4

956 54 4
                                    

Pasaron volando los minutos y horas estando con Sean

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasaron volando los minutos y horas estando con Sean. Lo más tierno que puede haber es que un niño de cuatro años te pregunte que se hace cuando se tiene una novia. Todo lo que le decia, él lo hacia al momento. Se puso triste al momento que una de esas cosas era darle detañes, le enumere varias cosas y como me dijo que a él no le dan dinero solo a Thomas no me podía comprar nada. Sin embargo, me rencompensó con un beso en la nariz.

Él todavia no se había terminado su helado y con el poco sol que estaba saliendo se derretía por el cono de galleta crugiente. Para eso tuve que comprar un royo de papel higénico para no ensusiarme, aunque no funsiono del todo bien. Mi playera gris de manga corta ya tenía manchas de helado de fresa. Sean me ayudó a que no se quedara la mancha pero fue demaciado tarde. Eso hizo que sus ojitos se llenaran de lágrimas. Suerte que lo consolé.

Ya casi llegabamos a las canchas. Pero me sorprendió que no estuvieran jugando, sino que estaban comiendo en el mismo lugar que hace seis días conmigo.

No puedo creer que me hallan reemplazado tan rápido.

Las amistades de hoy en día, Jen.

-Ya no quiero, Jenny.- me dio lo que le quedó de su helado de fresa. Puedo decir abiertamente que tenía hambre al momento de acabar mi helado, pero con lo que acabo de ver, todo mi apetito se ha ido.

-Estoy llena, Sean. Mejor hay que tirarlo.- asintió y se limpió al rededor de su boca con un pedaso de papel que le dí.

Fuimos a la papelera más cercana de nosotros y tiré el resto.

-Bueno, tu hermano sigue hablando con sus amigos. ¿Quieres hacer algo más?

-Vamos a los juegos.

Nos encaminamos a ellos y yo lo cuidaba de que no se callera. Puede sonar absurdo, pero si le pasa algo me sentiré horrible. No me gusta hacerle daño a los demás. Si eso incluye hacerme daño a mí misma no me importaría.

Todo estaba siendo risas y diversión hasta que Josh me habló. Sentí como mi cara cambio drásticamemte tan solo verlo al lado de Claudia.

-¡Jen!

-Creo que es hora de irnos, campeón.- le dije, deteniendo lenvamente el columpio.

-Yo quiero seguir jugando contigo, Jenny.

-Luego tendremos tiempo de jugar. Si es que te dejan.

-Le diré a mi mami que me deje. ¿Me puedes dar tu número?

-Bueno, sí.

-Le diré a Tomtom si me presta su celular.

Salió corriendo en dirección a su hermano que venía de tras de Josh.

-Jen ¿Donde has estado?- pregunta Josh preocupado. Ahora sí se preocupa y no cuando casi soy atropeyada en medio de la calle. Si no se enteró es porque no ha abierto ni uno de mis mensajes.

Solo AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora