Apenas hace unos meses me andaba quejando de una novela donde la chica quería hacer asta lo imposible solamente para que aquel dichoso chico la quisiera de otra forma y no como amigos.
Y es raro porque es lo que yo estoy haciendo.
Josh esta parado en el umbral que da a la sala con su ceño ligeramente fruncido, quien no, estoy en el regazo de Dany las piernas a cada lado de su cuerpo y él tiene sus manos en mi cadera. Aunque fue un beso fuera de intenciones sexuales, para otros sería lo contrario.
-Hola, Josh.- digo tratando de calmar mi respiración.
Dios, quiero besarlo de nuevo.
-Repito. ¿Interrumpo algo?- esta molesto, se nota en su tono de voz.
-Será mejor que me vaya por ahora- dice Dany debajo de mí, me volteo a verlo y me quito de su regazo con una ligera sonrisa-. Te veo luego, bebé Jen.- me guiña un ojo pícaro antes de pasar por un lado de Josh e irse.
-¿Y?- vuelve a decir Josh insistente.
-Solo fue un beso, Joshy. Nada del otro mundo.
-¿Solo un beso? Se estaban comiendo mutuamente. Y ni decir de lo que pasaba en la entrepierna de Dany.
-¿Y tú que andas viendo eso? Es el problema de él y yo lo que pasara después, no necesito saber la opinión de alguien que ya no le importo.- con cada palabra me fuí acercando un poco a Josh, pero quedando a una distancia prudente.
-Jennifer, me importas más de lo que piensas, ¿a caso no lo he desmostado?- toma mis manos haciendo ligeros círculos en ellos. Otra vez diciéndome Jennifer.
Respiro hondo antes de seguir hablando, siento el nudo en mi garganta más apretado conforme pasan los segundos. Tengo ganas de decirlo todo, absolutamente todo, pero él está con Claudia; no puedo hacerlo.
-No, Josh. Hace meses que te olvidas de mí y de tu propia familia, nada más por irte a fiestas y estar con Claudia. No sé que te pasó en este tiempo. Eres otro Josh del que conozco.- retiro mis manos de las suyas. Las lágrimas quieren salir de su escondite, me regaño a mí misma por eso. Pocas veces son las que Josh me ve llorar, pero eso no significa que ahora mismo me vea derrumbarme y contar todo.
-Lo siento, bebé, es que Claudia me a tenido de un lugar a otro y no la puedo dejar.
-Por favor te lo pido, ya no me digas bebé; y no quiero escuchar el nombre de aquella en mi casa. Ya me cansé de esto Josh. Yo tratando de...
La emoción del momento casi arruina lo pensado para cuando me vaya. Me muerdo el interior de la mejilla hasta que siento el sabor metálico característico de la sangre.
-¿De que estas hablando? Eres mi bebé y lo sabes, Jen. Eres única para mí, ¿es que a caso, en estos años no lo he demostrado?
-"No es la única aquí".
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