Capítulo 9: Segunda Vez

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Que quieras Max, estoy ocupado. - dije cuando Sam entro a la casa.

Sólo verte hermano, me extraño que no te vi en todo el día, pero veo que estas muy ocupado hasta yo hubiera desaparecido con alguien como ella. - dijo tratando de mirar por la puerta.

Si, es la hija de tu vecino. - le dije sin importancia.

No te creo, me había dicho que era gorda y fea, pero es gordi- buena y muy bella. - dijo riendo

Ahora que sabes que estoy ocupado puedes irte, ya sabes tengo algo que hacer. - dije señalando su auto.

Tranquilo Dani, es tuya... Por ahora cuando te canses yo estaré para ella. - dijo girando sobre sus talones y dirigiéndose a su auto.

Pero que le pasaba a este idiota, yo se que Sam estaba muy buena pero que a Max le interesará era otra cosa. Pero era mía yo la vi primero.

Entre a mi casa y Sam estaba de espaldas viendo una foto familiar, era mis padres en su boda, yo no se porque mi madre la conservaba.

La empecé a recorrer con la mirada y tenía un lindo trasero redondo y grande. Mi polla comenzó a estremecerse con soló mirarla.
Se giro y me miró fijamente con esas avellanas.

Te gusta lo que miras, porque a mi si. - dijo seductora y caminando hacia mi

Yo, si me gusta lo que miro. - dije con voz ronca cuando enrosco sus brazos a mi cuello.

En serio. - dijo bajando una de sus manos por mi estomago hacia mi polla, la comenzó acariciar.
Solté un gemido de puro placer nadie había tomado la iniciativa conmigo siempre era yo.

Puse mis manos en sus caderas y bese su cuello, era suave y delicado como ella.

Volvió a subir su mano pero tomo en un puño un poco de mi cabello y me prendió a un más.

Si te beso voy hacer una más de las que follas, y yo quiero ser tu amiga. - dijo rozando mis labios con los suyos. - me puedes prestar un pans o algo por favor. - dijo haciendose a un lado de mi y se sentó en el sofá grande.

En serio me había dejado así, estaba más duro que nada y mi polla palpitaba y ella solo se sienta en el sofá sin más.

Claro puedes subir a mi habitación mientras yo arreglo tu auto, es la puerta negra. - dije en tono frustrado.

Salí de la casa y me dirigí a su auto, tenía que tomar una ducha fría mi polla luchaba por liberarse, nunca nadie me había dejado así, dolía.

Abrí el maldito escarabajo y volví a entrar a la casa junto con su falda rota, Sam no había bajado, donde estaba.

Subí entre a mi habitación ella no estaba me acerque al baño que estaba adentro de mi habitación y se estaba duchando en serio, escuché gemidos y dios no era lo que yo estaba pensando o si.

Aahhhh, sii dios. - grito Sam adentro del baño.

Abrí la puerta despacio sin hacer ruido y me quite la ropa quedando en bóxer.

Eres un pervertido lo sabias. - dijo sentada en el piso, estaba vestida con un pantalón mio y una sudadera también color negros.

Eso solo que yo... - estaba nervioso me jugo una broma esta chica esta loca

De verdad creíste que yo me estaba masturbando por ti Daniel. - dijo riendo muy fuerte. - ponte tu ropa nadie quiere ver eso. - dijo señalando el bulto en mi bóxer.

Que graciosa princesa con que así es el juego. - dije poniéndome la ropa. Me senté a su lado y vi como se ponía sus zapatos.

Ya ves soy una payasa vivo de esto. - se levantó y salió del baño dejandome como imbécil sentado.

DANIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora