- repitió lentamente Ron, sumergido en ella. Martin se dedicó a chasquear la lengua aburrida-
- ¿A que te refieres con que ojalá solo fuera cuestión de solicitar el cambio y ya? ¿Hay algún otro motivo que te impida hacerlo? - la joven sonrió ligeramente y miró a Harry más que con sorna, con compasión-
- Ay Potter, Potter, Potter... me sorprende que me preguntes eso, pensé que estarías más enterado - tras decir aquello, sonrió dejando notar una perfecta dentadura blanca y... tras unos minutos de silencio se encogió de hombros - realmente es muy curioso puesto que... si estoy aquí, es por ti-
-¿Por mi?!!-
Tras decir aquello, una voz anunció que habían llegado al castillo y que se apresuraran a ir al Gran Comedor ya que pronto daría paso la ceremonia de selección. Antes de que Harry pudiera volver a preguntar, Samantha había desaparecido.
- Que chica más rara - Comentó Luna bajando del carruaje y dirigiéndose hacia el comedor, seguida de Ron, Harry y Hermione -
- Es una engreida, dudo mucho que nos podamos llevar bien -
- Tu estas celosa Hermione... ¿Has visto ese cabello? Tenía el Corte similar al de... ¿como se llamaba? Sé que la vi cuando fuimos de vacaciones a Egipto -
-!Cleopatra Ronald!!- Gruñó la castaña, agobiada por la actitud del pelirrojo que seguía babeando por la recién llegada.
Harry por su parte, no podía sacarse de la cabeza, las palabras de aquella chica. ¿que estaba en Hogwarts por él? ¿Pero que pintaba todo aquello? ¿Sería obra de Sirius? Sus pensamientos se disiparon cuando pudo ver al otro extremo a Cho, quién le saludaba con sumo interés. Nervioso, Harry devolvió el saludo y tomó asiento en la mesa de Gryffindor junto a sus dos enfadados amigos y a Neville, que estaba junto a Ginny -
-¿Se han enterado ya?- susurró Neville - Hay una chica nueva y viene a nuestro curso ¿no es lo más raro que ha ocurrido en estos cinco años?-
Hermione puso los ojos en blanco y Harry, tratando de localizar a la nueva, no la encontró, hasta que Dumbledore se levantó para dar su discurso de inicio de curso.
- Otro año en Hogwarts, para algunos el último, para otros el primero... para algunos más, otro año de seguir aprendiendo. Este año, tenemos varias noticias que darles, en primer lugar, denle la bienvenida a la profesora Dolores Umbrige, quién impartirá la cátedra de Defensa Contra las Artes Oscuras- Harry la reconoció de inmediato, esa mujer había estado en la audiencia y había votado en su contra - y por otro lado, este año hemos implementado un nuevo sistema de inclusión cultural, es por ello, que desde Berlín, de la Académia de Magia y Hechicería MET (Magic in Time) la señorita Samantha Martin, nos acompañará este nuevo curso, honrando a la noble casa de Godric Gryffindor con su estadía ahí- la grácil y esbelta joven, de personalidad intimidante, salió de atrás del Director del colegio, de inmediato se escucharon silbidos de los chicos y fuertes aplausos. Harry pudo observar la cara de Draco a lo lejos y este, ciertamente, no estaba muy contento ¿serían novios? - tome asiento por favor señorita Martin, espero que la hagan sentir como en casa y que sepan... que ella no será la única que llegará este año a Hogwarts... -el silencio que había surgido acto seguido de los aplausos y vítores, pronto se convirtió en murmullos... algo muy raro estaba pasando- sin más... por favor demos inicio a la ceremonia de selección -
Así fue, la ceremonia transcurrió como todos los años y finalmente, el gran banquete de bienvenida. Harry intentó ponerse en contacto más de una vez con Samantha, sin embargo, esta parecía saber sobre sus intenciones y se había sentado bastante lejos. Lo que si era obvio, eran las constantes miradas de la chica con Draco, como si quisiera decirle algo y no pudiera. Cuando terminó la cena, todos se levantaron y se dirigieron a sus salas comunes, Samantha por su parte, había desaparecido antes de que Potter la hubiera podido alcanzar. En ese punto, se sentía frustrado.
Así fueron pasando los días, Samantha asistía a las clases pero cuando el quería acercarse, ella simplemente encontraba la manera de escabullirse y, estar constantemente pensando en eso, había hecho que lo poco que Harry logró con Cho, se viera arruinado así que... decidió dejar lo de Martin de lado por un momento y dedicarse a Cho.
-Cho... ¿tienes un minuto? - la logró alcanzar luego de salir de clases de adivinación-
-Claro Harry ¿que pasa? -
- Quería saber como estabas... cómo seguías...
- Mejor... es difícil Harry, no hay un momento en que no piense en Cedric y me siento culpable. -
- ¿Culpable por qué? -
- Es que... no Harry, no puedo - apenada, quiso girar y marcharse, pero el chico sostuvo su mano haciéndola girar de nuevo hacia él-
- Por favor, cuéntamelo-
- Es que también pienso mucho en ti Harry...- él sabía que estaba mal, pero en ese momento, su estómago dio un vuelco de felicidad y entonces... recordó lo que Sirius le había dicho -
- Alguien me dijo una vez que si quería a una persona, sabría darle el tiempo y el apoyo que necesitara hasta estar segura... tu... - No sabía cómo, pero aquellas palabras comenzaban a salir de su boca, haciendo que ni el mismo se reconociera - tu me gustas mucho Cho... y yo... sabré esperar.
Off: Bueno chicos, hasta aquí este capítulo. Espero les guste y lo lean por fa, si es así... comenten, denle favorito y si pueden, recomienden. Acepto sugerencias!
La próxima entrega se llamará #4 Un romance quinceañero.
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Harry Potter Y El Misterio De Sirius Black
FanfictionEn esta historia, quise basarme en los hechos y en como sería la vida de nuestros personajes, luego de los acontecimientos del Torneo de los tres Magos en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Teniendo en cuenta eso... que empiece mi historia. Espero qu...