100 % segura de que le gusta Luke⚘

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Miranda se cruzó de brazos, se apoyó en la pared de su salón y esperó a que el timbre sonara, últimamente la rubia andaba perezosa y sin ánimos de hacer nada.

— ¡Oh por Dios! Mike me ha invitado a salir, él es tan lindo —Miranda observó a dos de sus compañeras de salón, quienes entraron para sacar algo de sus mochilas.

— ¿Qué te dijo? —le preguntó una a la otra. Al parecer no se habían percatado de la presencia de la rubia por la emoción que se traían.

—Se me acercó y me pidió salir, aún no me ha dicho dónde, pero sé que será genial.

Miranda solamente puso los ojos en blanco.

Tal vez le interesaba el tema porque Mike era el mejor amigo de su "amado", pero lo que le asqueada era la actitud de las dos chicas, que eran bien fresas y seguro niñas de papi. Ya sabes, de esas que publican una selfie por día en Instagram y reciben mucha atención. Miranda a veces odiaba a sus compañeras.

¿Por qué Luke no me invita a Salir? Se preguntó y miró a sus compañeras salir del salón mientras seguían hablando de la cita, dejándola sola de nuevo.

Tal vez porque ni siquiera me nota. Se respondió.

Sonrió de lado y se apartó de la pared para salir de su salón. Decidió ir al pasillo de este, donde algunos se quedaban ahí hablando, eso de andar caminando por toda la escuela no era lo suyo.

Era algo jodido que tu mejor amiga faltara a clases. Miranda en ese momento estaba odiando a Kim por dejarla sola y preferir su cama.

—Eh, Miranda —la rubia volteó a ver y medio sonrió cuando observó a dos de sus compañeros haciendo la tarea de física, ambos sentados en el pasillo, parecían atareados. Eso le divirtió—, ¿Has hecho los ejercicios de la quinta unidad?

Ella asintió y supo que lo siguiente que vendría era ellos dos pidiéndole ayuda.

—Venga, no seas mala, no nos dejes morir.

—Somos un grupo unido, entre todos nos ayudamos —dijo el otro mientras alzaba su lápiz como si estuviera dictando una ley.

—Son unos pesados, pero bueno —Poniendo los ojos en blanco aceptó y regresó al interior de la sección para buscar su cuaderno de física. Cuando lo obtuvo, salió a paso apresurado al pasillo, pero eso fue mala idea porque la rubia había chocado con alguien.

—Lo siento, ¿estás bien? —esa voz. Era Luke.

Miranda no supo qué decir, solamente se quedó viendo a su cuaderno en el suelo. Entonces lo sintió, el tacto del rubio. Le estaba tocando el brazo.  A lo lejos escuchó a sus dos compañeros reír por la situación.

—Está bien... no importa —Al fin, pudo vocalizar algo, alzó la mirada y los ojos azules de Luke la estaban inspeccionando. Santa mierda.

Entonces Luke se marchó, llevaba unas hojas en manos y cuando le vio entrar a su salón, que estaba al lado del de ella, dejó escapar todo el aire retenido que tenía. Recordó su cuaderno y bajó la mirada, pero este ya no estaba ahí.

—El tiempo corre —dijo uno de sus compañeros con una sonrisa tonta en el rostro, el otro sostenía su cuaderno de física.

—Sí que son rápidos —intentó bromear para tranquilizarse de lo que acaba de suceder. Le echó una última mirada al otro salón, donde estaba Luke y sonrió.

¡DIOS! ¡LUKE HEMMINGS ME MIRÓ Y ME TOCÓ! Eso era lo que estaba gritando una y otra vez por dentro mientras observaba a sus compañeros hacer la tarea en silencio.

Tenía que decírselo a alguien. Había dejado su libreta en casa, y no había otra opción más que llamar a Kim.

—Cuiden mi cuaderno, ya regreso —comunicó a los chicos y estos asintieron.

Miranda caminó hacia los baños como toda una colegiala, pudo asegurar que la falda de su uniforme iba al compás de sus caderas. Estaba feliz, demasiado.

Entró al servicio femenino, el cual todo era rosado, hasta la cerámica de los retretes. Aquello le parecía algo sexista porque el baño de los hombres era celeste. No podía hacer nada contra eso, estaba súper segura de que el director de la escuela era machista.

Ahí estaban unas cuentas chicas viéndose al espejo, arreglando su uniforme, lo normal en un baño de chicas. Miranda pasó de lejos y fue a la última cabina, enllavó y se sentó en el retrete (obvio, con la tapa puesta) y sacó su teléfono del bolsillo. Enseguida marcó el nombre de Kim.

—Adivina —soltó la rubia cuando se dejó de escuchar los pitidos. A los segundos oyó a su mejor amiga reír.

— ¡Luke Hemmings! —respondió como si fuera un juego de tv.

—Ay, ¡Sí!

—Cuéntame, quiero saber qué pasó esta vez en la fabulosa historia de romance barato.

Mirando puso los ojos en blanco, pero soltó una risa. Sus ojos pasaron por todas las palabras escritas con algun marcador permanente en la puerta metálica y rió al leer "Beth de la sección A es una zorra" estaba 100 % de acuerdo con eso.

—Estoy en el baño, no puedo contarte todo bien —empezó diciendo en voz baja contra el micrófono de su teléfono—, Pero, estaba saliendo del salón y chocamos, él me miró y me dijo lo siento y me preguntó si estaba bien... ¡Y ha tocado mi brazo! Ay Jesús, parezco una niña de trece que se desmaya por sus ídolos.

—Lo eres, Miranda —Kim soltó una risa.

De repente se escuchó el timbre de la escuela que anunciaba que el descanso había llegado a su fin.

—Tengo que ir clases, te hablo luego —se despidió de su amiga, este le dijo un adiós y colgó.

Miranda salió del cubículo, guardó su teléfono en el bolsillo de su falda y se acercó al tocador, habían unas dos chicas aún ahí, el timbre seguía sonando, odiaba eso.

Abrió el grifo y metió sus manos debajo del agua. Cuando alzó la mirada al espejo para ver si no traía desordenado el cabello, su mirada choco con otra. Beth.

Ahí estaba la castaña, junto a una amiga.

—No fue intencional, pero escuchamos tu conversación —empezó a decir esta, Miranda solamente se podía sentir morir—. y es lindo que te guste alguien, es normal.

—Es normal —la secundó la otra.

Mirando soltó una pequeña risa floja y forzada, cerro el grifo y escurrió sus manos. Estaba dispuesta a irse pero la mención del nombre de Luke la detuvo.

—Creo que Luke quiere regresar conmigo, de todos modos ya me perdonó —le dijo Beth a su amiga, estas parecían haberse olvidado de la existía de la rubia en cuestión de segundos— Pero tengo que dar el primer paso yo, sé que me extraña.

—Deberías hacerlo —dijo su amiga con una tonta sonrisa en su rostro.

— ¿Tú crees que debería hacerlo? —Beth se giró hacia Miranda, con una gran sonrisa. Miranda se encogió de hombros, sin saber qué decir.

—Uhmm, yo tengo que ir a clases —se excusó a toda prisa y pasó a la par de ellas para poder salir del baño. Cuando iba saliendo llegó a escuchar en un mumurro algo que le movió el suelo.

—A ella le gusta Luke, 100 % segura de eso.

Diablos.

Diablos. Diablos. Beth lo sabía. Y si Beth lo sabía, Luke lo haría en cualquier momento.

eye contact | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora