Vol 3

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Sé que la primera letra de su nombre es J y la primera letra de su apellido es V, por su uniforme (ropa médica) que tiene grabado sus iniciales J.V, por eso le llamaré así en mi mente por el beneficio de quien sea que escuche mis pensamientos, si es que hay alguien...

J, aunque desconosco la razón por la cual me secuestró. A veces me lleva a su cuarto a ver televisión. Nunca hemos hablado. Nunca digo ni una sola palabra y el entiende eso supongo.

Suelo pensar que me atrapó para tener compañía. Por tener alguien que coma con el en su comedor. Me da mi porción de pan y uvas verdes con agua. Me entero que es navidad cuando me sirve la unica proteína en todo el año. Digamos que es su manera de festejo para mi.

Cuando intento ir a su habitación o donde él esté en la casa sin su escolte ni permiso, pasa lo que pasó. Me castiga fisicamente. Nunca ha abusado de mi sexualmente, pero a veces se le pasa la mano en sus caricias en mis mejillas, digamos.

Nuestra casa es fría, aislada, anublada, tensa. Blanca en paredes y marmol de piso.

Representa lo que vivo, una vida vacía, insipida, aterrorizada pero adicta. Adicta de esos momentos que me busca. De los que quiere estar conmigo en silencio.

Dicen que las mejores relaciones son las que en los silencios no se ponen incomodos. Pues creo que somos idóneos porque vivimos en el silencio más cargado en palabras que he experimentado en mis 23 años de edad.

Esa noche me quedo pensando en J, quiero quitarle sus gafas y ver sus ojos. Asi me mate.

Que bueno, porque escucho unas pisadas, ahi vendrá.

Cuando abre la puerta, me toma la mano y me saca de la habitación corriendo.

Problemas Mentales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora