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4 años de edad.
-¿Cuánto tiempo estaremos aquí?- preguntó mi primo Alex.
Recuerdo como mi tío se estacionaba fuera de la nueva casa donde viviríamos. De un buen tamaño para tres personas. Para qué mentir por el tamaño, las casas al rededor son de la misma estructura, mismo color y mismo espacio entre una y otra. Nada de diferencia por fuera.
-Todo depende de cómo nos irá en el trabajo.- Contestó tía Elena abriendo la puerta para salir del auto.
No se dijo nada más por la orden que nos dio tío Jace para llevar las cosas dentro. Eso incluía pelear por la habitación que mejor esté.
Alex y yo nos vimos una vez estando en la entrada. Con una sonrisa maliciosa de su parte, echó a correr escalera arriba, solo un segundo después reaccioné para seguirlo.
Para tener cuatro años en esos tiempos, sí que era un poco fuerte gracias a las clases de basquetbol.
Me trepé en la espalda de mi primo haciendo que éste se asustara y perdiera el control por unos segundos. Se recompuso de inmediato agarrando mis piernas que colgaban por su cintura.
-Alex, no te atrevas.
-Tú fuiste la que se puso de ese modo. Ahora las consecuencias.
Comenzó a dar vueltas por el pasillo. Gritaba que parara pero el muy idiota no lo hacía. Solamente hasta que tío Jace subió las escaleras y detuvo a Alex tomándolo por la espalda.
-Dejen de jugar y ayúdenos con sus cosas. Ya tendrán tiempo para seguir.
-¡La habitación grande es mía!- grité todo lo que mi voz de niña me lo permitía y todavía estando en la espalda de Alex.
-Bebé Jen, esa la tenemos para nosotros.
Alex se río por lo bajo.
-Oh... Entonces... ¡La segunda habitación grande es mía!
Tío Jace se acercó y me susurró en el oído.
-Esa tiene un balcón. Ve por ella.
En lo menos pensado, salté de la espalda de Alex y salí corriendo gritando:
-¡Sííí! ¡Es mía!- Hasta que reaccione y recordé que arriba hay más de cuatro puertas. - Un momento... ¿Cuál se supone que es esa?
-¡Esa será mía, Jen!
-Ni loca te la voy a dar, Alex. Qué tal si mi príncipe azul entra por ese balcón y te encuentra a ti. Tremendo susto que le dará verte con calzoncillos del capitán américa.
-¡Oye! El capitán américa es el mejor. ¡Y más razón voy a tener cuando un desconocido entre y solo te busque a ti!
-Pues claro que me va a buscar a mí. Porque me va a dar un beso de amor verdadero y viviremos felices para siempre.
